Mientras el gobierno de Puerto Rico mantiene en 64 las muertes ocasionadas por el huracán María el pasado año, un estudio de la Universidad de Harvard concluyó que los decesos a causa del fenómeno atmosférico podrían totalizar hasta 4,645 defunciones.
Según los hallazgos de la investigación, publicada hoy en la revista especializada New England Journal of Medicine, además de las muertas directas del ciclón, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades explican que también se deben contar fallecimientos ocasionados por condiciones inseguras o insalubres que puedan redundar en lesiones, enfermedades, e incluso la inexistencia de servicios médicos inmediatos.
En ese caso, para trazar la ruta de potenciales muertes, los investigadores de la Universidad de Harvard calcularon el número de fallecimientos tras una encuesta a sobre 3,300 personas al azar en Puerto Rico y compararon el estimado de la tasa de mortalidad de los meses posteriores al huracán con la tasa de mortalidad del mismo periodo en el 2016.
“A partir de los datos de la encuesta, estimamos una tasa de mortalidad de 14.3 muertes por cada 1,000 personas desde el 20 de septiembre hasta el 31 de diciembre de 2017. Esta tasa arrojó un total de 4,645 muertes excesivas durante este período equivalente a un aumento del 62% en la tasa de mortalidad en comparación con el mismo período en 2016”, lee las conclusiones del estudio. Incluso, la observación no descarta que el conteo sobrepase las 5,000 muertes. Los investigadores entienden que todos estos decesos como consecuencia del huracán pudieron haber ocurrido entre el 20 de septiembre y el 31 de diciembre de 2017.
Asimismo, exponen que la tasa de mortalidad en Puerto Rico se mantuvo alta hasta finales de diciembre de 2017, y un tercio de las muertes se atribuyeron a falta de atención médica o servicios de salud interrumpidos.
“En Puerto Rico, todas las muertes relacionadas con desastres deben ser confirmadas por el Instituto de Ciencias Forenses. Esto requiere que los cuerpos sean llevados a San Juan o que un médico forense viaje al municipio para verificar la muerte, a menudo retrasando la emisión de certificados de defunción. Además, aunque las causas directas de muerte son más fáciles de asignar por los médicos forenses, las muertes indirectas resultantes del empeoramiento de las condiciones crónicas o de los tratamientos médicos diferidos no se pueden capturar en los certificados de defunción”, alerta el estudio.
Para los investigadores, esa dilatación conlleva amplios retos para la documentación real de los fallecimientos.
Para el gobierno, quien hoy delegó la reacción del estudio de la Universidad de Harvard a Carlos Mercader, director ejecutivo de la Administración de Asuntos Federales (Prfaa, en inglés), no es sorpresa que sean más las muertas que pudieran haber ocurrido a causa del ciclón.
“El gobierno de Puerto Rico da la bienvenida a la encuesta recién publicada de la Universidad de Harvard y esperamos analizarla. Como todo el mundo sabe, la magnitud de este trágico desastre causado por el huracán María resultó en muchas muertes. Siempre hemos esperado que el número sea más alto de lo que se informó anteriormente”, expresó el funcionario por medio de un comunicado.
La situación, no obstante, ya había sido alertada de antemano por el Centro de Periodismo Investigativo (CPI), que en diciembre reveló que las muertes a causa del huracán se ubicaban en alrededor de 985 personas.
En esa ocasión, el CPI utilizó datos de Center for Puerto Rican Studies de la Universidad de la Ciudad de Nueva York. Desde el 20 de septiembre de 2017 – entonces el CPI– “la tasa promedio de muertes diarias aumentó en un 43% con picos de cerca de un 80% en días como el 21 y el 25 de septiembre. En octubre, las muertes aumentaron un 23.3%”.
Las autoridades gubernamentales, por su parte, descartaron la realidad de estos datos y se aferraron a sus cifras “oficiales”. Empero, ante los constantes cuestionamientos sobre los números de muertes, en diciembre de 2017 el gobernador Ricardo Rosselló “aceptó que el proceso de contabilizar las muertes provocadas por el desastre en Puerto Rico debe rehacerse e investigarse de forma ‘minuciosa’”, reportó el CPI.
Para ello, el gobierno pactó una alianza con la Escuela de Salud Pública del Instituto Milken de la Universidad de George Washington (GWU, en inglés) para investigar en detalle las muertes. Precisamente, la semana pasada esta institución solicitó más tiempo para entregar el estudio. En varias ocasiones, se ha informado que esta observación se haría en alianza con la Universidad de Puerto Rico (UPR). No obstante, en reiteradas ocasiones Diálogo ha solicitado a las autoridades universitarias y a La Fortaleza datos más concretos sobre cuál es la participación de la institución en esta investigación, a quiénes se delegó y otros datos, pero ningún esfuerzo ha rendido frutos.
No obstante, en el parte de prensa enviado hoy por el director de Prfaa, este indicó que el estudio “será lanzado pronto”.
“Ambos estudios [el de Harvard y el de GWU] nos ayudarán a prepararnos mejor para futuros desastres naturales y evitar la pérdida de vidas “, adujo Mercader.