
Estudiantes universitarios y de secundaria de Chile convocaron una nueva jornada de manifestación en exigencia de una educación pública de calidad que en lugar de realizarse en forma de protesta, se efectuará bajo el formato de clases al aire libre y cacerolazos*.
En anuncio lo dio a conocer la presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile, Camila Vallejo, quien en una rueda de prensa ofrecida en Santiago (capital) recalcó que el objetivo de la iniciativa es “democratizar el movimiento estudiantil a través de actividades artísticas y manifestaciones pacíficas”.
Pese a la negativa gubernamental manifestada este ayer a las peticiones de los estudiantes, Vallejo reiteró que estas actividades se mantendrán posiblemente hasta que se vuelvan a promover nuevas marchas en el país.
"Los estudiantes saldrán a la calle este jueves 11 de agosto a dar a conocer a la ciudadanía las demandas y a explicar el porqué de las tomas (ocupaciones de establecimientos) y paros", señaló.
La dirigente también señaló que mientras esto sucederá en Santiago, los secundarios se reunirán en la norteña ciudad de Copiapó, con el fin de debatir su posición luego de la indisposición del Gobierno a escuchar las demandas estudiantiles.
Luego de estos actos, se tiene previsto que durante hoy jueves y mañana viernes los profesores realicen asambleas nacionales y posteriormente, el domingo, todos los sectores se reúnan para definir un calendario de movilizaciones, entre ellas, otra marcha multitudinaria.
Del mismo modo, para los próximos 24 y 25 de agosto se tienen pautados un gran paro nacional al que se unirán otros gremios de trabajadores.
Iglesia “mediadora”
Paralelo a estos anuncios, este ayer también se pronunció la Conferencia Episcopal de Chile (CECH), que exhortó al restablecimiento del diálogo entre el Gobierno y el estudiantado "para recuperar las confianzas" y acercar posiciones en el conflicto de la educación.
Según el obispo de Valdivia (sur) y secretario general de la CECH Ignacio Ducasse, "el país no puede avanzar bajo presiones ni represión, tampoco bajo amenazas ni provocaciones y la instalación del diálogo es la clave para valorizar con objetividad demandas y propuestas".
La entidad religiosa emitió un comunicado aseverando que los obispos “están abiertos a intervenir en el conflicto”, aunque reconoció que hasta ahora nadie se ha acercado a conversar con ellos.
“Hay que consensuar acuerdos, sabiendo, como en toda negociación, que ello siempre implicará a las partes ceder en algunas de sus posturas", recalcó el texto.
Entretanto, el gobierno chileno aseguró que no va a presentar una nueva propuesta para una reforma educativa, tal como lo han demandado miles de estudiantes en masivas movilizaciones dentro de la capital y otras ciudades.
El ministro chileno de gobierno, Andrés Chadwick, confirmó que solamente se complementará el proyecto estudiantil presentado recientemente.
Desde hace dos meses, los estudiantes están exigiendo mejoras en la educación. Actualmente, el sistema educativo de Chile es considerado uno de los más desiguales y excluyentes del mundo.
*Nota: Los cacerolazos son un modo de protesta que se hizo famoso durante el gobierno militar en Chile. Estas manifestaciones obtuvieron el nombre de cacerolazos ya que la gente salía a la calle y paralizaba las dinamicas cotidianas cantando consignas y golpeando cacerolas con cucharas de cocina. Para aquel entonces esta técnica ayudó a a aglutinar a las fuerzas de la Concertación (coalición de partidos políticos que ganó el referéndum con el que lograron destituir a Pinochet del poder).
Fuente TeleSur