Millones de personas han muerto en todo el Planeta a causa del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) y muchos millones más padecen hoy la enfermedad o son seropositivos, pero los que no tratamos directamente con los pacientes pocas veces vemos el rostro real de la pandemia. Por amistad o parentesco conocemos a personas que la sufren o que han perdido su batalla frente a ella pero lamentablemente, para el resto de la población, no son más que una estadística. Repasemos, entonces, muy brevemente, algunos nombres, algunos rostros públicos de esta infeliz historia.
Cercopithecus aethiops (Mono Verde Africano). No es el único reservorio de retrovirus semejantes al HIV, el agente de la enfermedad, pero sí el más implicado en el nacimiento de la epidemia. Otros implicados serían el mono mangabey, el chimpancé, el mandril y algunos tipos de macacos.
Gaetan Dugas (20 de febrero de 1953 – 30 de marzo de 1984). Sobrecargo de vuelo de Air Canadá. El denominado “paciente 0” de la epidemia del SIDA. Según explicó él mismo a los investigadores, tuvo unas 2,500 relaciones homosexuales en diferentes ciudades de cuatro continentes. En realidad se pudieron documentar, a partir de él, unos 44 contagios. Murió en la ciudad de Quebec de un fallo renal a consecuencia del SIDA. Fue importante, pero obviamente, no la única fuente de transmisión.
Luc Antoine Montagnier (18 de agosto de 1932). Virólogo francés internacionalmente reconocido. El descubridor del agente causal de la enfermedad (HIV). En el año 2008 le fue concedido el Premio Nobel de Medicina junto a su colaboradora Francoise Barre-Sinoussi (30 de julio de 1947) por el aislamiento y posterior descripción del virus de inmunodeficiencia humana.
Frederic Bruguiere (fallecido en 1988 a los 33 años de edad). Fue el enfermo de SIDA de nacionalidad francesa al que el equipo de Montagnier le extrajo un ganglio inflamado del que se aisló el virus HIV.
Robert Charles Gallo (23 de marzo de 1937). Actual director del Instituto de Virología Humana de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland. Fue el descubridor, en 1974, del retrovirus humano de la leucemia de células T. Sostuvo una larga y dolorosa disputa con el Profesor Montagnier por la paternidad del descubrimiento del HIV, que terminó con el reconocimiento, por parte del propio Gallo, de la primacía del francés. La historia de esta discusión entre científicos es larga y compleja, al extremo de que ambos gobiernos, el francés y el norteamericano, se vieron implicados en ella. Gallo no descubrió el virus pero sus trabajos permitieron contar con pruebas diagnósticas en muy poco tiempo.
John M. Crewdson (diciembre de 1945). Reportero estrella del periódico Chicago Tribune, ganador del Premio Pulitzer, que en un largo artículo publicado en 1989, estableció claramente la prioridad de Montagnier como descubridor del HIV.
Ronald Reagan (Presidente de los Estados Unidos) y Jacques Chirac (Primer Ministro de Francia) que dieron por zanjada, prematuramente, en 1987, la disputa por la paternidad del descubrimiento del HIV.
Roy Harold Scherer, conocido en la historia del cine como Rock Hudson (17 de noviembre de 1925 – 2 de octubre de 1985). Estrella de cine y símbolo sexual masculino. Fue la primera persona relevante diagnosticada de SIDA y se convirtió muy pronto en un activista en defensa de los enfermos y por la prevención de la plaga. Reconoció públicamente su homosexualidad, explicó la importancia de evitar la promiscuidad sexual y en realidad fue la primera persona en dar un rostro público a la enfermedad.
Hiroaki Mitsuya (1950). Virólogo japonés radicado en Estados Unidos. Junto a decenas de investigadores ha sido una de las figuras relevantes en la síntesis de las drogas llamadas antiretrovirales, que han cambiado radicalmente la evolución fatal de la enfermedad. Hoy no vemos en la calle enfermos emaciados y llenos de tumores gracias a los trabajos de Mitsuya y muchos otros como él.
Nkosi Johnson (febrero 4 de 1989 – primero de junio del 2001). Niño sudafricano contaminado con el SIDA a través del útero de su madre. Nunca conoció a su padre y su madre murió muy pronto de la enfermedad. Se dirigió al Mundo en la treceava Conferencia Internacional sobre SIDA, celebrada en Johannesburg, con un discurso estremecedor. Nelson Mandela dijo de él que era “un ícono de la lucha por la vida”.