
El presidente boliviano, Evo Morales, ratificó el jueves que la CIA estaba infiltrada en la nación andina, un día después de que la embajada norteamericana negara rotundamente la denuncia en lo que constituye un nuevo enfrentamiento entre ambos países. Al igual que el martes, Morales volvió a decir que la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés) infiltró a un agente en la petrolera estatal YPFB con el fin de hacer fracasar un proceso de nacionalización del sector de hidrocarburos iniciado en el 2006. “Gracias a algunos policías patriotas detectamos la infiltración de la CIA norteamericana en nuestra estructura del Estado”, dijo Morales en un evento por el 72 aniversario de creación de la Academia Nacional de Policías. “Si algún funcionario de la embajada de Estados Unidos dice que no hay ninguna infiltración que me diga públicamente quién es Francisco Martínez, un mexicano que entra y sale de Bolivia”, desafió Morales. El mandatario indígena había dicho que la CIA entrenó durante varios años a un policía boliviano, Rodrigo Carrasco, quien trabajó como agente estadounidense incluso en Irak y llegó al puesto de gerente de comercialización de YPFB. “Me quedé sorprendido después de hacer una pequeña investigación sobre un ex oficial de la Policía Nacional, Rodrigo Carrasco, que después de menos de seis meses de estar sirviendo en la policía, recibió 21 cursos de preparación financiados por la embajada de Estados Unidos”, detalló Morales. “Yo estaría segurísimo de que ningún general ha tenido 21 cursos de capacitación”, agregó. El nuevo roce se produce apenas cinco meses después de que Morales, aliado del líder venezolano Hugo Chávez, expulsara al embajador estadounidense en La Paz. “Que alguién niegue que este ex capitán de la policía no es de la CIA, que no haya infiltración de la CIA en la estructura del Estado, es faltar al respeto de la verdad”, señaló el mandatario visiblemente ofuscado. Asimismo, Morales enfiló sus baterías contra la agencia estadounidense anti drogas (DEA), cuyas operaciones suspendió en noviembre del 2008. “Sin la participación de la DEA mejora la lucha contra el narcotráfico en Bolivia”, dijo. “No me arrepiento de haber decidido que la DEA deba abandonar (Bolivia)”, agregó. (Editado por Juana Casas)