
El diseño del exhibidor de La Editorial lleva las señas de la Escuela de Arquitectura de la UPR. En lugar del tradicional diseño figurativo, los libros se exponen en un ambiente de sala de lectura. El equipo quiso crear una atmósfera que invite a hojear los libros que cuelgan de los estantes. Esta oferta a los sentidos se complementa con un mural hecho de las portadas de la extensa bibliografía de La Editorial, poniendo énfasis en los colores y los diseños más llamativos. Otro gancho estético es el logo de La Editorial, conformado por tradicional torre universitaria. Este año la FIL estuvo dedicada a la ciudad estadounidense de Los Ángeles. Aquí la gente se pregunta, el por qué y se comenta que es la primera vez que la Feria se centra en una ciudad y no en un país. La Editorial de la UPR lanzó la Antología Personal del cronista por excelencia Carlos Monsiváis. Con la humildad que da el falso divismo, el autor de Los rituales del caos, usa la escritura crítica como si fuera un héroe de la lucha libre y derroca cualquier discurso, incluso el más pedante. Luego de la presentación de su Antología, “Monsi”, como le llaman cariñosamente sus amigos, habló de su afición por la literatura puertorriqueña. También citó los críticos Rubén Ríos Ávila y terminó con una lista de lectura de los ‘imprescindibles’ de la escritura puertorriqueña: “El país de los cuatro pisos”, en el “Fondo del caño hay un negrito” de González, los cuentos de Rosario Ferré, Ana Lydia Vega y Manuel Ramos Otero, de quien ponderó mucho el intento de crear “un espacio barroco dentro de la literatura puertorriqueña”. A pesar de que el chileno escritor Antonio Skármeta no pudo asisitir a la presentación de su Antología, habló de la materia prima de la cual se nutre su obra. “El lenguaje cotidiano es delicioso, pero el lenguaje elaborado de la poesía, metido en la vida cotidiana, produce a veces fricciones, sueños y relaciones, que pueden ser maravillosas”.