
BRASILIA- En declaraciones formuladas durante una visita oficial a Brasil, que apoya una línea más suave contra Teherán, Hillary Clinton aseguró que era el momento para la acción en la disputa nuclear iraní. “El momento para la acción internacional es ahora. Sólo después de aprobar sanciones en el Consejo de Seguridad, Irán negociará de buena fe”, declaró. “Esa es mi convicción, es la convicción de nuestra administración: que una vez que la comunidad internacional hable al unísono en torno a una resolución, entonces los iraníes vendrán y comenzarán a negociar”, agregó Clinton. Pese a sus fuertes palabras, Clinton no consiguió el apoyo de Brasil para nuevas sanciones y el presidente Luiz Inácio “Lula” da Silva declaró que no era prudente “arrinconar a Irán” por su programa nuclear. A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, repitió que Brasil sentía que aún existía espacio para otros dos o tres meses más de negociaciones con Irán. “Aún tenemos alguna posibilidad de llegar a un acuerdo (…) pero eso podría requerir mucha flexibilidad en ambos lados”, argumentó Amorim durante una rueda de prensa junto a Clinton. “No cederemos simplemente al consenso en evolución si no estamos de acuerdo”, agregó. Clinton expresó decepción ante la postura brasileña y dijo que las negociaciones con Irán habían sido infructuosas. “La puerta está abierta para la negociación, nunca la cerramos. Pero no vemos a nadie, ni lejos a la distancia, caminando hacia ella”, declaró Clinton. Además, instó a los países a ser cautelosos ante las garantías de Irán respecto a que sólo tiene intenciones pacíficas. “Hemos visto un Irán que corre a Brasil, un Irán que corre a Turquía y un Irán que corre a China diciéndoles diferentes cosas para evitar sanciones internacionales”, manifestó. Un importante funcionario estadounidense, hablando a reporteros en el avión de Clinton, confirmó que los brasileños le dijeron a la secretaria de Estado que su posición no estaba “escrita en piedra” y que ambos países continuarían dialogando. El funcionario explicó que si la visita planeada de Lula a Teherán se da luego de una votación por sanciones en el Consejo de Seguridad podría “tomar un tinte diferente”, sugiriendo que el presidente brasileño podría actuar como un intermediario para exhortar a Irán a que vuelva a las negociaciones. Lula informó a reporteros que si bien Brasil respalda cualquier negociación con Teherán, “no apoyaría ninguna medida de Irán de ir más allá del uso de energía nuclear con fines pacíficos”. El mandatario añadió que planeaba tener una “discusión franca” sobre el tema con su homónimo iraní Mahmoud Ahmadinejad durante su visita en dos meses. La misión de Clinton a Brasilia se produjo en momentos en que diplomáticos estadounidenses buscan persuadir a miembros clave del Consejo de Seguridad de la ONU de que ha llegado el momento de actuar respecto a Irán, que ha desafiado exigencias de la ONU de que deje de enriquecer uranio. Si bien toda la atención sigue concentrada en Rusia y China, que tienen poder de veto sobre cualquier resolución, Estados Unidos esperaba ganar el apoyo de miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, como Brasil y Turquía, para presentar un frente unido en la disputa nuclear iraní. Diplomáticos en Nueva York afirmaron a Reuters esta semana que las potencias occidentales habían preparado una propuesta en borrador para una cuarta ronda de sanciones contra Irán por desafiar el pedido de la ONU. Los diplomáticos afirmaron que el borrador fue entregado por Estados Unidos a Gran Bretaña, Francia, Alemania, Rusia y China. Añadieron que las potencias occidentales esperan realizar una conferencia telefónica en breve entre las seis partes, posiblemente esta misma semana, para evaluar las posiciones de Moscú y Pekín.