
Héctor J. Berdecía Hernández junto al Faro de Cape Hatteras. (Sumistrada)
En Puerto Rico, la documentación del patrimonio construido es un área que se ha descuidado. Con excepción del Castillo San Felipe del Morro en el Viejo San Juan y La Hacienda la Esperanza en Manatí, son muy pocas las estructuras de la isla que están documentadas.
Héctor J. Berdecía Hernández, estudiante de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, se interesó por buscar nuevas experiencias que le permitan realizar ese trabajo en su patria. Actualmente, el joven se encuentra trabajando con la documentación de edificios importantes en Buxton, Carolina del Norte y Washington, D.C.. Esto como parte del prestigioso internado en el Historic American Building Survey (HABS) del Heritage Documentation Program del National Park Service (NPS).
“El campo de la Conservación del Patrimonio Arquitectónico es un área que necesita más expertos en Puerto Rico, sea para proyectos e investigación”, aseguró Berdecía Hernández, quien está completando un Bachillerato en Diseño Ambiental. Además, el gallito riopedrense se prepara para cumplir su labor con una segunda concentración en Historia de las Américas y una Certificación en Diseño Urbano.
Este año, solo 12 estudiantes de Estados Unidos y sus territorios están participando del programa. Por eso, “es un gran orgullo para mí haber sido seleccionado entre cientos de estudiantes alrededor de los Estados Unidos que solicitan año tras año para poder tener esta experiencia única”, comentó el joven orgulloso de su gesta.
Berdecía Hernández es el primer estudiante de la UPR en participar del internado. Junto a él, también compartieron seis puertorriqueños que estudian en universidades privadas de la Isla. Precisamente, fue a través de sus colegas de otras universidades que conoció sobre el programa.
El 6 de junio, el joven comenzó a trabajar en colaboración con los arquitectos de la Oficina Central de HABS-NPS de Washington D.C. en la documentación del Faro de Cape Hatteras, que es el más alto de los Estados Unidos y un complejo de edificios históricos aledaños.
Allí ha tenido la oportunidad de crear notas de campo utilizando las guías de documentación de la HABS que son reconocidas por su precisión a nivel internacional. En el proceso de documentación, el interno mide todos los detalles de la estructura como, por ejemplo, las paredes, las puertas, las ventanas, la altura, entre otros datos que le permitan crear planos de la estructura.
También, ha utilizado el programa digital Computer-Aided Desing, mejor conocido como el CAD por sus siglas en inglés, y métodos de documentación digitales como ‘Lasser Scanners’.
Los planos y los dibujos en los que está trabajando serán archivados luego en la colección permanente del HABS, el Historic American Engineering Record (HAER) y el Historic American Landscapes Survey (HALS) en la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos. Esa información podría servir en los próximos años para replicar estructuras importantes y para realizar investigaciones científicas sobre la historia y la cultura humana.
Para el futuro arquitecto, esta experiencia tiene gran valor. Según comentó a Diálogo, “ha sido muy gratificante y he aprendido mucho”. Pero, para él lo más valioso es que ha abierto puertas para que más estudiantes puedan participar del internado y adquieran las competencias necesarias para documentar las estructuras de la isla.
Incluso, Berdecía Hernández entiende que el Recinto de Río Piedras cuenta con los recursos necesarios para crear un departamento de documentación del patrimonio construido en la Escuela de Arquitectura.
Resaltó que al regresar el próximo 26 de agosto, espera “que se puedan establecer espacios dentro de la universidad para dialogar sobre la importancia de la preservación en nuestro entorno construido y los retos que enfrenta”.