No siempre uno logra presenciar o ser parte de un evento fuera de lo común, especialmente cuando se trata sobre algo natural que solo ocurre luego de cierta cantidad de años. Este es el caso de la palma Talipot, considerada entre las más grandes en el mundo, que por primera vez en muchos años floreció en el Jardín Botánico de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Lo que hace este florecimiento tan peculiar es que la palma Talipot tiene la particularidad de florecer y fructificar una sola vez durante su vida, y luego de que culmine el proceso, muere.
El doctor Eugenio Santiago, catedrático del Departamento de Biología de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, y curador del herbario del Jardín Botánico en Río Piedras describió el evento como uno especial que no ocurre todos los días, ni siquiera todos los años.
Este evento inusual es aún más extraño cuando observas que las miles de flores lucen como una peluca despeinada encima de la palma. Sin embargo, aunque no cumple con los estándares de belleza que estamos acostumbrados, su panícula sobresale alta y magnífica por encima de las palmas que la rodean.
La corypha umbraculifera, nombre científico para Talipot, es originaria de la India y Sri Lanka, y el curador estima que llegó a Puerto Rico en la década de los años 20. La palma tiene una duración de 30 a 70 años.
“Lo que está pasando ahora mismo es el único proceso de reproducción que va a hacer la planta en su vida, y entonces estamos viendo la florescencia, y cada una de las flores que se polinicen dan paso a los frutos. Realmente, las flores son estructura de reproducción”, destacó Santiago en entrevista con Diálogo.
Esta es la inflorescencia, o estructura reproductiva, más ramificada del reino vegetal. La floración de la Talipot comienza cuando la panícula crece encima de la palma, y a través del transcurso de un año, va creciendo, hasta que las flores polinizadas dan fruto a miles de semillas, que se convertirán en las futuras generaciones de Talipot.
El curador explicó que el evento reproductivo en esta palma es singular debido a que es una estrategia de supervivencia. “La palma pasa prácticamente toda su vida invirtiendo sus energías y alimentos en crecer y en ser robusta, y cuando llega el momento de reproducir, lo hace de manera extraordinaria y exagerada”, aseguró Santiago.
Este evento no ha sido único en los años recientes. En el 1997, varias palmas Talipot florecieron en diversas partes de Puerto Rico, específicamente en el Jardín Botánico de la UPR, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y la UPR en Utuado, de acuerdo con el curador. Igualmente, en el 2009, floreció otra en el Jardín Botánico de la UPR y el proceso de florecimiento, fructificación y deterioro fue captado en un vídeo.
“Ahora estamos en las primeras etapas de floración y próximamente, en algunas semanas se esté alcanzando el clímax de este proceso. Luego, por algunos dos o tres meses se podrá seguir viendo la floración, pero ya pasada la etapa más climática o pico”, puntualizó el catedrático.
Santiago mencionó además que esta Talipot es la última adulta en el Jardín Botánico, ya que las restantes son jóvenes. “Creo que esta puede ser una de las últimas florescencias de Talipot que veamos en nuestras vidas”, culminó el curador.
La Talipot florecida se encuentra actualmente frente al edificio de Biología dentro del Jardín Botánico Sur en Río Piedras.