CARACAS/BOGOTA- La senadora opositora Piedad Córdoba entregó ayer a dos familias las pruebas en vídeo de la supervivencia de un militar y un policía, que forman parte del grupo de 24 rehenes que la principal guerrilla de Colombia mantiene prisioneros en las selvas del país. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hicieron llegar a Córdoba un vídeo del cabo del Ejército Salín Antonio Sanmiguel Valderrama y del mayor la Policía Guillermo Solórzano. “Quiero informarles a la comunidad internacional, al pueblo colombiano y en especial a mi familia, que me encuentro bien física y mentalmente”, dijo Sanmiguel, con buen aspecto y vestido con una camiseta amarilla, en un breve vídeo cuyo fondo era una tela de camuflaje. El militar, secuestrado en mayo del 2008, dijo que durante el día teje y lee constantemente “la palabra de Dios”. Además, se declaró con “muchas ganas de vivir” y esperanzado “en la pronta libertad mía y de todos mis compañeros”. Por su parte, Solórzano, plagiado en el 2007, pidió diálogo para su liberación y envió un mensaje emocionado a su familia y amigos. “Pido a Colombia que no nos olviden, por favor”, dijo el militar, también con buen aspecto físico. Las pruebas se conocieron un mes después de que el presidente Alvaro Uribe restableció a la senadora Córdoba como mediadora para que participe en una eventual liberación de los 24 militares y policías secuestrados por el grupo rebelde, pero la condicionó a que se entreguen simultáneamente a todos los rehenes.
Córdoba, una férrea opositora del Gobierno de Uribe, expresó que en los próximos días se conocerán las pruebas de supervivencia del resto de policías y militares secuestrados. La congresista explicó que hubo dificultades en recibir las otras pruebas debido al temor de los encargados de recibirlas a la guerrilla, luego de que en noviembre del 2007 el Gobierno interceptó a rebeldes en Bogotá un vídeo en el que aparecía la entonces secuestrada Ingrid Betancourt. Pese al aval de Uribe a Córdoba, el Gobierno rechaza un acuerdo humanitario, como lo exige las FARC, para intercambiar a la totalidad de los secuestrados por cientos de guerrilleros presos. Las madres de San Miguel y de Solórzano pidieron fortaleza a sus hijos y pidieron a las FARC y a Uribe que avancen en la búsqueda del acuerdo humanitario. Actualmente, se espera que las FARC entreguen al suboficial de la Policía Pablo Emilio Moncayo -retenido desde hace 11 años- y al soldado Josué Daniel Calvo, así como el cadáver del capitán Julián Guevara, quien falleció durante su cautiverio. Las FARC han suavizado su posición y retiraron algunas exigencias para el acuerdo humanitario y recientemente el máximo líder del grupo armado, Alfonso Cano, manifestó que está dispuesto a negociar la paz con Uribe. Sin embargo, el mandatario rechazó al guerrillero como interlocutor legítimo para ello. Las FARC se levantaron en armas desde hace cuatro décadas, en un conflicto que deja miles de muertos al año, la mayoría civiles.
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