Colectivo académico analiza la realidad política, social y cultural de Puerto Rico
SOBRE EL AUTOR
Diálogo
Diálogo es la publicación oficial de la Universidad de Puerto Rico (UPR). Desde su fundación en 1986, ha servido de taller para los profesionales en formación que actualmente se desempeñan en otros medios dentro y fuera del País. Su plataforma virtual, contiene las versiones impresas desde el 2010 hasta mayo de 2014, mes en que el medio migró exclusivamente al formato digital.
Las telenovelas latinoamericanas, más allá de si son buenas o malas, tienen varios puntos en común. En la gran mayoría, y sobre todo en las realizadas por Telemundo y Univisión en Miami, podemos encontrar el elemento del amor prohibido, de la infidelidad, del complot del personaje malvado y el melodrama cubriendo la trama. De estos elementos se han valido los humoristas del programa de comedia de la cadena estadounidense NBC: Saturday Night Live (SNL) para presentar este fin de semana, con la participación de Jennifer López (JLo), un nuevo y tercer episodio de su telenovela ficticia: Besos y Lágrimas. SNL es un programa de comedia en vivo, en el que se realizan pequeños “sketches” humorísticos. Cada semana tienen un artista famoso para que haga de presentador invitado y participe en los chistes. Este fin de semana le tocó a Jennifer López quien, entre otras cosas, imitó a Rihanna en una sátira del relanzamiento del video “We are the World”. Otro de los cortos cómicos que más atención capturó en el programa del último sábado fue un nuevo clip de la telenovela latinoamericana falsa del show: Besos y Lágrimas. Besos y Lágrimas ha tenido ya tres episodios. En el primero participó Christina Aguilera, quien hacía de la empleada doméstica que despertaba las pasiones de todos los personajes hombres de la historia, incluso el de un sacerdote. En el segundo, Antonio Banderas era un jardinero que hacía lo mismo con las féminas. Ahora, el episodio de JLo, la vemos disfrazada de monja, siendo el objeto del deseo de un hombre casado. En los tres capítulos vemos un romance entre personajes de distintas clases sociales, de algún modo prohibido no sólo por esta distinción sino por la infidelidad e incluso por la religión y la controversia. Pero hay más elementos presentes en estas parodias. También vemos como el villano quema unos papeles importantes para que nadie se entere de sus trucos sucios, se muestra a la villana envenenando a su marido para quedarse con su herencia, el engaño de personas quienes dicen estar en sillas de ruedas o muertos, para luego mostrar que ha sido un teatro. Giros dramáticos de la trama, que de alguna u otra manera siempre están presentes en las telenovelas latinas. Los episodios de Besos y Lágrimas también hacen gracia de la cantidad de llanto y besos en la boca presentes en las novelas de habla hispana, de allí precisamente proviene el título, una dura crítica al melodrama y el exceso de pasión en estas novelas. También se parodia los pequeños clips antes de cada corto publicitario, en el que vemos a los personajes de la trama en una situación casi onírica, sumamente maquillados y espléndidamente vestidos, viendo a la cámara y en una actitud completamente irreal. El tono con que se realiza esta parodia es casi ofensivo y cae en el estereotipo ciertamente, pero lastimosamente no resulta un insulto cuando analizamos nuestras telenovelas y debemos admitir, no sin cierta vergüenza, que estos elementos están completa y exageradamente presentes en nuestra produccón dramática para la televisión. Si bien SNL exagera las características, dado su concepto de programa humorístico de sátira política y cultural, no están mintiendo al describir de esta forma las novelas de Telemundo y Univisión. ¿Debería revisarse entonces la producción dramática para el público latinoamericano en los Estados Unidos y eliminar estos elementos? No necesariamente. La indiosincracia latina es una repleta de pasión y emotividad. Se nota en la forma en la que nos interrelacionamos, en la manera en que vivimos los eventos cotidianos y los inesperados, los deportivos, culturales e incluso en nuestra literatura y producción cultural. Por lo tanto, el que nuestras telenovelas sean así, es simplemente un refuerzo de la manera en que somos. O simplemente las novelas respetan latinas respetan una fórmula que les ha sido existosa, en el que los besos y las lágrimas son partes fundamentales a la hora de redactar los guiones. Por lo pronto, sí podríamos reírnos de la forma en que nos ven, ¿de como interpretamos a nosotros mismos?
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