JERUSALEN- Comandos navales israelíes atacaron a una flotilla que navegaba con ayuda humanitaria hacia la Franja de Gaza y al menos 9 activistas internacionales murieron, en un hecho que desató una crisis diplomática y provocó una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU. Naciones europeas y latinoamericanas, así como Naciones Unidas (ONU) y Turquía, expresaron su conmoción e indignación por el sangriento final que tuvo un intento de activistas pro palestinos por romper el bloqueo israelí a Gaza. En un abordaje, ocurrido el lunes, desde botes y helicópteros, la Armada israelí detuvo a seis embarcaciones con unas 700 personas y alrededor de 10.000 toneladas de suministros camino al enclave palestino, pero la respuesta sangrienta por parte de agentes israelíes dejó a Israel aislado y condenado. Turquía, una vez cercano aliado musulmán de Israel, acusó al Estado judío de “terrorismo” en aguas internacionales y el Consejo de Seguridad de ONU realizó una sesión de emergencia. La Unión Europea (UE), donante clave de ayuda para los palestinos, exigió una investigación independiente y el fin del embargo a Gaza. El aliado más poderoso de Israel, Estados Unidos, fue más cauteloso. Sin embargo, el presidente estadounidense, Barack Obama, indicó que quería que fueran evaluados los hechos completos con prontitud y lamentó la pérdida de vidas. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien estaba en Canadá y dijo lamentar la muerte de activistas, interrumpió una visita a América del Norte que tenía previsto finalizar el martes con una reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la Casa Blanca. Netanyahu, al explicar el hecho, declaró que sus fuerzas habían sido atacadas: “Fueron atacados en grupo, fueron aporreados, fueron golpeados, apuñalados, incluso hubo un informe de disparos. Y nuestros soldados debieron defenderse”. Aunque lamentó esos hechos, afirmó que mantendrá el embargo, que lleva tres años, sobre los palestinos bajo el argumento de que permite detener el tráfico de armas a Hamas. De vuelta en su país, quedaban abiertas interrogantes como la de por qué una operación que buscaba evitar el derramamiento de sangre resultó tan mal y públicamente errada. La reunión en la Casa Blanca parecía enfocada en aliviar las relaciones estadounidense-israelíes, que han estado tensas por diferencias sobre las recientemente revividas conversaciones de paz con los palestinos. Sin embargo, Obama debe equilibrar el apoyo a Israel, que es popular entre los votantes estadounidenses, con el entendimiento con una molesta Turquía y otros aliados musulmanes de Estados Unidos. El presidente palestino, Mahmoud Abbas, declaró sobre los hechos: “Lo que ha hecho Israel a bordo de la flotilla Freedom fue una masacre”. Incluso después de que los buques extranjeros capturados fueran escoltados al puerto israelí de Ashdod, aún seguían incompletas las versiones de la intercepción, ocurrida antes del amanecer a unos 120 kilómetros en el Mediterráneo, y sólo se conocía la versión israelí. Los activistas estaban incomunicados, pese a que funcionarios israelíes informaron que gran parte de ellos serían liberados a su debido tiempo. Imágenes militares con visión nocturna mostraron comandos descendiendo. Algunos comentaristas israelíes preguntaron por qué pusieron a los soldados en una posición en la que fueron arrinconados. Un ministro israelí admitió que los planes de mantener su bloqueo a Hamas, el grupo islámico que gobierna la Franja de Gaza, mientras evita un incidente internacional fracasaron estrepitosamente: “Va a ser un gran escándalo, sin duda”, aseguró a Reuters el ministro israelí de Comercio, Binyamin Ben-Eliezer. Un efectivo militar informó que su escuadrón ingresó con armas paintball antidisturbios pero, temiendo por sus vidas, recurrió a utilizar armas normales o saltar de la embarcación. En imágenes militares, un comando disparó pintura a un hombre que parecía apuñalar a un israelí. Otro video mostró a un comando disparar una pistola. “Estábamos preparados para enfrentar a activistas de derechos humanos y encontramos a personas que vinieron a la guerra”, declaró el efectivo militar. Militares israelíes dijeron que nueve activistas murieron en el Mavi Marmara, un crucero turco que transportaba a cerca de 600 personas. La mayoría de las víctimas eran de nacionalidad turca, informó un alto funcionario israelí. Algunos funcionarios habían informado anteriormente de 10 muertos o incluso más. Funcionarios militares explicaron que algunos activistas le arrebataron armas a quienes hicieron el abordaje, que respondieron a los disparos. Siete soldados y 20 manifestantes resultaron heridos, informó el Ejército. MALESTAR E IRA EN CONTRA DE ISRAEL El derramamiento de sangre provocó protestas callejeras en varias ciudades alrededor del mundo, en especial en Oriente Medio; y la ira del Gobierno en Turquía, único aliado musulmán de Israel en la región y que había respaldado al convoy. El primer ministro turco, Tayyip Erdogan, declaró antes de acortar un viaje a Chile: “Esta acción, totalmente contraria a los principios de la ley internacional, es terrorismo de estado inhumano”. Muchos en Israel culpan a las visiones islamistas de Erdogan y su alcance hacia Irán y otros enemigos del Estado judío de agriar las relaciones entre ambos países. Ankara canceló ejercicios militares conjuntos y llamó a consultas a su embajador. Israel informó a sus turistas en Turquía que permanecieran en sus hoteles y desestimó las acusaciones de que violó la ley internacional al abordar buques extranjeros. Las fuerzas israelíes estaban en alerta elevada, pero aparte de algunas refriegas, no fue reportada violencia con manifestantes palestinos. Se registraron manifestaciones en ciudades europeas como París, Estocolmo, Roma y Atenas, donde la policía utilizó gas lacrimógeno contra los manifestantes, que lanzaron piedras y botellas cerca de la embajada israelí en Grecia. La Liga Arabe condenó lo que llamó un “acto terrorista” de Israel. El presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, lo calificó de “inhumano” y Teherán instó a aislar al Estado judío. Un alto funcionario de la ONU declaró a Reuters: “Estas tragedias son completamente evitables si Israel presta atención a los reiterados llamados de la comunidad internacional a terminar su contraproducente bloqueo a Gaza”. Latinoamérica se sumó a la condena internacional a Israel, en especial las dos grandes economías de la región: Brasil y México. La cancillería de México, que asumirá esta semana la presidencia pro témpore del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, criticó el ataque en aguas internacionales y exigió el levantamiento del bloqueo a Gaza. Brasil también pidió una investigación independiente de los hechos e informó que citará al embajador israelí en tierras brasileñas para expresar su “indignación” por el incidente.