¿Imaginas pasar unos días sobre el suelo de Antártida? ¿Puedes sentir el frío subiendo por tus pies hasta llegar a tu cabeza? ¿Puedes tocar la nieve y ver el blanco a tu alrededor? Amy Orta Rivera, estudiante del Departamento de Geografía de la Universidad de Puerto Rico (UPR), Recinto de Río Piedras, tuvo esa oportunidad y compartió con Diálogo su experiencia sobre el suelo antártico.
Luego de contactar a la organización Students on Ice, con sede en Canadá, Orta, de 24 años, viajó al blanco continente con otros 69 estudiantes de Estados Unidos, Canadá, Suecia, India, Argentina y Puerto Rico, nuestra Isla siendo representada sólo por ella.
Con 14 millones de kilómetros cuadrados, Antártida es el quinto continente más grande del planeta Tierra, después de Asia, África, América del Norte y América del Sur.
“Lo primero que vimos fue un grupo de montañas oscuras, como color casi negro y alrededor de esas montañas, por partes, estaban repletas de nieve, era un contraste entre blanco y negro. Había partes completamente que a veces uno decía, ¿dónde termina la nieve y dónde empieza en cielo?”, relató la estudiante.
Con una superficie casi totalmente sin vegetación, las únicas partes que no están cubiertas de nieve y hielo, como en algunas montañas, son sólo roca. Como parte de las expedición, Orta también visitó las islas Shetland, ubicadas al norte de la Península de Antártida. “Uno empieza a ver témpanos de hielo de más de 50 pies, es bien impresionante, los colores que puedes ver, desde blanco hasta colores azules y turquesa”, describió la joven.
El continente de hielo es, además, el más alto con un promedio de siete mil quinientos pies de altura; su territorio contiene el Polo Sur de la Tierra. Orta destacó la importancia de crear conciencia sobre el calentamiento global y subrayó que el oeste del continente, donde está ubicada la Península, está sufriendo los estragos de los cambios climáticos mucho más rápido que las demás partes de la zona.
“Nosotros vimos los glaciales, se caían los pedazos de hielo y el sonido es espectacular, no sé cómo describírtelo. Es normal que en este tiempo se derritan esos pedazos y caigan al mar, el problema es que se está acelerando ese proceso y se está derritiendo más esa área de lo que se congela en invierno”, explicó.
Toda la zona de Antártida se encuentra en estos momentos atravesando el verano austral. Aunque frías, Orta experimentó temperaturas relativamente cálidas de entre 14 y 50 grados fahrenheit, aunque en invierno las temperaturas en el área se mantienen en niveles bajo cero. Del mismo modo, la estudiante de Geografía estuvo observando los cambios entre la noche y el día en el continente.
“Casi todo el tiempo era de día, el atardecer no existe, sí se pone como opaco el cielo pero nunca anochece. Hubo una noche que me quedé despierta para tratar de ver si anochecía, era la medianoche y estaba todavía claro, era como si fueran las seis de la tarde de nosotros”, relató Orta.
Por otro lado, aunque en la Antártida no habita ningún animal terrestre, la estudiante pudo observar varias especies de animales que sí rodean las costas del continente y pasan gran parte del año o al menos una temporada en suelo y mar Antártico. Entre los animales que presenció destacan el pingüino Adelia y Emperador, la foca Leopardo y varias especies de ballenas como la Orca y la conocida “ballena jorobada”.
“Cuando vi las orcas para mí fue bastante impresionante porque ves estos animales, están completamente en su hogar, nadando, persiguiendo a los pingüinos…vimos unas que estaban dándole vuelta a un témpano de hielo velando a los pingüinos, porque también consumen pingüinos”, indicó la joven.
Orta también quiso exhortar a las personas sobre la importancia de mantener a las ballenas y otros animales en su hábitat y respetar su espacio natural, recordando que los acuarios y parques acuáticos ubican estos enormes animales en espacios demasiado pequeños, incómodos y sin las condiciones necesarias para crear su hábitat natural.
“Los océanos son sus hogares. Estamos poniendo las ballenas en piscinas sumamente pequeñas para ellas simplemente para que hagan shows para nosotros, cuando no es ese el propósito para el cual ellas existen”, destacó Orta, quien estuvo en territorio antártico desde el 28 de diciembre de 2013 hasta el 9 de enero de 2014.