“Báilala, báilala, celébrate la vida que está buena de verdad”, repetía el club de fanáticos mientras los atletas sumergían sus manos en el talco, señal clara que les llegó su turno de competir. El júbilo recargaba la fuerza con la que azotaban las pleneras en las gradas despintadas de la cancha Manuel Carrasquillo Herpén.
No es la primera vez que el Equipo Nacional de gimnasia recibe la visita de Penn State University para competir. Cada año, celebran el “Dual Meet PSU & PUR”, en el que ambos grupos se enfrentan, a modo de exhibición, como preámbulo a otras competencias del año, como el Campeonato Mundial de Gimnasia.
“Para nosotros la celebración del dual meet representa la unión de los deseos y amistad que por años ambos equipos, el de Penn State University y el Equipo Nacional Masculino, teníamos. Equipos probados como exitosos, emprendedores y sobretodo comprometidos con el deporte de la gimnasia”, expresó el presidente de la Federación Puertorriqueña de Gimnasia, José Vargas.
Con menos participantes que la universidad norteamericana, el equipo de Puerto Rico logró destacarse en cuatro de las seis rotaciones que incluían rutinas de piso, caballo con arzones, anillas, salto de caballo, barras paralelas y barras fijas.
En las rutinas de piso, recorrían cada esquina del área de competencia con piruetas y movimientos que demostraban balance, mientras que otros, con movimientos simétricos y rítmicos domaban al caballo con arzones para el deleite de los jueces. Los puertorriqueños, Alexander Rodríguez y Luis Rivera se alzaron con los primeros lugares en estas rotaciones respectivamente.
“Próxima rotación”, anunciaban por el micrófono. Los fanáticos, nuevamente se acomodaban para repetir el coro, esta vez con más emoción porque le tocaba el turno al atleta olímpico Tommy Ramos. Aunque con brazos y pechos inflados de fuerza, los rostros se mantenían serenos, en su mayoría. Posiblemente, las partículas del talco en el aire no pasaban inadvertidas por esas miradas llenas de concentración. Entre los más sobresalientes del grupo, Ramos logró cautivar a los jueces con su rutina, en la que ejecutó movimientos tradicionales de las anillas con un control envidiable.
En las barras, con rutinas más complicadas, Emmanuel Gómez consiguió el primer lugar en su rotación. “Báilala, báilala”, volvieron, esta vez, mientras los integrantes del Equipo Nacional se confundían en abrazos para felicitarse por sus ejecutorias. Aunque Penn State se adueñó del primer lugar como equipo, los presentes continuaron con el coro en la cancha.
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