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Llega a su casa y mientras se quita el uniforme puede ver las marcas y moretones que le cubren sus brazos, su espalda y, a veces, las piernas. Está tan acostumbrado a los golpes que ya no siente el dolor. Y es que Joel Cruz juega “Paintball” desde que tenía 13 años, y hace apenas uno entró en el equipo Fury, donde comenzó a competir en torneos alrededor de la Isla. “Comencé a jugar porque el deporte estaba creciendo en Puerto Rico y quería buscar una forma de despejar la mente”, explicó. Este deporte conocido también en la Isla como “Gotcha”, se juega con una marcadora que explulsa una bolita de pintura para marcar al oponente, éstas se conocen como pistolas o rifles por su semejanza con las mismas. Además, se divide en cuatro tipos de juegos diferentes. En los parques se juegan “Hyper” y “Speedball”. En el primero, los “bunkers” -aparatos con los que se cubren los jugadores- son de plástico, mientras que en último son de aire, y aunque llevan un conteo regresivo de siete minutos, cada juego dura de tres a cuatro. El “Speedball” es el que se juega en los torneos en Puerto Rico y Estados Unidos. La mayoría de las veces se juega “Full Contact”, lo que significa que se puede disparar a todo el cuerpo. Cuando un jugador es marcado tiene que retirarse del campo automáticamente. Gana el equipo, que tenga al menos un jugador, que llegue al otro lado del campo sin marcas. En la calle se practican otros dos tipos: “Jungle” y “Urban”. “Jungle” o Escenario se juega en un campo abierto, las marcadoras son parecidas a rifles y no hay muchas reglas. Los árboles, entre otras cosas, se convierten en los “bunkers”. “Urban”, por otro lado, se juega en lugares abandonados y los participantes se cubren con lo que encuentren en el área. “Lo que no me gusta de esos dos juegos es que, como no hay reglas, la gente altera las pistolas y un cantaso de esos te puede arrancar la piel”, afirmó el estudiante de Economía de la Universidad de Puerto Rico. Hay parques de paintball en Guaynabo, Arecibo y cuatro en Caguas. El costo para jugar varía entre $70 y $90, dependiendo del campo y el equipo que se alquile. El propósito del equipo es reducir el impacto de las bolitas de pintura. Este consta de una careta, un tanque de monóxido de carbono o Co2 (para disparar), protectores para las rodillas y los brazos, petos (para evitar los moretones en el pecho), de 160 a 180 bolitas de pintura y un cinturón para cargar con los “refills”. Así mismo, para evitar moretones también se recomienda el uso de varias capas de ropa. “Cualquier persona de cualquier edad puede jugar, en el campo hay desde niños de siete años hasta adultos de 40, lo único que se necesita tener es interés”, indicó Cruz, quien catalogó al equipo Inertion como el mejor en Puerto Rico. Según Cruz, el “Gotcha” es más que un juego, es un deporte, el cual ha cobrado mucho auge en Puerto Rico. En entrevista con Wapa, intengrantes del equipo Los Alemanes, expresaron que estaban intentando lograr que el Gobierno y el Departamento de Recreación y Deportes clasifique el “Paintball” como un deporte más. De este modo, podrían recibir ayudas econímicas, y se evitarían los problemas, que han tenido, con la Policía, quienes les han tratado de remover las pistolas. Cruz explicó que el mejor día para ir a pasar un buen rato en familia o “vacilar con los panas” es el sábado. “Es una buena oportunidad para conocer gente nueva, ya que los equipos se componen de los que estén presentes en el momento, y hasta se pueden celebrar cumpleaños en el campo”, expresó. Pero, para Joel, visitar el campo es una terapia. “Es una buena alternativa, para los que quieran intentar algo diferente. Se crea una buena condición física que necesitas para correr por el campo. Y aunque al principio le puedes cojer miedo por el dolor que dan los tiros, después, al pasar el tiempo, no los sientes. Envuelve mucha adrenalina, el corazón se te pone a millón y la satisfacción que sientes al ganar es brutal”, concluyó.