Por Tamara Aquino Arandia- DIÁLOGO
La Universidad de Puerto Rico, Recinto de Cayey lleva a cabo una investigación para la búsqueda de datos del COVID-19, transportación del virus, y crear un modelo meta poblacional de la propagación del virus en Puerto Rico.
La investigación durará aproximadamente un año, y participan 11 estudiantes de distintas concentraciones subgraduadas del recinto de Cayey. Entre ellas biología, química e interés en la medicina y la salud pública. Éstos reciben un entrenamiento práctico en investigación biomatemática.
En entrevista con DIÁLOGO la Dra. Mayteé Cruz Aponte, catedrática asociada del Departamento de Matemáticas Físicas en el Recinto de Cayey, explicó que además de aportar al manejo de la emergencia nacional que ha provocado el coronavirus, esta investigación pretende crear redes de distribución y un modelo generalizado que se pueda utilizar en caso de surgir otra epidemia.
De la misma manera, también busca señalar qué tipo de intervenciones se pueden llevar a cabo con el fin de alivianar los efectos del virus.
De acuerdo con la catedrádica asociada, como parte del proceso investigativo, la población se divide en compartimientos epidemiológicos, y se estudia cómo esta enfermedad evoluciona de una persona a la otra.
Algunos de estos compartimientos epidemiológicos incluyen: las personas susceptibles (aquellas que no han tenido contacto con el virus), los que incuban el virus, las personas asintomáticas, personas que se recuperan y los efectos que tendría una vacuna. “Todo esto con el fin de mejorar el manejo del virus”, comentó Cruz Aponte.
Como parte de la investigación también estudian literaturas ya publicadas sobre los beneficios del uso de mascarillas, artículos sobre los efectos del distanciamiento social e incluso, las órdenes ejecutivas; qué funcionó, qué se aplicó, y cómo afectó las curvas de contagios.
Evalúan efectividad de medidas de control
“Se necesita mucha más educación, y ahora es que estamos comenzando con el sistema de rastreo. Es necesario orientar a la población y que los municipios se encarguen de la concientización de sus pueblos”, expresó Cruz Aponte.
Una de las fallas a nivel gubernamental que la epidemióloga señaló fue la apertura económica por parte del gobierno, “sin ningún plan de acción, ni sistema de rastreo en aquél entonces”. También comentó sobre lo prematuro que fue la reapertura de espacios cerrados como los centros comerciales, iglesias, y lugares donde se conglomeran las personas.
Además, expresó su preocupación ante la contemplación de la reapertura de escuelas y universidades “hablamos de la reapertura escolar cuando no necesariamente hay un protocolo de limpieza y andamiaje que se pueda poner en práctica, si antes no se hacía, es difícil pensar que ahora sí”
Opinió que es difícil concientizar a los niños, “estos comparten muchas cosas, por lo que se podrían convertir en incubadores y propulsores del virus. “Si no hacemos pruebas, y no rastreamos a los estudiantes, vamos a empeorar la situación”, recalcó Cruz Aponte.
Aunque todavía no han compartido los datos formales de su investigación con el Departamento de Salud (DS), han comenzado cierta comunicación e intercambio de ideas a través de los mismos estudiantes.
“Algunos de los estudiantes que participan en esta investigación colaboran con los rastreos municipales y con la epidemióloga Fabiola Cruz por lo que el proceso de comunicación ya está en marcha”, dijo Cruz Aponte.
¿Cómo llegaron a la investigación?
La catedrática auxiliar explicó que esta investigación es parte de una propuesta del Instituto de Investigación Interdisciplinaria del Recinto de Cayey. En este caso, unos 30 estudiantes interesados fueron entrevistados y 11 de ellos fueron seleccionados para participar de la misma.
Para el segundo semestre investigativo, enero 2021, éstos esperan tener panoramas más claros de cómo atacar el problema, e incluso realizar simulaciones. “Algunas de estas teorías se pueden poner en práctica, aunque se contempla que la efectividad ideal de estos se daría si las cosas funcionan de manera correcta, así como el comportamiento humano”, comentó Cruz Aponte, quien cuenta con un doctorado en matemática aplicada y sus investigaciones se especializan en la creación de modelos matemáticos sobre enfermedades con transmisión de persona a persona. Entre algunas de sus investigaciones se destacan modelos de enfermedades de transmisión sexual, influenza y ahora el COVID-19.
Para más información sobre esta y otras investigación puede visitar la página web del Instituto de Investigaciones Interdisciplinarias https://www.upr.edu/iii-cayey/
Foto: Suministrada