La Puerta del Sol acogió el sábado una jornada de reflexión con miles de personas. Ayer domingo, la panorámica de la plaza tampoco tenía muchos huecos vacíos porque la ciudadanía vuelve una y otra vez para informarse, pasear o apoyar este movimiento que ha desconcertado a unos y otros durante la campaña electoral.
Domingo de elecciones. Domingo 22 de mayo. Llegar a este día era el objetivo del grupo de personas que se quedaron en la Puerta del Sol al finalizar la manifestación del 15m. Tras una semana de incertidumbres y de objetivos escalables, ayer se decidió en asamblea dos puntos que alargan la vida de estas concentraciones: la prórroga de la acampada una semana más, hasta el 29 de mayo y la elaboración de un plan de barrios para actuar y trabajar con los vecinos de Madrid. Las primeras asambleas locales se celebrarán el 28 de mayo.
Demuestra, según Jordina, que “esto no es solo por las elecciones ya que podía haber sido en junio, enero o hace dos años”. Jordina es una de las personas que lleva tres días acampando en Sol y trabajando en el área de artistas. Votó por correo hace dos semanas y afirma que “hay muchas formas de participar políticamente que no es votando a los de siempre”. Cuando le preguntamos si cree que salir a la calle ha impulsado a que la gente acuda a votar, tiene claro que sí porque hay que “revivir la política”.
Javier está sentado en el suelo junto a uno de los pasillos donde hay un continuo desfile de gente. Es licenciado en filosofía y ahora estudia electricidad. Le preguntamos si hoy a ido a votar y dice que sí, que después de muchos años sin hacerlo ha vuelto a las urnas, a pesar de no estar de acuerdo con la ley electoral, porque hace falta “recuperar una política real”.
El sol pega en la acampada y los alrededores de la fuente son un refugio para quienes huyen del efecto invernadero que se produce bajo las carpas. En uno de los grupos está Ana Belén. Ha venido a diario y lo seguirá haciendo durante toda la semana, aunque no cree que acampada Sol haya tenido mucha influencia en las elecciones de ayer. La meta, dice, son las generales del año que viene. Lo importante es que la gente haga “algo útil” con su voto.
Isidoro no ha votado. Siempre ha apostado por los partidos minoritarios pero dice que, con la ley electoral actual, es tirar el voto a la basura. Asegura que “esto no acaba el 22 de mayo” y espera que los ánimos no decaigan. ”Se estará hasta que se saque algo en concreto porque para eso estamos, para cambiar las cosas”.
Raquel y Rocío tienen 19 años. Es la primera vez que pueden votar. Raquel había pensado hacerlo en blanco pero después de haberse informado y haber “reflexionado” en la acampada, ha decidido que su voto irá a un partido minoritario. Rocío no ha votado porque no es de Madrid y se le pasó el plazo para hacerlo por correo. Si hubiese podido hacerlo, su papeleta sería también la de un partido minoritario. Como Isidoro, pide que el 15M no decaiga porque “puede cambiar muchas cosas”.
Margarita lleva desde el 75 trabajando en la sanidad pública española. Este año tenía que jubilarse, pero, con el aumento de los años de jubilación aún le quedan cinco años más. Cinco años, que asegura, aprovechará “hasta la muerte para luchar por la sanidad pública”. Se indigna al pensar que “hay gente que muere por estar en lista de espera“.
Asegura que “lo único bueno” que tenía España, a parte del sol y el turismo, era la sanidad pública que “están masacrando” por eso muchos médicos de la seguridad social están saliendo ahora a la calle. Los médicos siempre “nos hemos dedicado a estudiar y trabajar, nunca hemos sido políticos, no nos da tiempo”, se queja.
Entre elecciones, asambleas y comisiones, las voces de los megáfonos se enredan con los gritos pidiendo abrazos. Esto es acampada sol. Un abrazo, ¿y por qué no?
*Lea el artículo original en Periodismo Humano