Dicen por ahí que el cliente siempre tiene la razón. Por lo que una mala jugada le ha salido cara al portal electrónico Amazon.com al desaparecer del catálogo electrónico de su creación Kindle, la obra de George Orwell’s “1984” sin consultarle a los usuarios de este dispositivo diseñado para leer libros electrónicamente. Sin embargo, este tipo de errores tecnológicos nos hacen reflexionar si realmente este tipo de herramienta tecnológica, que llegó para usurpar el lugar de los libros en papel, realmente es efectiva. El joven estadounidense Justin Gawronski, de 17 años, es el responsable de que Amazon tenga que sacar de su jugoso bolsillo la cantidad de $150 mil tras ganar su demanda contra la compañía estadounidense. Según el portal del rotativo El País, Gawronski demandó a esta tienda electrónica porque al borrar la publicación de Orwell’s desaparecieron unas anotaciones que el estudiante había redactado para un trabajo académico de vacaciones. A consecuencia de este acto legal, Amazon tuvo que costear los gastos de su “metida de pata” y se encargará de restituir las obras borradas con las debidas anotaciones que realizaron sus clientes. Y como dicen que nadie aprende por cabeza ajena, se espera que Amazon haya aprendido de su error. Por lo que prometió que nunca más volverá a borrar un libro electrónico del catálogo de sus clientes; al menos sin tener su debido consentimiento. De ahora en adelante, su frase será “esta huevada no puede volver a repetirse” para así evitar gastarse sus ganancias innecesariamente. Pero como no hay mal que por bien no venga, mientras Amazon utiliza esta situación para aprender la moraleja de su propio cuento, el joven demandante donará una parte del dinero obtenido en la demanda a una fundación que trabaja en favor de los derechos de los niños. Sin embargo, ¿quién asegura que la historia realmente no se volverá a repetir? ¿Qué pasaría si al confiar ciegamente en la tecnología se perdieran datos importantes, tareas entre otros documentos de los cuales podría depender nuestra vida? ¿Será esta nueva herramienta de lectura electrónica un verdadero salvavidas? Es importante destacar que Kindle es un dispositivo que permite leer los libros electrónicamente con la ventaja de que puede conectarse por sí solo al Internet sin necesidad de cables o algún otro tipo de conexión. Lamentablemente, al ser creado por la tienda electrónica Amazon el “libro electrónico” sólo puede acceder a las publicaciones pertenecientes al gran catálogo “amazoniano”. Además, Kindle utiliza un estándar propio en la creación de libros por lo que las ediciones electrónicas que no sigan el estándar establecido por Kindle no podrán ser leídos a través de este dispositivo. De manera que obliga a todo aquel que posea un Kindle a comprar sus libros sólo por Amazon a precios especiales como un beneficio a los propietarios de este invento. La herramienta considera como el “Ipod de los libros” tiene cabida para 200 libros, mientras que el catálogo disponible en Amazon presenta la variedad de 90 mil títulos para escoger. Al parecer Kindle es una herramienta que resulta agradable a la vista, cómoda y de fácil uso. Aún así, estas innovaciones tienen desventajas que poco a poco van saliendo a la luz pública como lo fue el caso de Amazon y su “adorado” Kindle. De manera que, queda en las manos de los usuarios decidir si confían plenamente en las innovaciones digitales y desplazan el papel por las nuevas tecnologías.