Con el fin de resolver las problemáticas de cobertura, costo y calidad de los servicios que ofrece el sistema de salud de Puerto Rico, y con el compromiso de impulsar un sistema de salud universal para todos los habitantes de la Isla, cuatro de los seis aspirantes a la gobernación endosaron ayer en el Recinto de Ciencias Médicas (RCM) una iniciativa diseñada para operar como un modelo de cuidado integrado, centrado en el individuo, su familia y su comunidad.
La reforma, promovida por la oficina del rector del RCM, Noel Aymat Santana, y avalada por miembros de la comunidad universitaria del recinto, persigue el que las decisiones relacionadas al tema de la salud puedan tomarse lo más cerca posible de los usuarios, involucrando entidades gubernamentales, voluntarias y privadas en el país, para lograr una mayor eficacia en la atención de las necesidades de la población.
Asimismo, la iniciativa exige apoyo y prioridad del Departamento de Salud para que ejerza liderato efectivo en formular y velar por el cumplimiento de la política pública de salud de Puerto Rico.
“Hay una falta de compromiso con la visión y los valores para la salud en el ejecutivo, en el legislativo, en la sociedad civil, y ese es el reclamo de sentarse en la mesa, el reclamo a tener las prioridades claras […] Lo primero que hay que reconocer es que el sistema de salud de Puerto Rico no es uno de actores independientes”, aseguró en la introducción de la discusión el doctor Roberto Ramírez, catedrático en Sistemas de Políticas de Salud de la Escuela Graduada de Salud Pública.
Por su parte, el pasado presidente de la Sociedad Puertorriqueña de Cardiología, el doctor David Bragín Sánchez, aprovechó la ocasión para reconocer el hecho de que –al igual que él y su familia– profesionales de la salud desarrollados en Puerto Rico se ven en la obligación de abandonar la Isla a consecuencia de “la tiranía de los planes médicos” y las vicisitudes que imponen a sus prácticas.
De igual modo, Bragín Sánchez –médico a cargo de la clínica de fallo cardiaco del Hospital de Veteranos– reconoció ante los aspirantes a la gobernación que el tipo de práctica de medicina a la que se ve obligado por las aseguradoras médicas no refleja las enseñanzas que recibió en el RCM y que por tanto tendrá que abandonar el país.
“Tenemos un sistema de salud que se basa en el volumen de pacientes y no en la calidad de accesos y servicios”, sentenció el médico especialista.
Los candidatos hablan
El primero en tomar la palabra fue el presidente del Partido Popular Democrático (PPD), David Bernier, quien destacó que el país necesita a su universidad dando un paso al frente, atreviéndose a equivocarse y haciendo planteamientos específicos “para así marcar la ruta” hacia un proyecto de futuro que reconozca que la crisis fiscal que vivimos nos obliga a ser prácticos y a hacer causa común para lograr cambios positivos en poco tiempo.
“En tiempos como los que vivimos, donde la dificultad principal que tiene nuestro país es la incapacidad para llegar a entendidos mínimos que nos permitan avanzar, la universidad juega un rol fundamental […] En los próximos meses, particularmente a finales de septiembre, Puerto Rico tiene la última oportunidad para poder evitar el problema serio que podemos tener en el 2017 si no logramos voluntad en el Congreso de Estados Unidos para una de dos cosas: la paridad de Medicaid y la extensión de los fondos del Obamacare”, aseguró Bernier.
El exsecretario de Estado manifestó que el gobierno de Puerto Rico se verá obligado a tomar determinaciones en un tiempo corto, que imposibilitará una transición ordenada debido a que “comenzaremos el 2017 con un billón de dólares menos”. Bernier se limitó a hacer un llamado a la colaboración y enfatizó en la necesidad de lograr voluntad en el Congreso para que el país se mueva positivamente y mediante rutas sencillas.
Por otro lado, la candidata por el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), María de Lourdes Santiago, condenó el hecho de que diariamente en Puerto Rico se interpreta la salud como un mercado. Así, destacó que mientras el país no asuma como un proyecto hacer de la salud un derecho humano, viable a través de políticas publicas, “ese panorama no va a cambiar y para eso hay que comenzar a apuntar a los culpables”.
“Tenemos que comenzar por reconocer que la tiranía de los planes médicos representa no solamente un problema económico y administrativo, sino que se convierte en una amenaza a cualquier aspiración democrática en la medida en que la disposición de los recursos comunes de un país son adjudicados de acuerdo a criterios meramente económicos”, dijo la líder independentista.
Santiago, además, planteó que para que haya democracia en el tema de la salud la única salida es un plan universal en el que el Estado se responsabilice con los servicios médicos esenciales y que la intervención de los planes médicos privados sea solamente para las cubiertas complementarias y para personas que deseen pagarlas.
Mientras, para el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y para su líder, la salud es un derecho humano fundamental. Así lo dejó saber en su turno el profesor Rafael Bernabe al tiempo que no dudó en asegurar que como país necesitamos un sistema de salud universal y de excelencia.
Siguiendo la línea de Santiago, Bernabe afirmó que de nada sirve poner en la Constitución el derecho a la salud si en la práctica no se toman las medidas concretas que hagan posible lo que hasta el momento, a su entender, no es una realidad.
“Todo el mundo va a estar de acuerdo con la salud universal, con la cobertura universal y todo eso. La pregunta está en cómo se pone eso en práctica. Y eso habla de un sistema de salud centrado en el paciente, estamos de acuerdo. Pero es hasta absurdo que uno tenga que plantearse crear un sistema de salud centrado en el paciente. ¿En qué otra causa puede estar centrado? Está centrado en el núcleo privado”, dijo el catedrático.
Igualmente, Bernabe señaló que mientras Puerto Rico cuente con un sistema de salud centrado en el núcleo privado no va a servir al paciente ni a la salud. Además, el candidato del PPT recalcó que lo que se vive en el sistema de salud puertorriqueño es la crisis del modelo de la privatización y la tragedia del desmantelamiento del sistema público.
“Para hacer algo contra esta realidad hay que estar dispuesto a enfrentar a los grandes intereses que se benefician de esto y un gobernador de Puerto Rico, si va a cambiar el sistema, tiene que estar dispuesto a que el día después que anuncie que va a crear un seguro de salud universal le pongan un anuncio en el periódico a página completa, no en El Nuevo Día, en el New York Times, que quiere traer el socialismo a Puerto Rico”, acentuó Bernabe.
También, el profesor añadió que hay dos partidos que han gobernado el país durante más de 50 años y por tanto es necesario que el pueblo se comprometa con los candidatos que sí están dispuestos a trabajar por la gente.
Entretanto, Alexandra Lúgaro manifestó que son las pugnas político-partidistas las que han debilitado y afectado sobremanera el sistema de salud de Puerto Rico e igualmente los servicios que el sector médico ofrece en la isla. La candidata independiente no dudó en expresar que ninguna de las propuestas serán posibles sin una reforma que no pretenda la destrucción de proyectos de administraciones pasadas.
“Tenemos que movernos a tener una voluntad de buscar alternativas diferentes para mejorar nuestra salud. Pero la voluntad no solamente es política, es una voluntad ciudadana de empezar a escoger fuera de la caja, de empezar a salir de esos modelos tradicionales que nos atan”.
Lúgaro concluyó los turnos enfatizando la idea de que los candidatos a la gobernación tienen que trabajar por quienes son los beneficiarios fundamentales del sistema, los ciudadanos, no por las aseguradoras.
Ausentes Cidre y Rosselló
El también candidato independiente Manuel Cidre y el nuevo presidente del Partido Nuevo Progresista (PNP), Ricardo Rosselló, se ausentaron a la discusión. Sin embargo, se informó que ambos aspirantes a la gobernación se excusaron, a pesar de que ninguno estuvo representado en la actividad.