Desde hace varios años lo que encontramos en prensa, radio y televisión sobre la Universidad de Puerto Rico (UPR), son cosas negativas. A tal efecto, la visión que tienen muchos de la UPR, es que es una institución retrógrada, altamente politizada y burocratizada, que no se ajusta a las necesidades del país y que derrocha el dinero de los contribuyentes.
Lamentablemente, la Universidad no se defiende ni siquiera de las cosas que a todas luces son falsas y mucho menos reseña, adecuadamente, sus logros. Por el contrario, las grandes universidades privadas, se cuidan muy bien, resuelven sus problemas internamente y reseñan en nuestra prensa local cuanto logro mínimo puedan tener. Cansado estoy de oír en programas de radio y televisión que las privadas tienen mejores profesores, mejor equipo, mejores ofrecimientos y hasta mejores estudiantes. No menos importante, que hacen su trabajo con una cuarta parte del presupuesto que recibe la UPR.
En honor a la verdad aunque la UPR sigue siendo la mejor universidad de nuestro país, se ha quedado atrás en algunos renglones. ¿Cómo es posible que en el siglo 21, todavía no tengamos todos los ofrecimientos de cursos básicos on-line? Una enorme mayoría de nuestros estudiantes trabaja y estoy seguro que sería sumamente conveniente para ellos, tomar dichos cursos desde su casa a la hora más conveniente. Tampoco estamos preparando la gente que el país necesita. A modo de ejemplo el Departamento de Educación está pidiendo a gritos profesores en las áreas de inglés, ciencias y matemáticas. ¿Cómo es posible que la Universidad no pueda subsanar dicha demanda?
Algunas de las privadas “viven” de sus ofrecimientos nocturnos. ¿Cómo es posible que no podamos ofrecer lo mismo, con mayor calidad y obviamente a un precio más módico, dado el caso de que nuestro costo por crédito es mucho más bajo? Lo irónico del caso, es que muchos de los profesores que ofrecen dichos cursos en las privadas son empleados de la UPR.
La Universidad está altamente politizada y esto no lo vamos a cambiar en mucho tiempo. En los últimos cambios de gobierno hemos visto, cómo el partido en el poder nombra una junta rectora, llámese la Junta de Síndicos o la Junta de Gobierno, en donde imperan las decisiones político-partidistas. Esto debe terminar ya.
La Universidad también está altamente burocratizada. La Administración Central crece cada cuatrienio y no resuelve los problemas básicos de los diferentes recintos, pese a la gran cantidad de consultores y supuestos expertos que nombran o contratan. Mientras una institución privada monta un programa de bachillerato o graduado en un semestre, en la UPR, esto puede tardar años. Es muy probable que si el personal que hay en la Administración Central fuera el idóneo, se pudiera hacer un mejor trabajo de forma más expedita y posiblemente con un ahorro significativo en sus gastos.
Aunque somos una misma universidad, hay mucha individualidad entre recintos y algunos creen que solo ellos son los dignos representantes de la UPR e inclusive han solicitado independizarse. Ya es hora de que haya mayor colaboración entre recintos y que al menos los cursos básicos como de español, inglés y matemáticas tengan la misma codificación y tengan la suficiente similitud para que puedan convalidarse sin problemas entre los diferentes recintos. También es hora de que podamos intercambiar profesores. No veo razón por la cual un profesor de Río Piedras o Humacao no pueda ofrecer un curso en Cayey, o uno de Ciencias Médicas en el campus de Río Piedras.
No creo que hagamos gran adelanto cerrando recintos. Las únicas que ganarían aquí, serían las instituciones privadas. Sí creo que cada recinto debe especializarse a tono con las necesidades de un Puerto Rico moderno. En la UPR hay muchos programas repetitivos como biología general y otros en donde ya no hay demanda ya sea en los mercados locales o internacionales. Producimos muchos estudiantes para la lista de desempleados. Estos programas se deben poner en moratoria y con el dinero ahorrado establecer nuevos ofrecimientos a tono con las necesidades, primero de la región a la que sirve el recinto y luego a nivel de todo Puerto Rico.
El problema económico de la Universidad es muy serio. Los recintos pequeños hace tiempo que están en el hueso y ya no hay grasa que cortar. La primera que debe dar ejemplo haciendo recortes es la Administración Central. Está bueno de tantos consultores cuando tienen el mejor talento en los diferentes recintos. Es un asunto de nombrar en cada puesto gente bien cualificada que no necesite de un ayudante que les haga el trabajo.
Ya es hora de que se planifiquen las compras con antelación y que se hagan todas a la vez desde una misma oficina. En esto incluyo vehículos, computadoras, muebles, materiales básicos para los departamentos, hasta químicos y especímenes para los laboratorios. También ya es hora que los contratos de mantenimiento de equipo se hagan a nivel central. Si se hace todo esto la Universidad tendría un ahorro significativo.
No veo razón por la cual se ofrezcan cursos básicos en anfiteatros. En la Universidad Central de Florida hay un anfiteatro para 300 personas. Esto es el equivalente a 10 secciones de clase juntas. Aquí hay ganancia para todos; la institución (en ahorros), el profesor (porque es el único curso que ofrece y tiene tiempo para dedicarlo a otras actividades académicas como hacer investigación) y los estudiantes (expuestos a los mejores profesores). Estas conferencias se graban, para que los estudiantes las puedan ver cuantas veces quieran. Sin lugar a dudas, estos conferenciantes tienen ayudantes (los famosos TA), que muy bien pudieran ser los mejores estudiantes de cuarto año, en el área de especialización o estudiantes de maestría de recintos como Río Piedras y Mayagüez.
Actualmente, la gran mayoría de las plazas dejadas vacantes por los que se retiran se congelan. Sus clases son ofrecidas a personas que se contratan a tiempo parcial. La gran mayoría de este tipo de personal, se dedica a tan solo ofrecer las clases para las cuales fueron contratadas. Entiendo que esto no es saludable. En Humacao, ya hay programas en donde tan solo quedan un puñado de profesores regulares y permanentes.
La Universidad, debe tratar de contratar nuevo personal que esté capacitado para llevar a cabo investigación de vanguardia y someter propuestas para traer fondos externos. Esto es una práctica común en los Estados Unidos y si usted no trae fondos y no pública no va a obtener su permanencia y lo que es más, va a perder su empleo (“get funding, publish or perish”).
Finalmente, la Universidad tiene que dar a conocer sus aportaciones y logros, al público en general. Esto debe hacerse ya sea a través de prensa, radio o televisión. Hay una enorme gama de programas de entrevistas, que no aprovechamos.
A modo de ejemplo en Humacao hay profesores y estudiantes trabajando con extractos de plantas que puedan detener el crecimiento de tumores cancerosos. Otros estamos trabajando en larvicidas de mosquitos y repelentes de insectos naturales. Estoy seguro que al público le agradarían estas noticias y esto ayudaría a cambiar su percepción de la institución.
Todas las semanas ocurre algo de importancia en alguno de nuestros recintos y la mayoría de estos eventos quedan en el anonimato. Si no informamos lo que hacemos bien, lo que aportamos a Puerto Rico, no podemos esperar un cambio en la forma que nos perciben.