
No se deje llevar por el titular…realmente, no hay mucho secreto en la alegre historia de triunfo de los Tarzanes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) en el torneo de voleibol de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI). Ha sido todo un plan bien trazado y ejecutado, aunque sí, ha hecho falta mucha tenacidad.
Mejor déjese llevar por lo que hasta ahora se ha visto en la cancha, y entienda que este pudiese ser el año del RUM. Tomemos el juego de ayer, por ejemplo. Los Tarzanes obtuvieron de nuevo un dramático triunfo ante una de las potencias del voleibol de la Liga Atlética Ineruniversitaria (LAI), los Taínos de la Universidad del Turabo. Con la casa llena en el RUM, los Tarzanes vencieron el martes a los Taínos en cinco parciales: 16-25, 25-19, 17-25, 25-23 y 15-11. Con el triunfo, los Tarzanes asumieron el tope en la sección Rafael Mangual en ruta al inicio del cruce con la sección Cosme Beitía que empieza este lunes.
Ese gozo llega apenas días después de apuntarse otra difícil victoria sobre la Universidad del Este (UNE), quienes han sido sus cucos durante los tres años que lleva al frente del programa de voleibol el dirigente Humberto Rodríguez. Sí, ese mismo Humberto Rodríguez, el que durante décadas ha conquistado grandes triunfos tanto en la Liga de Voleibol Superior Masculino como en la de Femenino.
“Aquí ha habido un gran esfuerzo de parte de todos los involucrados. Yo estoy contento, porque le ganamos al Turabo el martes, pero el triunfo del viernes pasado ante la UNE es especial, pues es la primera vez en los tres años que llevo aquí que le ganamos. Y siempre son juegazos. El año pasado perdimos en tres sets, 27-25, 25-23 y 26-24, pero fueron tres sets bien fogosos, un juego de esos que uno sabe que perdió en tres sets, pero que de igual forma pudo haber ganado también en tres sets”, le dijo Rodríguez ayer miércoles por teléfono a Diálogo, a días de que comience el cruce de secciones.
Sí, los Tarzanes le tumbaron el invicto el viernes pasado a los Pitirres de la UNE y ayer martes hicieron que sucumbieran los poderosos Taínos del Turabo. La cosa se pone más interesante aún cuando uno compara el personal del equipo del RUM con sus más experimentados rivales. Por ejemplo, el Turabo cuenta entre sus jugadores con el acomodador Carlos Rodríguez, de los Capitanes de Arecibo, mientras que la UNE tiene en sus filas al acomodador de los Patriotas de Lares, Kevin Rodríguez, al esquina de los Mets de Guaynabo, Arnel Cabrera, y al medio de los Gigantes de Carolina, William Thompson. Experiencia profesional no es precisamente el fuerte de los Tarzanes.
“Recuerda que nosotros jugamos NCAA en la División II. Por eso, ninguno de nuestros jugadores tiene experiencia en el Voleibol Superior”, indicó el coach Rodíguez, quien en el RUM además da el curso de entrenamiento en voleibol del bachillerato de formación de entrenadores que ofrece la Facultad de Educación Física.
“Pero hemos logrado atraer jugadores importantes de primer orden, algunos que incluso nos eligieron sobre ofrecimientos en instituciones de Estados Unidos. Tenemos a los acomodadores Lewis Rodriguez, Orlando Delgado y Miguel Albarrán; a los medios Gabriel Gracia y Rafael Burgos, un gigante de 6’9”. Tenemos también al esquina Gustavo Mejía, que fue el Jugador Más Valioso el año pasado. Y además, contamos con jugadores de la selección juvenil como el medio Christian Pellicier y el esquina Jared Díaz, entre muchos otros jóvenes atletas de calidad”, agregó, incluyendo entre los mencionados a los liberos Eric Ramos y Yamil Rivera y al esquina Julio Fontanet.
Pero, ¿Cómo hizo Rodríguez para evitar que tanto talento se quedase en el RUM, si los escuchas de voleibol la NCAA andan cuchillo en boca cazando talento puertorriqueño, y pintándole a los jugadores ‘prepas’ escenarios más fabulosos que Magic Kingdom cuando a la hora de reclutar se trata?
“Tremenda pregunta. La gente piensa que todo lo que brilla es oro y allí hay cientos de equipos de voleibol pero no todos tienen un programa académico sólido que respalde su programa de voleibol”, respondió Rodríguez.
“El primer atractivo que ofrece el RUM es que vas a jugar LAI y NCAA. LosTarzanes juegan el primer semestre en la LAI y el segundo en la División 2 de NCAA, así que la exposición para los muchachos está ahí”, prosiguió, recordando que en enero reciben la visita de Rutgers University y de Erskime College y que en marzo estarán visitando George Mason College en Washington DC, donde “tenemos gran fanaticada boricua, es casi como jugar en el Colegio”.
El segundo atractivo, dijo Rodríguez, es que “el RUM es una de las 15 instituciones públicasde mejor calidad académica en Estados Unidos” y “tenemos un 62 por ciento de índice de graduación”. También, el veterano técnico de voleibol hizo énfasis en los programas de beca del RUM, pues “hay jugadores que ni siquiera gastan un centavo durante todo el año”, y en el respaldo que al deporte le ha dado el rector John Fernández Van Cleeve “que no se pierde ni un juego de nosotros. Allí está siempre como otro fanático más”.
Es decir, que el estudiante que juega voleibol con los Tarzanes juega feliz…y, sobre todo, motivado.
“Mira, yo el mensaje que les doy a mis muchachos cuando vamos con esos equipos que meten miedo es que a todo mundo se le puede ganar. No importa cuán superior se vea, mientras uno insista en establecer su juego, uno puede ganar. Eso sí, no podemos dormirnos con rivales que pensemos son inferiores, pues con el sistema ‘rally point’, la brecha entre los equipos fuertes y los otros se reduce. Cada jugada vale puntos, no es como antes, que había que tener posesión para marcar punto. Eso hasta lo discutimos, yo le hice un escrito a mis jugadores sobre eso. Acá andamos bien preparados”, apuntó Rodríguez, quien dice estar abierto para regresar a dirigir en el voleibol profesional “si la situación es favorable”.
En cuanto a los cruces interligas que arrancan este lunes, Rodríguez puntualizó que hay que salir “a jugar cada partido como si fuese la serie postemporada. Estoy convencido de que la actitud en el equipo es bien clara y es de no dejar caer este buen ritmo de juego que llevamos. Hay que seguir jugando dentro de nuestro sistema y minimizar los errores. Aquí no hay ciencia ni secretos”.