Irán está listo para mantener conversaciones con Estados Unidos basadas en el respeto mutuo, pero quiere un verdadero cambio en la política de ese país, dijo el martes el presidente Mahmoud Ahmadinejad, en los comentarios más moderados hacia Washington desde que asumió el mandatario Barack Obama. En su primera conferencia de prensa en la Casa Blanca el lunes, Obama dijo que veía la posibilidad de aperturas diplomáticas con Irán en los meses siguientes, lo cual marcaría un quiebre con respecto a su predecesor George W. Bush. Estados Unidos y sus aliados occidentales acusan a Irán de buscar armas nucleares, un cargo que Teherán rechaza. A pesar del nuevo enfoque, el Gobierno de Obama también advirtió a Irán que podría imponerle sanciones más duras si no interrumpe su disputado trabajo nuclear. “El nuevo Gobierno estadounidense ha anunciado que quiere generar un cambio y perseguir el curso del diálogo”, dijo el presidente iraní en un mitin para celebrar el 30 aniversario de la revolución islámica que derrocó al shah apoyado por Washington. “Es bastante claro que el cambio real debe ser fundamental y no táctico. Es claro que la nación iraní da la bienvenida a los verdaderos cambios”, afirmó, y agregó: “La nación iraní está lista para mantener conversaciones, pero en una atmósfera de justicia y respeto mutuo”. De todas maneras, las decisiones no las tomará el presidente sino el líder supremo Ayatollah Ali Khamenei, que tiene la palabra final en todos los temas de Estado bajo el régimen clerical de Irán. Khamenei dijo en enero que no se podía confiar en Washington pero, hasta ahora, se ha mantenido en silencia respecto a Obama y su propuesta. Obama, en su primera entrevista televisiva formal como presidente, dijo que Estados Unidos estaba preparado para extender una mano de paz a Irán si este “soltaba su puño”. Ahmadinejad respondió demandando que Washington retirara sus tropas de Irak y Afganistán y que pidiera perdón por lo que dijo fueron décadas de “crímenes” estadounidenses contra Irán. Ahmadinejad enfrentará una elección presidencial en junio en la que competirá con el ex presidente Mohammad Khatami, quien persiguió la distensión con Occidente cuando fue mandatario entre 1997 y el 2005. Las relaciones con Washington ya se han convertido en un tema de debate político a medida que avanza la carrera electoral. Según analistas, aquella carrera podría hacer que Estados Unidos e Irán actúen con cuidado a la espera del resultado.
En su discurso emitido por la televisión estatal, Ahmadinejad también recurrió a su típico vocabulario para criticar a Occidente, diciendo que las naciones que buscaron monopolizar el poder, imponer sanciones y amenazar con la acción militar no habían tenido éxito. “La sombra de amenaza ha sido eliminada para siempre de la cabeza de la nación iraní. (Las potencias) todas juntas, unidas, impusieron las sanciones económicas más duras de la historia, que incluyeron el cierre de la yugular bancaria”, dijo. Teherán recibió tres rondas de sanciones de la ONU, algunas de las cuales apuntaron contra grandes bancos iraníes, por negarse a interrumpir su trabajo nuclear. El Gobierno de Obama se ha negado a descartar la opción militar si fuera necesario, pero dice que quiere avanzar con una diplomacia más fuerte. (Reporte adicional de Hashem Kalantari y Hossein Jaseb en Teherán; Editado en español por Patricia Avila)