La ebriedad de las primarias – quizás hasta literalmente, pues ya eso de Ley Seca no existe – aún se palpa en el ambiente de este ufano lunes. Pero, ya con la resaca a cuestas, preguntémonos, ¿qué realmente pasó aquí?
Para entender por qué Ricardo Rosselló le ganó a Pedro Pierluisi para agenciarse el campeonato máximo del Partido Nuevo Progresista (PNP) y por qué Héctor Ferrer aplastó a Ángel Rosa en ruta a conquistar la candidatura a comisionado residente en Washington DC, consultamos al analista, doctor en ciencias políticas y otrora profesor del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico, José R. Rivera.
Rosselló versus Pierluisi y “la vieja felicidad colectiva”
Empecemos con el combate más fogoso de toda la cartelera del domingo, entre Ricardo Rosselló y Pedro Pierluisi, por la candidatura a la gobernación por el PNP. Rosselló arrancó el día con una ventaja contundente, que fue reduciéndose según llegaban los votos contados. Acabó venciendo a Pierluisi por poco más de dos por ciento de las votaciones y ya a eso de las once de la noche, el aún comisionado residente en Washington DC aceptaba la derrota.
“Aquí hemos visto el regreso del PNP a una lógica más centrada en la forma y la estética, que en la sustancia. Evidentemente, los electores del PNP optaron por un candidato con menos experiencia, pero más presentable en términos de juventud. Quizás a Pierluisi le pudo afectar el haber endosado a PROMESA, pero a Rosselló no lo evaluaron críticamente. Simple y llanamente, lo escogieron por su estética y por un elemento nostálgico que muchos conciben de forma distorsionada, que fue el periodo de Pedro Rosselló como gobernador, el que es visto como el mejor dentro el corazón de rollo. El corazón del rollo votó buscando ese éxtasis que les producía la incumbencia de Pedro Rosselló en los 1990”, despepitó de inmediato Rivera.
¿Estamos en 1992 de nuevo?, le preguntó Diálogo.
“No necesariamente, pero sí veo aquí un deseo patológico, pues es precisamente este recuerdo de nostalgia, el recuerdo más fanático, el del corazón del rollo de aspirar a regresar a ese éxtasis político, el que más influyó aquí. Se votó sin tomar en cuenta que el muchacho no tiene la experiencia y que las últimas administraciones del PNP, la de su padre y la de Luis Fortuño contribuyeron grandemente a la debacle de este país. No se procuró pasar todo el discurso y la plataforma por un cedazo crítico. Esa masa novoprogresista que votó es acrítica y sigue por fe y por dictamen y eso es una patología”, resaltó Rivera.
El experto entiende que a Pierluisi pudiese haberlo perjudicado su respaldo al proyecto de PROMESA, que avala una junta de control fiscal, “pero aquí yo veo más un afán de volver a los tiempos de su padre (el de Ricardo Rosselló), como si fuese algo de júbilo”.
“A esto José Luis González, en El país de los cuatro pisos, le llama la vieja felicidad colectiva”, dijo, refiriéndose a la frase que utiliza González para narrar la defensa del independentista de la década de los setenta de una nostálgica cultura hispana que obviaba la identificación con la nueva izquierda latinoamericana, y que se basaba en defender cualidades propias del puertorriqueño colonial bajo el yugo de España.
“En términos perceptuales, no ha habido un período más feliz para el corazón del rollo del PNP que los ocho años de la gobernación de Pedro Rosselló, pues eran tiempos de un amplio crecimiento económico en Estados Unidos que se reflejó parcialmente en Puerto Rico, en virtud de que somos un apéndice a esto. Nuestro electorado, muy poco educado, en especial en las filas del PNP, asocia los noventa con la obra de Rosselló. Si te pones a ver, el término de gobernación de Luis A. Ferré realmente fue corto y contencioso, con sucesos álgidos como la guerra de Vietnam, la huelga de la UPR. Y en el caso de Romero, fue un periodo muy polarizado, que si bien hubo mucho activismo estadista, también hubo muchos momentos incómodos, como los sucesos del Cerro Maravilla, las carpetas, la persecución política, y el estigma de Valencia en las elecciones del ’80”, puntualizó Rivera.
El periodo de 1993 a 2001 de Rosselló fue uno “de fantasía y de alucinación, de un viaje de éxtasis para los anexionistas, lo suficiente como para desear un retorno a eso. Y ese retorno se lo da, de forma obvia, la figura de su hijo, Ricky Rosselló”.
“Me pregunto cuál fue la razón por la que Ángel Rosa se postuló”
La otra contienda interesante de la política local se presentó en el Partido Popular Democrático (PPD), por la candidatura a la comisaría residente en Washington DC, entre Ángel Rosa y Héctor Ferrer.
“Ahí francamente, me pregunto cuál fue la razón particular por la que Ángel Rosa se postuló a la comisaría residente. Él luchó bastante por hacerse un sitial en el PPD, al lograr un espacio en el Senado se hizo un nicho en el partido, a través de sus posturas mediática en WKAQ 580 alcanzó reconocimiento, pero luego sucede esto”, señaló de inmediato Rivera.
“Estamos hablando de un político con poca experiencia, apenas cuatro años de trabajo legislativo, que es muy poco trabajo político comparado con Héctor Ferrer. Ferrer no es una persona simpática, es muy abrasiva, aunque se ha atenuado por su padecimiento de salud, pero míralo en términos de la imagen que él proyecta, alguien fogoso, que se le oponen tanto dentro del partido como con sus rivales políticos, y eso le ha ganado muchos adeptos en la militancia del PPD, que le ha sido fiel. La debacle de 2008 con el fracaso estrepitoso de Aníbal Acevedo Vilá fue un golpe contundente al PPD, y fue Ferrer el que tomó aquella colectividad derrotada. Los electores se acordaron de eso. Además, le reconocen su trayectoria legislativa”, acotó.
Dime con quién andas: RHC afectó a Rosa; Pesquera es un “perdedor consolidado”
Otros factores que afectaron los resultados tienen que ver con las distintas figuras que respaldaron a tal o cual candidato. Por ejemplo, el veterano analista entiende que la figura de Rafael Hernández Colón fue perjudicial para Rosa, pues “a pesar de ser un líder histórico, no tiene el aplomo de un Luis Muñoz Marín, por ejemplo”, y aún usa su influencia en el PPD para el beneficio personal y de los suyos, “y eso la gente lo nota”.
“Para colmo, su última administración, de 1989 al 1993, fue de las peores para Puerto Rico y los estudiosos entendemos que fue ahí donde empezamos a percibir que ya se estaba entrando en una espiral hacia la baja, debido a sus excesos y determinaciones”, articuló Rivera.
“Entonces, siempre usa su influencia, aun cuando ni figura en el entorno político inmediato. Por ejemplo, se esperaba que cuando Alejandro García Padilla ganó en 2012 fuese Roberto Cox Alomar el asignado a la silla de Agencia de Asuntos Federales en Washington y al que apuntaron fue al ‘Tigre’ (Juan Eugenio Hernández Mayoral), porqué así lo quiso ‘Cuchín’. Hernández Colón usa su influencia para dejar anclado al PPD y eso los populares, a mi entender, lo rechazan”, agregó.
En cuanto a Rosselló y Pierluisi, Rivera señaló que sus respectivos compañeros de papeleta tuvieron un rol importante en el desenlace.
“Creo que tanto Jennifer González como Ricky se remolcaron mutuamente, pero en el caso de Pierluisi, pues salió trasquilado, porque Pesquera es una figura tóxica en la política puertorriqueña”, interpuso Rivera.
“En términos político electoral, Pesquera es un candidato perdedor, es un perdedor consolidado, vamos”, dijo. “Se hizo a la candidatura en el 2000 y perdió ante Sila. Perdió unas primarias con Rosselló padre en 2004. Y ahora con este tercer intento se consolida como un político perdedor. Por si fuera poco, trata de apoyarse en su experiencia y ¿qué tiene para mostrar? En 1993 fue Secretario de Transportación y Obras Públicas, como un lacayo del padre del contrincante de su compañero de papeleta. Toma responsabilidad por la carretera #10 que es un fracaso. El Tren Urbano fue otro fracaso. Además, no tiene nada de carisma político. Eso no iba para ningún lado y creo que hasta salpicó a Pierluisi”, añadió.
Mañana, nuestro experto discute con Diálogo la contienda primarista del Partido Demócrata en Puerto Rico, entre Bernie Sanders y Hillary Clinton. También, le echamos un vistazo a cómo queda de cara a las elecciones las figura de David Bernier, candidato a la gobernación por el PPD que no fue a primarias, y cómo van posicionadas las otras opciones electorales como el Partido Independentista Puertorriqueño, el Partido del Pueblo Trabajador (PPT) y los candidatos independientes Manuel Cidre y Alexandra Lúgaro.
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