Por: Eunice Castro Camacho
Inicia el verano y nos sobra un poco más de tiempo para compartir en familia. El problema es que de la cocina ya estamos hartos. Así que cuando a esos niños y jóvenes que viven en nuestra casa les ataca el hambre de dragón, buscamos meriendas rápidas y económicas que aporten suficientes calorías al cuerpo, de modo que permanezcan calmados y satisfechos en lo que llega la hora del almuerzo o la cena. Con ello en mente, nos fuimos de gira por algunos de los locales cidreños que venden pastelillos.
Anteriormente habíamos visitado algunas cafeterías, restaurantes y friquitines cidreños de renombre, como el Friquitín de Luisito, Mi Sitio, y Los Volaos, donde degustamos sabrosos volaos rellenos de carne, pollo y hasta de queso de bola.
En esta ocasión, prestamos oído a los rumores sobre “los mejores pastelillos” de Cidra y fuimos a comprobar lo escuchado, basándonos en una rúbrica de evaluación del 1 al 5, donde tomamos en consideración la temperatura del pastelillo, la textura de la masa, el tipo de relleno, su gusto y el precio.
La primera parada la hicimos en Las Palmitas, en el barrio Montellano. Allí, la mañana se desarrolla agitada, entre comensales –principalmente camioneros– que se detienen a desayunar frituras y beber café. En Las Palmitas, el precio es accesible –fluctúa entre $1.25 y $2.75– y hay una gran variedad de comestibles, incluyendo el relleno sabrosamente sazonado. El pastelillo top fue el de pollo/queso. En nuestra escala de puntuaciones le concedimos un 4.7.
La segunda parada fue en La Pinchera del Centro, en el desvío hacia el barrio Arenas. Una madrugada en La Pinchera te asegura le presencia de camioneros que vienen a buscar su almuerzo a tempranas horas de la mañana. Además de frituras, sirven arroces, carnes, mixturas y ensaladas. Aquí, los pastelillos contaban con una temperatura muy apropiada y una masa exquisita, crunchy. En precio y variedad, igualan a Las Palmitas. Acá, el pastelillo top lo fue el de pique, relleno de punta a punta, con el ardor necesario para dejar el paladar pidiendo más. En nuestra escala de puntuaciones le concedimos un total de 4.75.
La tercera parada la hicimos en la Tienda de Yoto, en Rabanal. Allí tuvimos el grato placer de conversar personalmente con Francisco Ortiz Soto ‘Yoto’, quien nos contó cómo fue evolucionando su local, desde que ocupaba un área de 10 pies cuadrados hace más de 60 años, hasta lo que es hoy. Desde allí, apreciamos la vista hacia el área metropolitana. También, viajamos en el tiempo con las fotos históricas que cuelgan de sus paredes. La peculiaridad en la Tienda de Yoto fue la variedad de piques artesanales disponibles para acompañar las frituras. El precio también estaba cercano al $1.50 y la variedad incluía alcapurrias, sorullos y otras delicias. Aquí, el pastelillo top lo fue el de pollo (sin contar la alcapurria sabrosa que nos comimos off the record). En nuestra escala de puntuaciones, le concedimos un total de 4.8.
La cuarta y última parada la hicimos en El Yuquerí, local con más de 80 años de establecido y que se ubica en el cruce del barrio Arenas y el desvío. Aquí, tuvimos la oportunidad de entrar hasta la cocina y ver cómo Ángel Luis, ‘Papo’, nos preparaba el pastelillo de pollo y papas. Contrario al resto de los locales, en El Yuquerí no encuentras los pastelillos dispuestos en una vitrina. Papo los prepara al momento, según el pedido. En cuanto a variedad, sirve pastelillos de pollo, carne y hasta conejo, además de su menú regular de almuerzo. El precio de los pastelillos es de $1.50 y lo que más nos impresionó de la fritura fue la masa sabrosa y suave. Asimismo, el relleno tenía un gusto exquisito a especias. En nuestra escala de puntuaciones, le concedimos un total de 5.
Nos gustaría destacar, sin embargo, que las puntuaciones concedidas en este reportaje son subjetivas y son emitidas basadas en el gusto de los redactores que asistimos a la ruta. Este puntaje varía según el gusto de cada persona, por lo que les invitamos a crear su propia ruta veraniega del pastelillo y recorrerla, para que establezcan su propia puntuación y seleccionen cuáles son sus pastelillos favoritos.
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Este artículo fue publicado originalmente en el periódico mensual del municipio de Cidra, Cidra Somos Todos, en la edición de junio. Para más información, puede acceder a la página de Facebook del municipio.