Luego de que se reportara la brutal muerte de tres felinos que estaban bajo el programa de la organización sin fines de lucro, Save a Gato, la entidad logró radicar una querella el pasado viernes, 24 de noviembre para que se hagan las investigaciones necesarias y así dar con el paradero del autor de la masacre.
Alba Arzón, una de las voluntarias de la organización, le explicó a Diálogo que esta situación viene pasando desde hace aproximadamente dos semanas. El primer gato se encontró en una de las estaciones de comida cerca del Instituto de Cultura con heridas brutales. Ante esto, los voluntarios de la organización pensaron que se trataba de algún incidente vehicular. Pero, al encontrarse con un segundo y tercer gatito con las mismas heridas y en la misma estación, se dieron cuenta de que había mano criminal en el asunto.
“Lo hablamos con el veterinario y nos confirmó que no había forma de que un carro le hubiese dado así. Probablemente les dieron con una piedra o contra la pared”, aseguró Arzón.
Según apunta la Ley número 154 del 4 agosto de 2008, mejor conocida como la “Ley para el bienestar y la protección de los animales”, el maltrato de animales se considera un delito grave de cuarto grado, que conlleva entre seis meses y hasta tres años de cárcel.
Los voluntarios de Save a Gato se encuentran ahora mismo bajo un proceso de educación para crear conciencia sobre el programa que lleva la organización desde hace diez años para controlar la población gatuna en el Viejo San Juan.
“Lo que estamos intentado es seguir regando la voz y hablar con los vecinos porque no todo el mundo tiene que ser amante a los animales pero es necesario que entiendan el propósito de este programa. Esto es para el control de la población gatuna. No es que estemos llenando el Viejo San Juan de gatos”, concluyó Arzón.
De tener alguna información acerca de este lamentable hecho, favor de comunicarse con la organización vía correo electrónico a: saveagatopr@gmail.com.