
Hay veces que que hay que preguntarles a los artistas: “¿Por qué?”. El tiempo en la industria de música pasa muy rápido y la pausa que le dio Fall Out Boy a su carrera en el 2009 fue un poco cuestionable. Todo hizo más sentido cuando se supo que el bajista, Pete Wentz, había estado casándose, divorciándose y siendo un padre mientras que Patrick Stump, cantante, grababa su álbum como solista.
Fall Out Boy anunció su retorno el pasado febrero y entonces la pregunta que había que formular era: “¿Para qué?” Son más las cosas malas que las buenas en “Save Rock and Roll”, cuyas presencias no van a ser notadas por los fanáticos todavía haciendo ruido por el retorno de la banda.
El quinto disco de Fall Out Boy suena como un chiste desde la primera nota, abriendo con unos violines tipo James Bond o película de acción. Una vez la voz de Stump se hace presente se nota la seriedad de “The Phoenix”, segundo sencillo del disco.
Tomando en cuenta el futuro de la colección, Fallo Out Boy ha lanzado las mejores canciones como sencillos. Pero ahora la pregunta es: “¿Ahora qué?”
El público se estremeció positivamente al escuchar “My Songs Know What You Did In The Dark (Light Em Up)”. Era un Fall Out Boy diferente pero familiar. Mantuvieron el mismo ritmo al lanzar “The Phoenix” que, a pesar de la peor letra del disco y quizás del año (“te cambiaré como un remix”), entretuvo con su atmósfera bailable.
Mediante las redes sociales, la banda lanzó también “Young Volcanoes”, himno pegajoso hacia los jóvenes. En menos de tres meses ya los mejores cortes del disco habían sido entregados. Solo falta “Death Valley”. Después de esa no hay más tela para cortar.
Otra incomodidad de la colección son las colaboraciones. La banda tiene amigos en todas partes pero mezclarlos en “Save Rock and Roll” no fue tan inteligente. En vez de preguntar, hay que simplemente decirle “no” a la banda en este ámbito que brinca de la voz dulce de Foxes en “Just One Yesterday” a la intercepción rapera de Big Sean en “The Mighty Fall” y el desastre de Courtney Love en “Rat a Tat”.
La mejor colaboración lo fue la presencia de Elton John en la última canción en donde Fall Out Boy piensa salvar el Rocanrol. Se le puede dar el trabajo a Elton John pero jamás a Fall Out Boy.
Adoptando un sonido pegajoso y de grito de guerra como suele hacer 30 Seconds To Mars, Fall Out Boy brilló solo por los meses que antecedieron el lanzamiento del disco. Algunas cosas se escuchan perfectas mientras otras se sienten vacías e incompletas.
Dejando a un lado los dos segundos en que la banda suena identica a "Rolling In The Deep" de Adele en "Just One Yesterday" , Fall Out Boy sigue siendo Fall Out Boy. Marcaron su sonido para principios de la decada pasada, pero sí se puede aventurar más allá de a lo que se atrevieron con "Save Rock and Roll".
La próxima pregunta que se le debe formular a la banda es: “¿Cuándo saldrá la represalia de ‘Save Rock and Roll’?”