El Colegio Universitario de Cayey (CUC) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) graduó ayer a 525 nuevos profesionales en una emotiva ceremonia en la Plaza del Centenario de la institución que estuvo atestada por profesores, familiares y los orgullosos toritos.
En los actos participaron: el presidente de la UPR, Uroyoán Walker Ramos, el rector del CUC, Mario Medina Cabán, los profesores de las facultades de Administración de Empresas, Artes, Ciencias y Preparación de Maestros, y la participación especial como orador invitado del secretario de estado, David Bernier Rivera, quien es egresado de esta unidad.
La emotiva ceremonia comenzó puntual con el desfile de los graduandos que partieron del anfiteatro Arturo Morales Carrión, y entre aplausos y vítores de sus seres queridos y los profesores apostados hacia los lados, fueron tomando asiento en la plaza iluminada con los colores emblemáticos de la universidad, verde, rojo y blanco.
Al iniciar los actos, los toritos se mostraron eufóricos con el rector Medina Cabán, y se dispusieron a escuchar los discursos de la ceremonia con entusiasmo y evidente emoción.
El primer mensaje estuvo a cargo de la presidenta del Consejo General de Estudiantes (CGE) de Cayey, Stephanie Rodríguez-Galí, que instó a sus compañeros a perseguir sus sueños y a echar el resto por el País.
Asimismo, su homóloga, la presidenta de la Clase Graduanda 2015, citando el himno del recinto, alentó a sus compañeros para que sean, “¡Libres en el pensamiento/ Estudiantes a luchar!/ ¡La verdad es nuestro aliento,/ adelante hasta triunfar!”.
Por su parte, el rector Mario Medina Cabán, con su distintiva jovialidad, se hizo sentir muy próximo al estudiantado, aun estando en el proscenio. El experimentado docente, quiso brindar un mensaje más fresco, prefiriendo hacerlo como un diálogo, “la última clase que tomarán conmigo”.
Al inicio de su mensaje, no perdió oportunidad para felicitar a la Clase Graduada de 1990, que celebró su 25 aniversario, y que por los lares del verde recinto se escucharon a sus miembros vitorear.
Medina Cabán, exaltó la fuerza tora de su institución cuando dijo: “nosotros no decimos que somos excelentes, nosotros demostramos que somos excelentes”.
Su discurso, muy aplaudido por los estudiantes, culminó felicitando a “los toritos y toritas” presentes, destacando que, “ustedes han mostrado valentía y compromiso […] ¡Pa’lante jóvenes!”.
Así, asumió el podio el presidente de la Universidad, Uroyoán Walker que se dirigió a los candidatos a grado con efusividad.
“A partir de este día, ustedes los toritos de la UPR Cayey están listos”, mencionó entre gritos de júbilo.
Como ha hecho en todas las ceremonias del sistema, Walker apostó al capital intelectual y humano de la Universidad como, “la principal fuente de riqueza del País”, y resaltó que, en Cayey se encuentra el profesor de biología, ganador del Premio Presidencial, Javier Arce que, es un ejemplo de las aportaciones de la universidad a la Isla.
De esa forma, el orador invitado, el secretario de estado, David Bernier asumió el estrado de los actos de los que participó en calidad de graduando en el año 1999. El secretario miró con admiración desde la tarima a los jóvenes y a sus familiares antes de disponerse a dar su mensaje.
Congeniando con los demás discursos, el funcionario rememoró su paso por la UPR diciendo que, “el recinto de Cayey no solo es el más verde, como dijo el presidente, el recinto de Cayey es el más lindo y por mucho”. A sus palabras le siguieron aplausos y gritos de alegría.
Sin embargo, Bernier hizo énfasis en el Puerto Rico de hoy que, inmerso en una deuda billonaria y acarreada por años, “requiere una nueva visión”. Mas, así como el presidente apostó al capital intelectual de los toritos egresados, el también torito animó a los jóvenes a destacarse de la mejor manera en sus respectivas disciplinas para enderezar el rumbo de la Isla.
“El País donde caerá su birrete es un País distinto al País donde cayó mi birrete”, dijo. No obstante, apeló a la humanidad y buena fe del ciudadano puertorriqueño para prosperar.
El miembro del gabinete ejecutivo reconoció que, en un país estigmatizado por el fanatismo político y las disidencias que esa conducta trae, “han heredado ustedes un país polarizado”. Sin embargo, expresó convencido que las diferencias son más pequeñas que los buenos valores y el talento intelectual, como el de los jóvenes graduandos.
Así, concluyendo la extensa parte de mensajes protocolares y de felicitación el rector, Mario Medina Cabán dio paso a las premiaciones de honor. Comenzó por otorgar la medalla del rector al excatedrático, profesor de música y exdirector del coro del campus, doctor Amílcar Rivera.
Los honores fueron varios en la clase 2015, entre los 525 toritos graduados se destacan: 96 con el honor Cum Laude, 68 Magna Cum Laude y 6 que brillaron con el máximo galardón, Summa Cum Laude.
Los estudiantes que se alzaron con el más alto premio fueron: Celizbets Colón Ortiz, Eduardo Javier Crespo Cruz, Faviola Jo Ann León Torres, Stephanie Pagán Rodríguez, Giselle Noemí Rivera Dávila y Luzmarie E. Vázquez Castro.
La ceremonia, que se extendió por poco más de tres horas culminó con globos rojos, verdes y blancos, lágrimas de felicidad, y por ende el último fajazo de los toritos camino del éxito.
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