
En la Sexta Cumbre Social, titulada “Gobierno abierto para la acción efectiva”, se designó un grupo de trabajo para conversar críticamente y proponer estrategias de desarrollo económico para Puerto Rico.
En una de las sesiones realizada en el Teatro Tapia del Viejo San Juan, y celebrada el viernes pasado, los miembros del grupo escucharon y comentaron sobre la propuesta de Javier Hernández Acosta para desarrollar la economía del país.
Hernández Acosta, profesor de la Universidad del Sagrado Corazón, se enfocó en dos sectores: el cultural y el creativo. Su visión es que lo cultural y lo creativo son “un eje que puede ser transversal a toda la economía, inclusive al sistema del desarrollo”.
El profesor explicó que el tema de las industrias creativas y culturales no es reciente, pues desde finales de la década del 1990 muchos países han puesto énfasis en ambas. Destacó que estos sectores generan entre el cinco y seis por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y de tres a cinco por ciento de la tasa de empleo.
Mientras, en Puerto Rico, donde antes parecían actividades marginales al tema de desarrollo económico, estos sectores están generando casi tres por ciento del PIB, considerando la gran cantidad de economía informal. Sin embargo, el impacto directo en la creación de empleos es pequeño porque hay muchas microempresas.
“Siempre hemos estado unidos por la fiebre, se pone de moda una industria y ahí vamos detrás de ella. Tratamos de explotarlas aún sin tener una ventaja competitiva sostenible y cuando pasa la fiebre, ese sector desaparece”, sostuvo Hernández Acosta.
No obstante, dijo que la creatividad es un elemento que se ha mantenido constante y se convirtió como en un factor de producción económica adicional. Según el profesor, Puerto Rico tiene abundancia de ese factor creativo y “deberíamos utilizarlo estratégicamente para el tema de desarrollo económico”.
También indicó que ya existe una economía creativa en la Isla, que abarca las artes, los medios de comunicación, el diseño, la manufactura y turismo cultural, entre otros. Hay aproximadamente 20 mil creativos, de los cuales seis mil trabajan por cuenta propia y se han creado 1,200 empresas.
Para impulsar la industria creativa hay que considerar varios factores principales. El primero es la exportación directa del producto. Para esto propuso la colaboración y coproducción con otros países, como se ha hecho en el cine, porque esto tendría la ventaja de que sería un producto local en dos o más países.
Otro factor a considerar es la exportación indirecta, que según Hernández Acosta debe enfocarse en el turismo cultural. “Ya es tiempo de que las estrategias de turismo se enfoquen en el único elemento diferenciador real que tiene el país, que es el tema cultural”, señaló.
Sobre este particular añadió que es momento de que las estrategias y acciones de turismo se enfoquen en esa dirección, porque “si lo vemos en temas de política pública turismo se beneficia grandemente del trabajo cultural de los emprendedores culturales y creativos, pero al final no aporta directamente a generar esa actividad cultural. Así que se lleva todo el crédito sin poner un centavo prácticamente”.
También mencionó la importancia del consumo local y el diseño como eje de innovación. Es necesario incluir a los diseñadores desde la etapa temprana de producción y valorar el tema del diseño porque, según el profesor, muchas empresas de manufactura fracasan por no innovar en la producción a través del diseño.
Como último factor, hizo hincapié en que todo esto debe darse dentro de una estrategia bien pensada y organizada porque “no podemos seguir hablando de intentos aislados”.
Hernández Acosta destacó que en Puerto Rico “no hay acceso a un financiamiento diversificado para estas industrias”, por lo que el sector de la creatividad y la cultura están desventajados.
De igual forma, señaló que otro problema existente es que “nuestro sistema de educación constantemente mata la creatividad grado por grado”, debido a la falta de maestros de arte en las escuelas.
Teresa Marrero, en representación de Francisco Chévere, director de la Compañía de Comercio y Exportación de Puerto Rico, ofreció una breve presentación en la que comentó acerca de algunas leyes que promueven la creación de empresas.
Entre ellas, la Ley número 120 del 2014, que establece un programa de incentivos contributivos para las pequeñas y medianas empresas, y la Ley número 135 del 2014, para incentivar a los jóvenes entre 16 y 35 años a la creación de empresas.
Nelson Rochet, miembro del grupo de trabajo, tras tomar como ejemplo varios países, dijo que “si nos ponemos a estudiar lo que ha hecho el resto de la humanidad nos daremos cuenta que hoy lo que estamos haciendo para crear empresas es totalmente insuficiente porque no hay soberanía nacional para defender todos esos proyectos”.
Por su parte, el oyente Román Pomales explicó que el problema de Puerto Rico es más complejo y “en estos momentos necesitamos unos proyectos macro y el gobierno y la sociedad son vitales para que podamos hacer eso a gran escala, y en el menor tiempo posible para poder vencer la crisis”.