Existe una milésima de segundo en la que podemos anticipar el próximo movimiento de un cuerpo que nos acompaña. Se trata de un instante, una sintonía que la bailarina Alicia Díaz y el percusionista Héctor ‘Coco’ Barez, conocen bien, pues la gestan en su pieza Voces del mar.
En su creación, destacada por el programa Puerto Rican Voices: It Takes One, coproducción de Public Broadcasting Service (PBS) y el Centro de Estudios Puertorriqueños en Hunter College, evocan un encuentro entre dos universos que durante años han sido muy suyos: la danza contemporánea y la bomba.
“Durante nuestra colaboración me interesó investigar dimensiones de mi herencia cultural puertorriqueña y caribeña a través del movimiento y de la música (…) “Deep Listening [Voces del mar]” es, de cierto modo, una búsqueda muy personal de orígenes o mitos imaginados que utiliza elementos de la bomba puertorriqueña como punto de referencia”, explica Díaz, quien funge como profesora de danza en la Universidad de Richmond, en Virginia.
“La improvisación para mí es el puente entre estas dos formas [la danza contemporánea y la bomba], del pasado, el presente y el futuro (…) Estoy experimentando, investigando posibles formas [de expresión corporal] que tienen una historia de resistencia”, añade, quien de niña observaba a su madre, Alma Concepción, bailar flamenco.
Algunas resonancias las llevamos dentro, con o sin consciencia de ello. Una noche, las escuchamos, y nos mueven. Díaz recientemente lo comprobó. Trazaba pasos desde danza y bomba en Casa Ruth, en Río Piedras, y de pronto se encontró articulando un movimiento de flamenco. Minutos más tarde, reconoció la fuerza de la memoria emotiva en su cuerpo.
Para Barez, por su parte, antes de percusión, también hubo baile. Quizá seguiría habiéndolo, si no fuera porque un día dijo “ya no voy a bailar más, me quiero enfocar en esto [la percusión]”, y se adentró en ese gran alfabeto de las manos que es la percusión. Fue entonces cuando se dedicó a observar las manos de percusionistas a quien admiraba, gestores de ritmo que se convertirían en su mejor libro de texto. Lo recuerda entre risas.
Desde entonces, ha participado en el Ballet Folklórico Nacional de Puerto Rico “Areyto”, El Bombazo de Puerto Rico, Los Pleneros de la 23 Abajo, Son Del Batey, Grupo Pleni-Bom y el Taller Tamboricua. Fue, además, miembro fundador de la banda Calle 13, y ha acompañado a William Cepeda, Rubén Blades, Cultura Profética, Jerry Medina & La banda, Tego Calderón, Don Omar, Maná, Alejandro Sanz, Shakira, entre otros. Justo en este momento de su carrera, se concentra en la producción de El laberinto del coco, su próxima producción como solista.
Tanto Díaz como Barez crearon Voces del mar a partir de improvisaciones estructuradas, dialogaron desde el desplazamiento, interacturaron desde sus referentes. Los respetaron, los validaron. Del mismo modo, distintas influencias y estilos de danza se intersecan a diario.
Pasa desde distintos escenarios. Se cruza la teoría con el bagaje cultural de un bailarín, y nace un espacio híbrido desde el movimiento, uno que, a veces, nos permite escuchar el oleaje de influencias que cada cual lleva dentro. Esas. Las voces del mar.