Por: Andrés López
España aún inmersa en la crisis económica y con emergentes dificultades, se bloquea en una de las soluciones más apremiante para salir supuestamente de ellas: la formación de gobierno. A dos meses de haberse realizado las elecciones, las diferentes formaciones políticas no han logrado ponerse de acuerdo en proponer a un candidato para ser investido como presidente del Gobierno, por la irrupción en el escenario político español de un reforzamiento de la democracia e ideologías políticas.
El líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, lleva varias semanas buscando convencer a las izquierdas para que le den su apoyo y ser él investido como presidente del Gobierno frente al actual en funciones, Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP). Pero cuando parecía que el pacto con la formación de Podemos estaba a punto de cerrarse, surge una nueva e inesperada negociación con la formación que dirige Albert Rivera de Ciudadanos (C´s), quien le ha dado los votos de su formación para que Sánchez intente proclamarse presidente del Gobierno. Pero ni aun así las cuentas han salido y el Congreso de ayer ha sido un fracaso para Sánchez que no ha conseguido los votos necesarios para ser investido como presidente (130 votos a favor, pero insuficientes frente a los 219 en contra y una abstención).
Por lo tanto, no ha sido posible para Sánchez lograr el apoyo en esta primera votación al no conseguir los votos necesarios para una mayoría absoluta (176 votos). Así que lo tendrá que intentar pasada 48 horas a partir de hoy, tal y como establece la Constitución Española en su artículo 99.3. Pero para esta segunda ronda ya no necesitará la mayoría absoluta, sino la mayoría simple (136 votos a su favor sería suficiente para que sea presidente del Gobierno), lo que todo apunta, a que en las próximas horas se reúna con el Partido de Izquierda Unida-Unidad Popular “IU-UP”, que dirige Albero Garzón, para que este de su apoyo. Esto es algo que por ahora no se ve plausible porque la formación de izquierdas no comparte su programa político, ni estarían dispuestos a compartir sus votos con los de Ciudadanos.
El Congreso de ayer ha sido motivo de encontronazos, como el del líder de Podemos, Pablo Iglesias, quien estuvo durante toda la jornada de la sesión de ayer reprochando a Sánchez que en vez de elegir y aliarse con un partido de progreso y cambio, de izquierdas, ha preferido hacerlo con la otra derecha; refiriéndose a Ciudadanos como la “Naranja Mecánica”. También le criticó duramente, que lamenta que las decisiones de su partido las siga haciendo Felipe González (expresidente del gobierno socialista), quien según él aún “tiene las manos manchadas de cal viva”. Con esta última expresión, el líder de Podemos hizo referencia al alegato de que González creó un grupo de guardias civiles para asesinar a miembros de la ETA cuando fungió como presidente del gobierno de España. Este fue uno de los momentos más tensos vividos en el hemiciclo.
Por otro lado, Rajoy ha mantenido una actitud de burla hacia el intento de formación de gobierno del candidato socialista, acusándolo de “engañar al Rey y a los españoles para justificar su supervivencia” como líder en su partido.
Hay que decir, que el pasado fin de semana, Sánchez instó a sus militantes de partido a que votaran por su investidura y les consultó con quién debían pactar para formar gobierno. Con un respaldo a favor de más del 70%, los militantes socialistas señalaron la preferencia por hacer un pacto con Rivera (C´s) que con Iglesias (Podemos).
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El autor es un antropólogo español que colabora en diversas publicaciones digitales. Fue estudiante de la Universidad de Puerto Rico en Cayey. En este escrito también colaboró Juan Gabriel Rodríguez