Por: Epifanio Jiménez Meléndez
La deuda y la sequía son dos graves problemas que afectan seriamente a Puerto Rico por razones similares: la falta de planificación. Para la DEUDA existe el recurso dinero, pero la mala administración y distribución inadecuada nos llevan entre otras razones, a la emergencia de la actual crisis económica.
La SEQUIA por falta de planificación, mala administración, distribución ineficiente del agua crea otra emergencia; entre otras razones por limitados fondos para infraestructura y orientación comunitaria, además, de embalses inadecuados o inexistentes, construcciones desordenadas, sobre población, etc.
Se debe establecer un acuerdo con el National Drought Mitigation Center en la Universidad de Nebraska y sus monitores de sequía, para crear un plan de mitigación de sequía con la participación de salud pública, comercio, la industria y agricultura, entre otros.
Mientras la mayoría de los estados y hasta las reservas indias tienen acuerdos con el Centro Nacional de Sequía en la Universidad de Nebraska, Puerto Rico no lo tiene.
Solo cuando los niveles de los embalses comienzan a reducirse y los pronósticos de no lluvia se anuncian se habla de racionamiento de agua, ya que no existe una definición cuantitativa y universal de sequía. Esto causa pánico en nuestra gente ya que desconocen qué hacer y comienzan el almacenamiento inadecuado de agua y compras descontroladas de envases y cisternas.
Cuestionamos cómo Puerto Rico con precipitación normal del alrededor de 55 a 80 pulgadas al año, y 24 a 85 pulgadas anuales en los años 1993 y 1994 ha tenido dos períodos de racionamiento y sequía (1994 y 2015), mientras en el Paso Texas con solo 8.6 pulgadas anuales no han tenido racionamiento en los últimos años. Aquí comienza la cuestión.
Primero, Puerto Rico tiene infraestructura pluvial para embalses inadecuada de dudosa efectividad (sin mantenimiento) o inexistente, manejo inadecuado como los escapes o salideros de agua por inacción o negligencia, entre otras.
Definitivamente NO existe un plan de mitigación de sequía con estrategias sustentables para la preparación y orientación comunal, comercial, industrial, agrícola y dependencias gubernamentales en Puerto Rico, para regular que el consumo de agua no aumente y así no reducir el almacenamiento en los embalses. Lamentablemente NO existe un plan para sequías similar al de otras emergencias.
El gobernador Alejandro García Padilla mencionó en la Orden Ejecutiva del 11 de mayo de 2015, donde declaró al País en estado de emergencia por la sequía, que en diez días algunos municipios serían afectados. El Monitor de Sequía Federal informó 77.32 como áreas anormalmente afectadas, 44.87 sequía moderada, 18.82 severa y 0.85 como extrema.
Todo esto mandata evaluar el total de daños y junto a la Orden Ejecutiva solicitar que se declare a Puerto Rico zona de desastre para lograr fondos para respuesta, recuperación y mitigación para evitar cometer los errores al no existir un plan de emergencia o sequía confiable.
Siendo las sequías el fenómeno natural que afecta el mayor número de personas, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, recomienda y exhorta dentro de su Plan de Acción Climatológica crear el plan de mitigación de sequías, para preparar y orientar a las comunidades sobre las emergencias por sequías (Obama Administration’s National Drought Resiliense Partnership to Help Communities Prepare for Drought).
La planificación es vital en TODAS las etapas del diario vivir y las sequías No son la excepción.
EL QUE FRACASA EN LA PLANIFICACIÓN, PLANIFICA PARA EL FRACASO.
El autor es exdirector de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (AEME-AD) de Puerto Rico y consultor en Manejo de Emergencias.