
Es tiempo de que los gobernantes vayan más allá de sus promesas y declaraciones escritas, y garanticen los derechos de los seres humanos con actos.
Así lo dejaron saber un grupo de defensores de los derechos civiles, en conferencia de prensa celebrada ayer con motivo del cierre del primer Encuentro por los Derechos Humanos 2012, celebrado en la Universidad del Sagrado Corazón del 7 al 10 de diciembre.
La actividad sirvió de marco para pedir la excarcelación del preso político Oscar López Rivera, quien lleva 31 años encarcelado en una prisión de Estados Unidos. También, el cónclave se llevó a cabo en memoria del jurista Juan Santiago Nieves.
El evento, el cual coincidió con la celebración del 64to aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). Asimismo, la discusión reunió a líderes religiosos, togados, catedráticos.
Entre éstos, estuvo presente el obispo metodista, Federico José Pagura, quien anteriormente hizo peticiones al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, pidiéndole una mayor democracia.
"Para mí este ha sido un evento sumamente significativo porque no ha sido puramente teórico o académico, sino que aquí los problemas latentes en Puerto Rico, en los Estados Unidos y en otros lugares de América Latina, están siendo los grandes desafíios que tenemos", señaló el obispo.
El representante de la Iglesia Evangélica Metodista Argentina, manifestó que "ya no se puede seguir hablando de derechos humanos si no se cumplen, si no se obedecen los derechos humanos".
Asimismo, el obispo contó que hace unos años realizó una visita a los EEUU para verificar hasta qué punto se le respetaban los derechos humanos a las minorías étnicas.
"Descubrimos que había una violación casi sistemática de los derechos humanos de acuerdo al color de la tez, de acuerdo al origen étnico, de acuerdo a la cultura, a la pobreza o a la miseria de donde prosedían las personas a las cuales fuimos conociendo y visitando", comentó.
Para Pagura, ha llegado la hora de comenzar a solicitar respeto hacia los derechos humanos a las grandes potencias que se han presentado como pioneras al momento de hablar sobre el tema.
"La realidad nos está diciendo todo lo contrario. Las grandes violaciones a los derechos humanos están empezando en las grandes potencias que se dicen a la líder de los derechos humanos. Y eso, ese tipo de hipocresía no puede aceptarse más", sentenció.
El obispo argentino añadió que trabaja en conjunto con personas de distintas denominaciones religiosas y esperan "ser muy exigentes en cuanto a las instituciones llamadas religiosas".
"Las religión puede ser el opio de los pueblos o puede ser la semilla de un despertar de muchas conciencias y de muchas vidas. Pero eso significa que las instituciones también tienen que convertirse, que transformarse, tienen que convertirse en ejecutoras de aquello que anunciamos desde nuestros púlpitos (…) para convertirse en hechos concretos", pronunció.
Pagura finalizó diciendo que ya el discurso oral simplemente no basta. "Son hechos, no palabras lo que el mundo está demandando de nosotros", dijo.
Por otro lado, el licenciado Fermín Arrraiza sostuvo que durante el Encuentro se acordó la diseminación de tres resoluciones. Una de ellas "condena las manifestaciones de racismo y colonialismo por parte del gobierno israelí y estadounidense hacia Palestina". Ésta hace un llamado a apoyar a través de eventos, declaraciones, entre otros, la liberación de los prisioneros políticos palestinos detenidos en cárceles de los EEUU e Israel.
Asimismo, exigieron la liberación de todos los prisioneros políticos, en especial del puertorriqueño Oscar López Rivera.
"Exhortamos al presidente Barack Obama a que le conceda la excarcelación del prisionero político Oscar López Rivera como un acto de humanidad. Treintaiún años de confinamiento constituye un castigo cruel e inhumano, sobre todo, al tratarse de la convicción por un delito ideológico", expresó.
Al cierre, el cónclave aprobó una resolución para resaltar la situación de los derechos humanos en los EEUU. Esa declaración se concentra en denunciar "la situación crítica en que se encuentran los derechos humanos debido a la contrainteligencia y al espionaje político y no polítco bajo la llamada guerra contra el terrorismo".