Una nutrición adecuada en las personas que tienen el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es de vital importancia, pues descuidar cómo se alimentan puede generarles grandes problemas y empeorar su salud como consecuencia del virus que portan. Así lo explicó a Diálogo Wanda Curbelo, nutricionista y coordinadora de mejoramiento de calidad del Centro Ararat.
En términos generales, el VIH destruye determinadas células del sistema inmunológico, el encargado de defender nuestro cuerpo contra las enfermedades que nos atacan. En la personas que portan el virus, esto significa que tienden a enfermarse de gravedad a causa de infecciones o enfermedades que el cuerpo normalmente podría combatir.
“Las personas con el virus del VIH deben mantenerse saludables, ya que son más propensas a desarrollar enfermedades con mayor facilidad que las personas que no tienen el virus”, explicó Curbelo.
Recalcó que, como hispanos, somos más propensos a desarrollar ciertas enfermedades –por ejemplo, la diabetes–. Por tal razón, las personas con VIH deben hacer cambios en su alimentación para evitar el desarrollo de este padecimiento.
Estadísticas del Departamento de Salud para diciembre de 2017, muestran que en la Isla existen alrededor de 20,105 personas que actualmente viven con VIH. Sin embargo, se estima un acumulo histórico de 36,154 hombres y 12,614 mujeres hasta el 31 de diciembre de 2017.
Asimismo, las estadísticas indican que el grupo etario, o el que más se afecta, es el de 25 a 34 años en hombres y mujeres.
Pasos para una alimentación saludable
Curbelo proveyó varias recomendaciones de cómo llevar una buena alimentación que, si bien aplican a todas las personas, aquellas con VIH debe seguir más estrictamente.
Entre estas, consumir cereales de granos integrales; aumentar el consumo de vegetales y hojas verdes; consumir frutas para adquirir las vitaminas y minerales necesarios; consumir agua, para mantenerse hidratado; suprimir el consumo de alcohol y cigarrillo, ya que aumenta las complicaciones cardiovasculares; disminuir los altos niveles de consumo de azúcares; y consumir proteínas, en carnes o vegetales.
“Debemos evitar los productos que son procesados –como los enlatados, congelados y pre-preparados– ya que son muy cargados en químicos y sodios y afecta nuestra salud”, advirtió Curbelo.
Además, reconoció que la mayoría de las personas viven una vida muy ajetreada, por lo que no todos tienen la oportunidad de detenerse y preparar los alimentos, ya sea para el desayuno o para el almuerzo, por lo que recomienda que consuman alimentos que sean una comida completa. Un ejemplo es un sándwich, contienen los carbohidratos en el pan, las proteínas en el atún o pollo, y los vegetales.
Por otro lado, añadió que una dieta vegetariana es beneficiosa y muy buena alternativa porque esta comprobado que el alto consumo de proteína animal es el causante de aumentar el colesterol y sería un agravante para las personas con el VIH. Por su parte recomienda que esta dieta sea planificada por un profesional de nutrición.
“Una dieta vegetariana pueda darte todos los nutrientes necesarios y puede disminuir los riesgos de cáncer y de enfermedades cardiovasculares. Estudios poblacionales han revelado lo beneficioso que puede ser”, sostuvo Curbelo.
La nutricionista detalló que es importante lavar los vegetales y frutas antes de consumirlas por todos los pesticidas y preservativos que estas contienen. Exhortó, igualmente, a tener cuidado con las carnes y productos orgánicos, ya que en los cultivos se composta para abonar el terreno, lo que puede llevar a que adquieran hongos o bacterias.
Otras recomendaciones brindadas por Curbelo son ejercitarse al menos 15 minutos continuos al día, hidratarse, dormir adecuadamente –entre siete y ocho horas diarias, según la literatura médica–, así como disfrutar de la naturaleza y realizar actividades que redunden en alcanzar la felicidad individual.