Luego de pasar más de dos años refugiado en la Embajada de Ecuador en Londres, el periodista australiano y fundador de WikiLeaks, Julian Assange, declaró recientemente que pronto abandonará la Embajada debido a cambios en la política de extradición de Gran Bretaña.
La Policía británica busca a Assange para extraditarlo a Suecia, donde desde el 2010 es sospechoso de cometer abuso sexual, coerción ilícita e intento de violación contra dos mujeres, una de ellas quien presuntamente dormía cuando Assange reanudó el acto sexual.
La nueva política de Gran Bretaña sostiene que la solicitud de extradición solo puede ser procesada si ya se presentaron los cargos en el país solicitante. Antes, un individuo podía ser extraditado con solo ser sospechoso de un delito, como es el caso del activista. Assange señala que aún no se le han presentado cargos formales en Suecia.
En relación a la extradición, una portavoz del Ministerio del Interior británico explicó que la medida no es retroactiva, es decir, que no le aplica al caso de Assange porque la solicitud de extradición se presentó antes de la nueva política. El sospechoso ya recurrió a todos los foros apelativos posibles cuando se le procesó el juicio para extradición en el 2012. También, en el sistema judicial sueco, los cargos se presentan formalmente luego de arrestar y cuestionar al sujeto sospechoso, algo que no ha sucedido con el periodista.
La Justicia sueca mantiene una orden de detención en su contra y lo busca para interrogarlo. Assange ha reiterado en múltiples ocasiones que el caso es fabricado y cuya intención es fungir como maniobra para luego extraditarlo a Estados Unidos, donde le podrían levantar cargos por delito de espionaje. Assange teme que dichos cargos lo conduzcan a la pena de muerte.
El exportavoz del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Matthew Miller, indicó en noviembre de 2013 que sería poco probable que se le presentaran cargos a Assange en suelo estadounidense, ya que entonces habría que procesar a otros medios que publicaron contenido de WikiLeaks, como por ejemplo The New York Times. No obstante, una declaración similar no ha sido formalmente confirmada por el gobierno estadounidense.
Entre la violencia de género…
El caso de Assange está envuelto en una nube de suposiciones, ya que aún no se han presentado pruebas ni evidencia, y se debe esperar a un debido proceso de ley para esclarecer el asunto. No obstante, su caso produjo en el 2010 un dislocamiento en el activismo feminista y varias portavoces asumieron posturas dispares.
La escritora, crítica y activista feminista Naomi Wolf manifestó que la persecución a la que ha sido sometido Assange es una afrenta a "las verdaderas víctimas de violación", pues nunca se ha visto que la Justicia tome tan en serio los casos de abuso sexual, y menos en una situación que calificó de “ambigua”. Wolf, quien ha trabajado con víctimas de violación por más de veinte años, añadió: “[Envía el mensaje de que] si alguna vez quieres que alguien tome en serio un delito sexual en tu contra, es mejor asegurarse de que el hombre al que acusas también haya puesto en aprietos al gobierno más poderoso de la Tierra”.
Por el contrario, la activista y sobreviviente de violación Jaclyn Friedman reafirmó que Assange sí cometió un delito sexual contra las mujeres y que ellas, como cualquier otra, tienen el derecho a exigir que se haga Justicia. “Mi preocupación es que estas denuncias sean tomadas en serio, no minimizadas…porque representan las experiencias reales de víctimas de violaciones de todo el mundo, y se tiene que hacer que él responda por eso al sistema de Justicia”.
En entrevista con Diálogo, la activista feminista y profesora Margarita Mergal subrayó la falta de datos y evidencia en el caso. No obstante, criticó la liviandad con que Assange manejó el asunto.
“Debería tomarlo en serio, crea o no que es culpable o inocente. Si se prueba en un tribunal que fue culpable pues que lo pague, si no, que quede exonerado", sostuvo Mergal.
…y la persecución política
El portal cibernético WikiLeaks estremeció al mundo al sacar a la luz información secreta en el 2010 que debilitó la credibilidad de numerosos gobiernos. Mergal, quien también dicta seminarios en la Escuela de Comunicación de la Universidad de Puerto Rico, opinó que "abrir un locus de información básica para la prensa y el proceso democrático es un elemento positivo".
Entre las publicaciones cruciales de WikiLeaks, los Registros de la guerra afgana revelaron en el 2010 información secreta de torturas, muertes a civiles y encubrimiento de evidencia de parte de Estados Unidos y sus aliados. Ante esa filtración, que muchos consideraron la mayor en la historia militar de Estados Unidos, dicho gobierno condenó "la divulgación de información clasificada por individuos y organizaciones que podrían poner en peligro la vida de estadounidenses y aliados, y que amenazan nuestra seguridad nacional".
WikiLeaks también sacudió al mundo con la publicación de cables diplomáticos que desestabilizaron principales potencias europeas, entre ellas Gran Bretaña y Suecia. Reveló que el gobierno británico ofreció entrenamiento a una fuerza paramilitar de Bangladesh denunciada por organizaciones de derechos humanos como "el escuadrón de la muerte del gobierno". Publicó cables diplomáticos que incriminaban a Suecia de proporcionar información confidencial de sus ciudadanos a Estados Unidos.
Sobre Ecuador, se denunció la corrupción policiaca, lo que en un principio provocó que el gobierno ecuatoriano expulsara a la embajadora estadounidense de su tierra. También se involucró luego a Estados Unidos en intentos por sacar del poder al actual presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Correa ahora reafirma su apoyo a Assange; recientemente denunció la "violación a los derechos humanos" del fundador de WikiLeaks por parte del gobierno británico. Assange, que aparentemente presenta un deterioro en su salud, no ha cruzado el umbral de la puerta principal de la embajada de Ecuador desde su ingreso.