
Un estudio reciente realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que la depresión, la bipolaridad, la esquizofrenia y el alcoholismo constituyen las enfermedades mentales que más afectan a los jóvenes en el mundo.
Lo preocupante de esta situación es que todas estas condiciones son altamente incapacitantes, lo que priva a la sociedad de la aportación de estas personas en sus edades más productivas, según reseñó el portal electrónico de BBC en el mes de junio. Además, si estos trastornos no son tratados efectivamente, pueden afectar seriamente el funcionamiento de esta persona en general en su propio círculo familiar.
En Puerto Rico, la población con trastornos mentales sobrepasa el millón de personas. De esta cifra, el 12 por ciento son menores de 18 años, según estudios realizados por investigadores puertorriqueños.
En la Isla predominan otras condiciones diferentes a las que identifica el estudio de la OMS. Según el estudio “The DSM-IV (Diagnostic Statistical Manual of Mental Disorders – Four Editions ¿Fourth Edition?) Rates of Child and Adolescent Disorders in Puerto Rico” realizado por la doctora Glorisa Canino y varios colaboradores del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), el trastorno de déficit de atención con hiperactividad y de oposición desafiante son los desórdenes mentales que más afectan a niños y adolescentes entre las edades de 4 a 17 años.
El estudio que se realizó en el 2004 a través de entrevistas a 1,886 personas en los que se encontraban niños y padres de pacientes con trastornos mentales, reveló que un ocho por ciento padecía de déficit de atención con hiperactividad y un 5.5 por ciento, de trastornos de oposición desafiante.
Seguidos por la ansiedad por separación (3.1 por ciento), la depresión mayor (3 por ciento) y la fobia social (2.5 por ciento). El abuso o dependencia al alcohol, abuso o dependencia a la nicotina y dependencia a las drogas (específicamente marihuana) reflejó un 0.8, 0.8 y 0.7 por ciento, respectivamente.
Por su parte, la psicóloga clínica Emily Sáez Santiago, comentó que los trastornos más comunes en los jóvenes son: la depresión mayor, trastorno de déficit de atención con hiperactividad y trastornos de ansiedad.
“La depresión mayor es una de las principales causas de incapacidad a nivel mundial”, indicó la investigadora coincidiendo con los hallazgos de la OMS. “Un/a joven con depresión o otros trastornos mentales puede tener ideas suicidas e incluso intentos suicidas que pueden llevarle a la muerte”, agregó.
Destacó que las razones para que un joven padezca de algún trastorno son múltiples. “Los detonantes de trastornos mentales en los jóvenes incluyen factores biológicos tales como la genética o desbalances neuroquímicos, y factores ambientales como exposición a la violencia, transiciones estresantes (como la pérdida de un ser significativo, cambio de escuela o vecindario), familias caóticas (con pobre comunicación, afecto y apoyo), y altos niveles de rechazo, hostilidad y conflictos maritales, abuso físico, sexual o psicológico, entre otros”, dijo Sáez.
La psicóloga, quien también es Investigadora Auxiliar en el Instituto de Investigación Psicológica, adscrito a la Facultad de Ciencias Sociales de la UPR en Río Piedras, añadió que “existen también factores personales como dificultades en el procesamiento de información, pensamientos, esquemas y percepciones cognitivas y déficit en las destrezas interpersonales”.
De otro lado, el psicólogo especializado en jóvenes, Roberto Fernández, explicó que “hay que tomar con pinzas los diagnósticos de trastornos mentales, particularmente los trastornos de conducta porque ahora a todo el mundo le ponen una etiqueta de conducta de oposición desafiante y muchos son jóvenes difíciles. La sociedad coloca una etiqueta de problemático al joven y los médicos les recomiendan psicofármacos o lo mandan a un programa de instituciones juveniles”.
Para Fernández, más allá de los diagnósticos, los desórdenes mentales en los jóvenes es un problema que tiene que ver con la violencia que exhibe la propia sociedad que “puede traducirse en oposición de conducta desafiante y también puede convertirse en una conducta auto destructiva como suicidio, abuso de drogas, depresión o una conducta delictiva”.
“El trastorno mental es una manifestación subjetiva que la vemos en el individuo pero no es el causante del problema, es el síntoma. Es el resultado de factores históricos, comunitarios, sociales y familiares que se manifiestan en el sujeto pero no son la causa, en todo caso es el efecto”, comentó el estudiante doctoral.
En cuanto a los tratamientos o procesos que enfrentan los pacientes, Sáez puntualizó que varían por el tipo de condición y la severidad del mismo.
“Usualmente puede incluir el uso de psicofármacos y/o psicoterapia. La psicoterapia resulta ser una intervención efectiva para tratar los trastornos mentales en los jóvenes, entre ellas, la terapia cognitiva-conductual ha demostrado ser eficaz para tratar los trastornos mentales más frecuentes en los/as adolescentes. La terapia interpersonal también ha resultado ser eficaz para trastornos en jóvenes, como la depresión”, explicó la psicóloga.
Sin embargo, Fernández dijo que “en Puerto Rico no hay muchos servicios, aquí se resuelve todo con psicofármacos ya que el diagnóstico número uno es el déficit de atención y les dan Ritalin para que se estén quietos y no molesten en su casa o escuela. Lamentablemente gran parte del tratamiento es psicofarmacológico y esto para nada va a la raíz del problema. Es la modalidad terapéutica más empleada en Puerto Rico que al final los hace dependientes y adictos a la droga. Aquí, apenas hay servicios de terapias para jóvenes”.
El psicólogo opinó que deberían ocupar a los adolescentes en actividades productivas y enseñarles el valor del trabajo.
Estrategias para mantener un ánimo saludable
La psicóloga Emily Sáez Santiago resaltó que en su proyecto de investigación con niños de séptimo grado, ha diseñado un programa de prevención de la depresión en pre-adolescentes. La iniciativa denominada “Estrategias para mantener un ánimo saludable” (EMAS) ha sido implantada por maestros en cinco escuelas intermedias públicas, luego de haber sido adiestrados por psicólogos.
El programa consiste de 14 sesiones que se realizan una vez por semana en un período de 50 a 60 minutos. Dichas sesiones se basan en la teoría cognitiva-conductual, que postula que nuestros pensamientos afectan nuestro estado de ánimo y nuestra conducta. En éstas se trabaja con las formas para manejar situaciones difíciles, con el manejo del estrés, el estado de ánimo y las relaciones con los demás. Además se le enseña al individuo a apreciar sus cualidades positivas y capacidades propias. EMAS tiene el potencial de convertirse en una herramienta útil para maestros y maestras con diversas preparaciones académicas y experiencias profesionales.