Si puedes oír el cantar del coquí, el vaivén de las olas en la playa o el susurro del viento que pasa entre las hojas de un flamboyán, es porque tienes el sentido de la audición. El oído también realiza tareas de supervivencia tales como alertarte si alguien o algo se acerca, si tu bebé está llorando o si debes huirle a un perro bravo ladrando.¿Cómo se desarrolló el oído en nuestros antepasados remotos? Hace cientos de millones de años, cuando los primeros animales vertebrados comenzaron a salir del mar y a colonizar las áreas costeras, no tenían lo que hoy llamaríamos un oído. Muchos de estos organismos eran sordos ya que bajo el agua las vibraciones se captan de manera diferente. Eventualmente, los antepasados de los reptiles, aves y los mamíferos evolucionaron un órgano para percibir vibraciones y sonidos a través del aire. Un descubrimiento reciente mueve la fecha del desarollo auditivo a más de 260 millones de años en el pasado. Científicos alemanes de la Universidad de Berlín desenterraron los restos fósiles de un antiguo reptil. Al examinarlo notaron que tenía un sistema auditivo casi idéntico al oído moderno. Se cree que esta adaptación evolutiva originalmente surgió para que los animales cazaran en la noche, cuando la visión resulta poco útil. Indudablemente, la audición resultó dar ventaja evolutiva a ciertas especias, las cuales pudieron pasar esta modificación genética a sus descendientes, incluyendo los reptiles, aves y mamíferos modernos. Para más información, visítanos: www.cienciapr.org.