La Hermandad de Empleados Exentos No Docentes (Heend) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) rechazó ayer el recorte de beneficios propuesto por la administración universitaria como parte de la extensión del convenio colectivo.
La Heend celebró una asamblea donde participaron sobre 1,250 unionados para informar del estado de las negociaciones tras dos reuniones con la gerencia de la UPR en lo que va de mes. Allí, el gremio repudió las intenciones del presidente Darrel Hillman de eliminar sus “derechos fundamentales”. Entre ellos, eliminar el pago del exceso de 90 días acumulados por enfermedad, el fondo especial y la disminución de tareas administrativas, señaló el presidente de la unión José Torres Rosario.
También se verían perjudicadas varias licencias de la organización. Por ejemplo, la licencia escolar para hijos, que al momento suma 18 horas, podría ser reducida a 16 horas. En cuanto al cuidado de hijos con educación especial, el convenio se quedaría con apenas tres días de beneficio de los siete con los que contaba antes. Además, de tener hasta cuatro días de licencia por muerte de un familiar, ahora se contempla que sean entre tres y dos. Por último, la licencia de tratamientos especiales, que asegura 19 horas, se considera mermar a siete.
De igual forma, se disminuirá el tiempo para asistir a reuniones y asambleas de delegados o de la Junta de Directores e, inclusive, el tiempo para asistir a actividades culturales de la universidad.
“Donde han botado la bola… que verdaderamente lastima el alma, lastima el sentido común… es que nos quieren eliminar el tiempo para asistir a reuniones y asambleas. Eso no puede ser. Eso no es permisible”, exclamó Torres Rosario.
“Nos están diciendo que somos brutos. Tenemos el mismo derecho [de asistir a las actividades universitarias]. Somos forjadores de esta universidad”, añadió enfurecido.
El líder sindical también recalcó las exigencias de la Hermandad, que hasta el momento continúan sin respuesta de la Administración Central respecto a la extensión del convenio colectivo.
“Nos encontramos con la situación de que el patrono no quiere atender el asunto”, argumentó.
Del mismo modo, condenaron los cambios al plan médico impulsados por la administración, que también fue motivo de negociación a mediados del pasado año. De hecho, varios miembros del colectivo denunciaron en la asamblea que aún no cuentan con este beneficio de salud, a pesar de que sus patronos se han comprometido en otorgarlo.
“No puede ser que aceptemos ese vandalismo, que jueguen con nuestra salud”, expresó el dirigente.
Para la Hermandad, que cuenta con una matrícula cercana a 3,800 delegados, estas acciones administrativas son una “total falta de respeto a la organización y a la universidad”, al igual que una “intervención violenta y agresiva” contra el colectivo.
Por otro lado, mientras la Junta de Gobierno de la UPR alega que el Sistema de Retiro es “insostenible”, la nómina de contratos a personas en puestos de confianza sobrepasa los $100 millones, de acuerdo con otra de las acusaciones de la unión. Además, reprocharon la privatización de servicios de facturación en el Recinto de Ciencias Médicas, así como el plan de despido a más de 100 empleados de las clínicas de la Escuela de Medicina.
Por consiguiente, la Hermandad exhortó a su matrícula a “salir de las oficinas” y unirse en “acción sindical”. “Tenemos que ponernos los tenis, tirarnos a la calle, y luchar”, manifestó la expresidenta de la Heend, Sonia Reyes.
Aunque no se decretó un voto de huelga o paro laboral, la Heend recalcó la importancia de la alianza en el convenio para continuar con sus reclamos.
“Seguiremos en la mesa de negociación y tratando de hacer actividades para luchar por la Hermandad”, puntualizó Torres Rosario.