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La educación universitaria es más importante que nunca y no sólo para los jóvenes. En esta economía inestable, las pérdidas de trabajo han afectado menos a personas con bachilleratos o licenciaturas que a aquellas que no cuentan con esos grados académicos. Según cifras del National Employment Law Project, casi el 60 por ciento de los desempleados tenían estudios de secundaria o menos en el 2008. No sorprende que el valor de la educación superior esté cobrando fuerza también para adultos. “Acabo de perder mi trabajo y mi hijo está a punto de graduarse de la secundaria. Tal vez los dos necesitamos inscribirnos en la universidad”, comentó Maricela Gamboa de Franklin Park, Illinois quien terminó el colegio en México, pero por falta de recursos no pudo seguir estudiando. Como la señora Gamboa hay muchos que ahora están considerando la posibilidad de una carrera pero creen que es muy costosa. Costear un bachillerato no es fácil en estos tiempos, pero tampoco es imposible y hasta te sorprenderá saber que hay opciones económicas. Según recientes informes del College Board el 66 por ciento de estudiantes a tiempo completo reciben ayuda financiera. No dejes que los mitos sobre el costo de la universidad o sobre la ayuda disponible eviten que logres tu meta de obtener una educación superior. Aquí te presento los mitos y los hechos con información obtenida del College Board: Mito No. 1: Todas las universidades son muy costosas. Hecho: Hay muchas universidades diferentes que ofrecen todo tipo de carreras además de una amplia gama de precios. La mayoría de los estudiantes a tiempo completo asisten a universidades de cuatro años que cobran menos de $9,000 por matrículas y cuotas. Las universidades públicas con programas de dos años generalmente son más económicas y cobran un promedio de $2,500 por año. Son ideales para completar los dos primeros años de una carrera de cuatro. Por lo general, las universidades públicas de cuatro años cobran $7,020 por la matrícula. El alojamiento y comida a quienes no viven con sus padres les cuesta sobre $8,193; y se gasta $1,100 en libros y útiles. Mito No. 2: El dinero sólo está disponible para los estudiantes muy inteligentes o muy pobres. Hecho: La ayuda federal se basa en la necesidad económica y no en las calificaciones o el talento del estudiante. La mayoría de los estudiantes reciben ayuda financiera para ayudarles a costear sus estudios. ¿Cuánta? En 2008-09, los estudiantes universitarios a tiempo completo recibieron un promedio de alrededor de $10,185 en ayuda financiera, incluyendo más de $5,000 en subvenciones y $4,600 en préstamos federales. Las subvenciones representan dinero que no se tiene que devolver. Mito No. 3: Los formularios para obtener ayuda financiera son muy difíciles de completar. Hecho: La mayoría de las familias necesitan llenar un solo formulario, la Solicitud Gratuita de Ayuda Federal para Estudiantes (FAFSA, por sus siglas en inglés) para demostrar que son elegibles para recibir ayuda. Completar el FAFSA parece más difícil de lo que es en realidad aunque sí hay que reunir documentos importantes. El formulario se puede encontrar en www.fafsa.ed.gov/es_ES/ en español y también lo puedes conseguir a través de la universidad. Si solicitas ayuda financiera del gobierno tienes que comprobar tu ciudadanía o residencia permanente. Si no cumples con uno de estos requisitos, no te desalientes. Hay universidades con fondos privados, fundaciones, y otras organizaciones que ofrecen ayuda y becas a quienes no son ciudadanos estadounidenses. Investiga. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.universia.pr/portada/noticia_actualidad.jsp?noticia=41714