En nuestro primer reportaje especial definimos cómo en los últimos años, en diversas partes del mundo, se ha visto impactada la industria hotelera a causa del incremento de plataformas digitales de renta de alojamiento, como por ejemplo Airbnb.
En esta ocasión, nos dimos la tarea de investigar cuáles son las prioridades de los viajeros al momento de viajar y elegir entre hoteles o alojamientos alternativos.
Para tener una idea más clara de cuál plataforma es más económica actualmente en Puerto Rico, se realizó una búsqueda en la web sobre el precio medio de los hoteles y los airbnbs para las fechas de agosto. Entre los lugares próximamente descritos, se encuentran los más frecuentados por los turistas y residentes.
De esta forma, se encontró que en la Isla, los hospedajes de Airbnb son más económicos que las habitaciones de hoteles tradicionales, excepto en Ponce, ya que los hoteles son más baratos por un margen de tres dólares.
Pese a los datos “Airbnb no siempre es perfecto. Tu experiencia puede variar dependiendo de la hospitalidad del propietario, y no de un equipo más amplio, como en un hotel”, explica el estudio Airbnb y hoteles: ¿cuál es el más económico? Realizado por el portal Busbud.
A lo que Stanley Tapia Rivera, profesor pionero de la investigación: Entrando en la mente de los viajeros de Airbnbs: Vieques y Culebra, añade que estos datos no se pueden comparar con la industria hotelera.
“Aquí incluye todo el ecosistema de los Airbnb. Usualmente, los hoteles regularmente son de un cuarto para dos personas. Aquí, hay casas enteras donde tú puedes llevar una familia. No es lo mismo que se queden dos personas en un lugar pagando $220, a que se queden ocho o nueve personas”, resaltó.
El profesor explicó, además, que “el precio, ya no está siendo el único factor que motiva a las personas a utilizar Airbnb”.
Peter Hopgood, vicepresidente de ventas y mercadeo de las Empresas de Hospitalidad Internacional (IHE, por sus siglas en inglés) aclaró, no obstante, que en la industria hotelera “se vende la experiencia y no solo el valor económico o un cuarto.”
Cumpliendo con muchos requisitos de seguridad, comodidad, atención y servicio al huésped, la industria hotelera se destaca por ser un “área altamente sociable”, destacó Clarisa Jiménez, presidenta y CEO de la Asociación de Hoteles y Turismo de Puerto Rico (PRHTA, por sus siglas en inglés).
“Tenemos porteros que se saben el nombre tuyo, suben al restaurante y te hablan sobre la comida que ofrecemos y tenemos esas áreas que el Airbnb no ofrece […] Nosotros somos unos súper host que queremos que tengas la experiencia del destino”, sumó Hopgood.
En cambio, Andrei Miranda y Demi Pennock, anfitriones de airbnbs en Puerto Rico comentan que contrario a los hoteles, “el enganche con el guest es más personalizado, porque la persona se siente que el trato es tú a tú”. La pareja, que posee seis establecimientos de airbnbs y dos en construcción, explican que ellos buscan que las personas se lleven una buena impresión de Puerto Rico.
A pesar de las diferencias, lo cierto es que los airbnbs han tomado auge en la Isla. Esto se suma a varios retos que ha enfrentado la industria hotelera de Puerto Rico durante los últimos años, —como la escasez de vuelos que llegan al País, los costos de operación, el incremento del virus del zika, entre otros— lo que ha llevado al sector a realizar ajustes para continuar atrayendo a turistas.
“Hay una tendencia en el mercado de servicios mínimos. Hoteles que no necesariamente son resorts. Aquí en Puerto Rico se abrió recientemente el AC Marriott, en el Condado. […] es una tendencia de lo que es la hotelería. Todas las cadenas han estado haciendo esto”, explicó Jiménez.
“Eso sucede por el millenial, los millennials son muy prácticos, quieren vivir experiencias. Van a hotel a dormir, desayunan temprano y cogen calle… a vivir las experiencias que el destino le ofrece; y es una tendencia que estamos viendo hoy día”, sumó.
De esta forma, se entiende que los hoteles se están moviendo a reducir servicios para atraer a los viajeros de edades entre 18 y 34 años que está buscando menos servicios dentro del concepto de alojamiento y más exploración.
Según Hopgood, la elección del lugar de alojamiento dependerá de lo que esté buscando el visitante.
Con él concuerda Jiménez, quien sostuvo que “hay gente que va a preferir estar en un alojamiento suplementario, pero también habrá gente que va a preferir comodidad o seguridad de un hotel y por eso ves que estas cadenas hoteleras están desarrollando hoteles enfocados a ese mercado de los millennials”.
Pero, para Andrei Miranda, anfitrión de Airbnb, al final “el turismo se trata de tener una buena experiencia porque ayuda a la economía del país”.
“Los estudios dicen que los millennials van a ser las personas con más poder adquisitivo. […] Eso seguirá creciendo porque estas cosas no las busca el viajero tradicional”, añadió, por su parte, Tapia Rivera.
Ante todo este panorama, quien se quedará con el turismo puertorriqueño a largo plazo será la empresa que se amolde a las necesidades de las nuevas generaciones y logre encarar los retos fiscales que puedan incrementar en Puerto Rico.