Mientras gran parte de la atención pública de Puerto Rico se volcó el pasado mes de julio hacia el gobernador, Ricardo Rosselló, y su sorpresiva visita al partido final de la Copa del Mundo de la FIFA en Rusia, las jugadoras de la Selección Nacional de Fútbol, aprovecharon la coyuntura e interés generado por este evento deportivo para exigir transparencia y acción al liderato de la Federación Puertorriqueña de Fútbol (FPF).
Durante esos días en los cuales millones de entusiastas esperaban con ansias el partido de campeonato entre las selecciones masculinas de Francia y Croacia el 15 de julio, varios medios de prensa puertorriqueños reseñaron la declaración de Rosselló en torno a su propósito de visitar Moscú para el juego que decidiría el nuevo campeón mundial de fútbol. De acuerdo al primer ejecutivo puertorriqueño, su rol como invitado especial del evento sería para promover el desarrollo de este deporte en territorio boricua.
Sin embargo, ningún periodista aprovechó la ocasión para abordar a Rosselló sobre las denuncias públicas que ya comenzaban a hacer las futbolistas puertorriqueñas. Estos cuestionamientos implicaban directamente al presidente de la FPF, Eric Labrador.
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Al principio de uno de los partidos del equipo puertorriqueño contra el onceno Argentina el pasado 30 de agosto, las boricuas se colocaron las manos al lado de sus orejas, sugiriendo que sus reclamos deben ser escuchados. (You Tube)
Según las jugadoras, el liderato de la FPF había fallado en continuar un plan de trabajo, luego del logro obtenido en el 2015 tras alcanzar la ronda final de las eliminatorias regionales y consecuentemente participar en un torneo pre-olímpico clasificatorio a los Juegos Río 2016.
Además, denunciaron que la FPF perdió oportunidades de llevar a cabo partidos amistosos que pudieron haber fortalecido la preparación de la Selección previo a compromisos regionales.
Asimismo, salieron a relucir cuestionamientos por la falta del pago de dietas en los entrenamientos de las jugadoras, así como la ausencia de informes de la FPF en torno al uso del dinero que la entidad recibe anualmente de parte de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).
La claridad y elocuencia de los argumentos planteados por las futbolistas puertorriqueñas llevó a medios comerciales de prensa escrita y televisiva a realizar reportajes en los cuales se entrevistó a varias de las jugadoras de la Selección Nacional. Poco a poco la afición deportiva en Puerto Rico comenzó a conocer sobre la trayectoria, logros y el enorme potencial de estas atletas.
Por tal razón, fue motivo de celebración el anuncio hecho posteriormente por la FPF informando que finalmente se celebrarían partidos amistosos para el equipo de Puerto Rico. El onceno puertorriqueño se enfrentó a Argentina el 30 de agosto y 2 de septiembre. El primer partido fue en Mayagüez y el segundo enfrentamiento se llevó a cabo en Bayamón.
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Al final del segundo partido contra el equipo argentino, las puertorriqueñas saludaron al público mostrando una pancarta dirigida a la Federación Puertorriqueña de Fútbol que decía: “Queremos acción y continuidad”. (Facebook)
Para el primer choque, las boricuas hicieron una manifestación al principio del partido. En esa ocasión pusieron las manos al lado de sus orejas, sugiriendo así que sus reclamos deben ser escuchados. En el segundo amistoso, las puertorriqueñas saludaron al público al concluir el juego y mostraron una pancarta dirigida a la FPF que decía: “Queremos acción y continuidad”.
Ante los reiterados reclamos de las jugadoras, Labrador trató de minimizar la protesta y se mostró sorprendido. Incluso, le declaró al diario El Nuevo Día que él es quien tiene “los datos de lo que hemos hecho”, sugiriendo de esa manera que el reclamo de las futbolistas podría ser infundado y no es cónsono con los alegada información que posee la FPF.
Sin embargo, las primeras denuncias públicas hechas por las atletas ocurrieron más de dos meses antes de los dos partidos amistosos. Además, no es hasta que medios comerciales de gran circulación se interesan por la controversia, que Labrador finalmente promete publicar un informe de los gastos e inversiones realizadas por la FPF en los pasados años.
Sin aún saber cuál será el desenlace de esta situación o desconociendo si Labrador y la FPF finalmente comenzarán a operar con mayor transparencia, debe reconocerse la valentía y consistencia de estas jugadoras puertorriqueñas que han demostrado gran respeto al deporte y al uniforme que representa a su país. Su compromiso con la fiscalización hacia las instituciones deportivas y sus líderes debe servir de inspiración a la prensa deportiva y todas aquellas personas que reclamamos transparencia en el manejo de todas las federaciones deportivas de Puerto Rico.
Aunque el onceno puertorriqueño no clasificó a la Copa del Mundo FIFA de mujeres que se celebrará el próximo verano, su activismo ha sentado las bases para que generaciones futuras tengan mejores oportunidades y alcancen los torneos más importantes en el denominado “Deporte Rey” a nivel internacional.
El nivel de conciencia social de estas jugadoras fue igualmente reconocido el pasado 31 de julio, cuando dos de sus integrantes (Karina Socarrás y Selimar Pagán) participaron del evento “Vivas y libres nos queremos” en la Plaza de Recreo de Río Piedras. La actividad, que aspiraba a denunciar la violencia machista y el asesinato de mujeres en Puerto Rico, fue convocada por varias organizaciones feministas.
Ya sea en el terreno de juego, en las redes sociales cibernéticas, en los medios de prensa tradicionales o en las plazas públicas de Puerto Rico, el activismo de estas jugadoras ha aportado más al fútbol puertorriqueño que visitas faranduleras que políticos puertorriqueños han realizado a partidos de la FIFA.
Le corresponde al liderato de la FPF tomar en serio estas denuncias, publicar toda información relacionada a gastos y otorgar continuidad a los proyectos relacionados con las selecciones nacionales. De lo contrario, Labrador continuará siendo fiscalizado por las jugadoras, la prensa deportiva y los/as hinchas que deseamos ver a Puerto Rico participar en torneos internacionales de envergadura.
El autor es periodista independiente.