Ahí donde usted lo ve, abusando en la batería, con una camiseta sin mangas y una gomita en el pelo, ahí donde usted ve a ese muchacho como cualquier otro, habita un hombre zen.
Se levanta de momento y empieza a dirigir su bandón de bestias musicales, que tocan con otros grupos y ya van curao’s de espanto, y lo hace con más temple que cualquier candidato a puesto universitario. Académica analogía es esta escena que sale de su más reciente presentación en El Boricua; se ve siempre. Ahí donde usted ve al baterista Henry Cole, hay un montón de millas de viajeros y un montón más de otros viajes. Viajes de la mente. Viajes del espíritu. Viajes de la música. Y todo va de la mano de una profunda simpleza.
“¡Quincy Jones sabía quién era Chayanne y yo no lo entendía! ¡No entendía lo que me decía!”, expresa Cole en la entrevista que le hizo Diálogo la semana pasada, al ser cuestionado por sus giras con el legendario productor de Michael Jackson y Frank Sinatra. “Me lo decía, me lo decía. Y yo estaba sin entender lo que me estaba diciendo, y entonces me dijo: ‘¿tú sabes quién es Ricky Martin?' y yo: ‘Sí’ y él ‘¡Pues yo hablo de Chayanne!’ ¡Ja, ja, ja, ja! Wau''', agrega el joven natural de Añasco.
Ahí está la simpleza. De Quincy Jones en Nagasaki a la fonética del nombre del tipo que canta 'Tu pirata soy yo' en dos segundos. Claro, lo más profundo viene ahora, en una entrevista de siete pares de high hats. Ojo, si aún no lo ha visto tocar, mañana Cole anda en La Respuesta, y el día después de Navidad estará en la Plaza Colón del Viejo San Juan. Vaya, que le ayudará a entender aún mejor todo esto. Disfruten ahora de ese solo de batería.
Diálogo: Bien, vamos rapidito, que sabemos que andas en el ‘corre corre’ de la gira de Puerto Rico. Toda la música es nueva, pero aún se respira ese espíritu de Roots Before Branches, el primer disco del Afrobeat. ¿Cómo fue ese proceso de crear algo nuevo sin perder esa esencia inicial del proyecto? Danos ejemplos. Es decir, la otra vez fuiste de la plena y el Spoken Word hasta la incorporación de instrumentos brasileños y barriles de bomba en una base de afrobeat neo-clásica, que no dejaba de evocar a una de tus principales influencias, que es Fela Kuti. Danos ejemplos de lo que se está haciendo ahora.
Henry Cole: La esencia no se pierde porque parto de las mismas raíces, que para mí son el folclor afrocaribeño, el jazz, la música electrónica, la música clásica, el afrobeat, el rock y ahora he añadido el reggae, el dubstep y música típica de los conjuntos de percusión de la Guinea africana. La bases son las mismas, solo que con el tiempo se van agrandando y fortaleciendo. Ahora me inspiran otras figuras que no son necesariamente músicos como Napoleon Hill, Les Brown, Eric Thomas, atletas como Michael Jordan, Kobe Bryant, [el físico] Richard Feynman y quizás el lugar que tenía Fela Kuti para mí en Roots Before Branches ahora lo tiene Bob Marley junto a los Wailers.
Henry Cole homenajeando en Santurce a Fela Kuti.
Yo pasé estos años tratando de dar con qué era lo próximo que iba a grabar y cómo lo iba a hacer. Luego empecé a escribir un disco para el grupo, incluyendo a una orquesta clásica y cantantes invitados, pero cuando terminé eso ya era hora de venir a Puerto Rico y me di cuenta que no podía tocar eso, pues era muy complejo el organigrama y todo el proceso. Así que un día me senté y comencé a pensar bien simple y confiar en cualquier idea que me gustaba, creando unos jams bien sencillos que le hablarían a la gente de esta Isla y también a los músicos que tenía en mente. Arreglos simples. En un día escribí cinco con una instrumentación similar a la de antes, pero esta vez sustituí el piano por otra guitarra para hacerlo aun más fácil. Cada músico tiene cosas muy simples, que cuando se juntan en armonía suena como una parte total. Es mi idea de vida también, cada cual jugar bien su base y entre todos formar un mejor equipo o un mismo sonido. Pasa muy claro en el tambor batá, que son tres con dos sonidos, cada uno haciendo partes diferentes que crean al final una sola. Luego que termino con la gira de Gary Burton, donde empecé esos cinco temas, estuve tocando en el Village Vanguard durante días, y durante esos días empecé a darle melodías y pensar específicamente en los instrumentos con los que contaba, ni más ni menos, y de un momento a otro no podía parar de escribir. Cuando terminé bien esos cinco o seis, agarré otros de los del proyecto con la orquesta y los adapté y quedaron aún mejor, lo que me hizo darme cuenta que a ese proyecto, en el cual el enfoque es en las cuerdas, aun le faltaba por desarrollar.
Quizás todo se lo debo a pensar simple, confiando en lo que uno siente y ya tiene absorbido, también a las circunstancias en las que me encontraba profesionalmente, que eran muy creativas y de mucho, mucho enfoque. Todo se unió y salió un disco completo, totalmente nuevo. Lo complejo es más fácil de justificar cuando no se logra, pues es complejo, pero si uno piensa simple, las excusas desaparecen y requiere más de uno mismo también ese primer paso. Al ser simple es más fuerte, y eso hace que el segundo y el tercer paso se manifiesten claramente.
Henry Cole tocando en Nueva York junto al legendario Gary Burton
Diálogo: En los pasados años, has tenido unos guisos bien chéveres, como Montreaux, Nagasaki e Hiroshima con Quincy Jones o en festivales multitudinarios en Francia con noveles artistas internacionales, como el cubano Kumar Sublevao, y todo lo que hay entre medio. ¿Cómo han influenciado tus viajes alrededor del mundo esta etapa de preproducción para el material nuevo?
Henry Cole: Todo lo que he vivido hasta el día de hoy está reflejado 100 por ciento en la música que hago. Es quizás suerte tanto que está pasando, pues sirven ingredientes puros y reales a la hora de componer música. No tan solo viajando con Quincy Jones o Gary Burton me nutre en lo musical, también lo nutre noches en hoteles viendo YouTube, cuando leo algo que me recomiendan, ir al cine sin saber qué película está y salir inspirado, correr en el gimnasio para sudar, etcétera. Una vez el canal entre el medio y las experiencias de vida está unido un simple café y una tertulia, con un desconocido puede ser suficiente para crear algo y si pensamos simple es aún más fácil. El medio, en mi caso, es la batería o mi grupo, para otros es escribir o jugar baloncesto o el saxofón, o la física astral.
Diálogo: ¿Qué cosas contemporáneas escuchas de Puerto Rico? ¿Del resto del mundo?
Henry Cole: Durante un tiempo no he estado muy expuesto a cosas contemporáneas de Puerto Rico, pero este año escuché y me gustó mucho la propuesta de René Pérez y Eduardo Cabra, es una manera muy inteligente de trabajar y colaborar, de invertir de lo ganado en crear cosas nueva para seguir mejorando. Eso se nota en la calidad de su nuevo disco, específicamente en la mezcla. Desde el primer disco hasta este se ve claramente la evolución. Son formas de pensamiento que a veces nos enseñan; no es tan solo el material que se produce. Yo soy fanático de Muhamad Ali y Roberto Clemente, ¡y créeme que soy pésimo deportista! Pero lo que estos atletas transmiten está bien claro en mi manera de tocar. Del resto del mundo hay muchísimo: la música malinke tradicional de la Guinea africana, París Monster de New York, Kumar en Barcelona, Dreisser Bumbale de Cuba tocando batá, Pedrito Martínez en la tumbadora, un baterista llamado Deantoni Parks y Dan Weiss, etcétera, etcétera.
Diálogo: ¿Cuán difícil o fácil es tocar en Puerto Rico, donde te conoce todo el mundo? ¿Es estiércol de toro el refrán ese de que “nadie es profeta en su tierra”?
Henry Cole: Para mí es fácil tocar en Puerto Rico porque no tengo expectativas en cuanto a obtener resultados económicos o de “fama”. Yo toco aquí porque no puedo no hacerlo, y quizás es donde más presión me pongo a mí mismo porque siento que no puedo fallar y que tengo que dar lo mejor en cada momento, además que es también donde pienso que tiene que ser mejor que la última vez que estuve tocando. Ese es mi enfoque. El de ahora es tocar la música, tocarla y desarrollarla, cultivar relaciones con músicos aquí, y compartir esa alegría de vivir momentos en tarima. Si a las personas que nos escuchan les llega esa energía y se identifican con ella, nos van a apoyar y van a querer más. Y cuando piden más, pues boom…hay muchísimo para dar y es un efecto de dominó. Uno lo da todo, la gente lo siente y se alegra y apoya. Los dueños de lugares entonces quieren que estés y se animan, otros grupos luego nos apoyan con la promoción, etcétera. Pero todo empieza con uno. Si el downbeat es sincero y no se tienen expectativas, solo hay el sentido de querer ofrecer algo excelente. Para mí también está el no dejarme criticar de mi peor crítico, ¡que soy yo mismo! Como dice aquel corito de bomba de Kily Vializ: “Si Etelvina pide flores, le llevaré rosas”…
Aquí otro ‘round’ de Cole con Migel Zenón
Diálogo: A panas tuyos como Miguel Zenón, por ejemplo, le influencian cosas como la situación de su país o la identidad puertorriqueña. ¿Cómo ves eso plasmado en tus trabajos?
Henry Cole: Soy fanático de Miguel Zenón y él es mi familia. Además, soy parte de su propuesta, la cual me sirve de influencia también. Cuando se trata de este tema sobre el País y la identidad yo lo que hago es seguir lo que ya somos y aportarle a eso. Somos mestizos de cultura, de influencias de estilos de música. Los músicos de Puerto Rico tocan de todo para poder sobrevivir y eso los hace versátiles, y aquí habrá pequeñas escenas, pero las hay todas. Yo soy eso y a eso le aporto de mis experiencias, y de ahí parto para buscar más y trabajar más duro. Yo creo en el llevar de un lugar a otro, hay problemas que no voy a poder resolver quejándome ni gritando en la calle, así que los pongo en mi música y en mi trabajo y que, gota a gota, sea eso lo que impulse a un cambio y que eso lo empuje cientos de gotas más. No me pretendo inventar nada nuevo pues ya todo está ahí y es lo que sigo. Ya hay Roberto Cofresí, Roberto Clemente, Rafael Hernández, Giovanni Hidalgo, Tito Trinidad, Juan Morel Campos, Toño Bicicleta, Casa Pueblo, Hostos, Betances… Todo está aquí y desde hace mucho tiempo, si uno se mide a ese mismo nivel de esa gente que son de nuestro suelo, las cosas van a ir cambiando. Si los ven como complejos o leyendas o de tiempos que ya no existen, pues entonces ya no es simple, y se puede justificar el que no se logre.
Véase también
El soplo de puertorriqueñidad de Miguel Zenón
William Cepeda: comprometido con sus raíces
Un virtuoso prematuro llamado Julio Boria
Henry Cole y su Afrobeat Collective en el FIA