Una colaboración entre el Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre y el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) estudia los cambios poblacionales de la paloma turca.
Según la Sociedad Ornitológica Puertorriqueña, en la Isla viven siete tipos diferentes de palomas. La que más conocemos (y algunos detestan) es la paloma doméstica (Columba livia).
Otras especies de palomas incluyen la paloma cabeciblanca (Patagioenas leucocephala), las palomas perdices (Geotrygon chrysia, Geotrygon mystacea y Geotrygon montana), la paloma sabanera (Patagioenas inornata) y la paloma turca (Patagioenas squamosa).
De acuerdo a la Videoteca de la Fauna de Puerto Rico, la paloma turca es la paloma de mayor tamaño (hasta 16 pulgadas) residente en Puerto Rico. Es arbórea y arisca. Su cabeza, cuello y pecho son púrpura, mientras que las plumas del resto del cuerpo son grises. Las plumas del cuello parecen escamas de pez.
La caza de la paloma turca es legal y está debidamente regulada y monitoreada desde 1986. La licencia de caza se otorga después que la persona interesada toma un curso educativo y un examen sobre el material del curso que cubre regulación de caza e identificación de especies.
Desafortunadamente, también existe la caza ilegal. La población de paloma turca se puede ver afectada por ambas fuentes de mortandad. Los individuos que cazan ilegalmente usualmente saben los lugares en donde pueden cazar fácilmente a las palomas turcas, sin importarles las regulaciones vigentes.
Para saber si una especie es abundante o está amenazada, hay que estimar su tamaño poblacional. Los científicos han desarrollado una serie de métodos para contar o estimar con precisión la población de una especie.
Los científicos Frank Rivera Milán y G. Scott Boomer, del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre, y Alexis Martínez, del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales, se unieron para estimar cómo ha cambiado la población de la paloma turca en los últimos 25 años y calcular cuál es la población actual. Los resultados de este estudio fueron publicados en la revista profesional The Journal of Wildlife Management.
Los científicos estimaron una población de poco más de 50,000 palomas turcas en el 1986, la cual aumentó hasta unos 150,000 individuos en el 1989. Los huracanes Hugo y Georges afectaron a las palomas en algunas áreas, pero no a nivel poblacional.
La paloma turca se benefició por la recuperación de los bosques en la Isla en los 80 y 90, alcanzando unos 350,000 individuos en el 1998. Sin embargo, se redujo su población casi a la mitad para el 2003. La población se recuperó y alcanzó 350,000 individuos en el 2009.
Entre el 2008 y el 2013, los investigadores estimaron que el hábitat de la paloma turca puede sostener un máximo de 525,000 individuos y que la población de estas aves en el 2014 debe ser de 216,000. Esta cantidad es 47,000 palomas menos que el promedio de 262,899 entre los años 1986 al 2012.
Aún más preocupante es que el estimado de la población actual de palomas turcas es menos de la cantidad mínima necesaria para mantener la población en equilibrio. Cuando la población está en equilibrio hay un balance entre las palomas que nacen y las que mueren, ya sea por causas naturales o por ser cazadas.
Luego de incontables horas de investigación de campo, los científicos Frank Rivera Milán, G. Scott Boomer y Alexis Martínez han logrado su objetivo de integrar el monitoreo y el modelaje poblacional para hacer predicciones sobre la población de palomas turcas. Saber esto es crítico ya que sin la información correcta se podría gastar dinero y recursos protegiendo un ave cuya población no está en peligro, o podrían dejar de establecerse programas de protección cuando sí se necesitan.
El autor es Catedrático Asociado en Física y Educación Científica en Morehead State University y es miembro de Ciencia Puerto Rico.