
La alegría reinaba.
Contra viento, lluvia y huelga, unas 700 lobas y lobos de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo (UPRA) celebraron ayer haber vencido una marejada de obstáculos para cerrar un eslabón en sus vidas: su graduación.
El paso por la universidad es de por sí un camino arduo, pero esta clase graduanda llevó en su pecho insignias adicionales de grandes victorias a lo largo de su carrera académica.
Sus rostros lo reflejaban. El júbilo era palpable.

La UPRA graduó ayer a sobre 700 lobos y lobas. (Víctor Rodríguez-Velázquez/Diálogo)
Una crisis fiscal que, en ocasiones, estrangula al estudiantado; una huelga estudiantil que perduró más de dos meses; un huracán que devastó al país; y un año académico en un sistema de trimestres que, para muchos, fue agobiante.
Estos fueron algunos de los grandes retos a los que se enfrentaron los graduandos durante su vida universitaria y que durante la mañana celebraban en el Coliseo Juan Aubín Cruz Abreu, en Manatí.
“La Universidad de Puerto Rico en Arecibo ha contribuido grandemente en mí, profesionalmente, ya que me ha dado las destrezas para continuar mi carrera y salir al mundo laboral. Estoy muy agradecida. Han sido unos años muy difíciles ya que pasamos María, sobrepasamos la huelga, pero aquí estamos, graduándome de mi bachillerato”, le expresó a Diálogo la joven Jildred Ramos Arroyo.
Por estas razones es que el rector interino de la institución, Carlos Andújar Rojas, los catalogó como “la clase más resiliente en 50 años de la Universidad de Puerto Rico en Arecibo”.
“Hoy, le demostramos al país y al mundo que hemos cambiado el ‘no se puede’ a ‘cómo podemos hacerlo’… Son la generación que en circunstancias difíciles lograron con optimismo y perseverancia salir adelante”, expresó el rector durante su mensaje.

Rector interino de la UPRA, Carlos Andújar. (Víctor Rodríguez-Velázquez/Diálogo)
A pesar de las medidas de austeridad que han estado tomando la Junta de Control Fiscal y el gobernador Ricardo Rosselló sobre reformas y eliminación de derechos laborales, Andújar Rojas intentó ser optimista y les exhortó a los estudiantes a no migrar.
“Por favor, no se nos vayan, vamos a dar la pelea aquí dentro… Nunca dejen de luchar por sus ideales y sus derechos, el futuro se construye hoy y vamos a seguir construyéndolo”, les requirió.
Por esa misma línea, el presidente interino del sistema universitario público, Darrel Hillman, les agradeció “que aportaran al país con oxígeno de vida”.
“Les invito a invertir su talento, capacidades y esfuerzos a favor de Puerto Rico y la universidad”, demandó en su discurso para esta 48va colación de grados.

Presidente interino de la UPR, Darrel Hillman Barrera. (Víctor Rodríguez-Velázquez/Diálogo)
Dejan una universidad en decadencia
Sin embargo, esta clase graduanda es la última que pasará por el sistema universitario tal y como lo conocemos hoy.
Tras la aprobación del plan fiscal, los costos de estudio se duplicarán para el próximo año académico y comenzará la implementación de un sistema de conglomerados.
Con los recortes certificados por la Junta de Control Fiscal y acatados por la Junta de Gobierno de la institución, la UPR perderá unos $2,000 millones en cinco años en partidas provenientes del gobierno central.
“He visto de los gobiernos atacar la educación ya que es vital e importante para que un país continúe hacia delante… Los gobiernos tienen que entender que sin profesionales bien preparados no se puede echar un país hacia delante”, sostuvo el graduando y presidente saliente del Consejo General de Estudiantes, Ramón Torres Santiago.
Para el joven, quien estudió una doble concentración en Educación y Química, la UPR aún se mantiene firme, pero duda que continúe de esta manera.

Ramón Torres Santiago, presidente del Consejo General de Estudiantes de la UPRA. (Víctor Rodríguez-Velázquez/Diálogo)
“Yo espero que la futura generación haga todo lo posible para que la universidad prevalezca porque somos de calidad… El país está atacando demasiado nuestra universidad y debemos defenderla y continuar luchando para que ella prevalezca porque es lo único que no nos puede quitar la vida, el conocimiento”, resaltó.
Ante la situación que enfrenta la institución y el alza de $56 a $115 en el costo por crédito junto con la crisis económica que enfrenta el archipiélago borincano, el lobo Carlos Lugo Monserrat cuestionó la viabilidad de que las próximas generaciones puedan sufragar sus estudios.
En fin, que para estos jóvenes la lucha continúa.
“Ya no somos el futuro, somos el presente. Lo que hagamos, hagámoslo por Puerto Rico”, les recomendó Torres Santiago.