Caos, violencia y materialismo. Esas son algunas de las características que la astróloga Leonor Nietzschmann identifica en nuestra sociedad de hoy. Y que, según ella, podrían ser las causas de que cada vez más personas en los últimos años se estén interesando por temas astrológicos y psicológicos, en busca de respuestas holísticas. “Soy docente y astróloga hace 23 años. Fue una vocación tardía, ya que mi carrera profesional anterior estuvo ligada a la música, como intérprete y docente”, explica la especialista de 66 años, fundadora de la Escuela de Astrología de Zona Norte ubicada en San Isidro. Y además, revela: “Tanto la música como la astrología son considerados lenguajes sagrados. Creo que la música me brindó la sensibilidad para captar la resonancia de los arquetipos, a la manera en que el médico psiquiatra y psicoanalista Carl Jung los entendió, como moldes estructurantes de nuestra psiquis. También los planetas y los signos zodiacales son considerados arquetipos”. En la búsqueda Existen en Occidente tres corrientes astrológicas distintas: la predictiva, la psicológica y la espiritual. Las dos últimas, inspiradas en los postulados de Jung, son las que Nietzschmann enseña desde su institución. Ambas se basan en la utilización de la carta natal como herramienta de autoconocimiento del sujeto, pero se diferencian en que la vertiente psicológica hace hincapié en comprender la luz y la sombra de la psique humana, en tanto que la espiritual se orienta hacia una cosmovisión integral del hombre en nuestro planeta. Por su parte, la corriente predictiva hace el uso más básico de la astrología: determinar posibles acontecimientos en la vida de una persona. Pero, ¿qué busca la gente que llega a una escuela para aprender astrología? ¿Se trata sólo de una atractiva salida laboral para una profesión que está siendo cada vez más reconocida en nuestro país? Ante esta pregunta, Nietzschmann responde que el factor laboral no es determinante en absoluto, sino que se mezclan la situación personal por la que alguien está pasando con sus búsquedas de ese momento: “La mayor parte de los alumnos abordan este estudio como un medio para acceder al autoconocimiento y a la autosanación. También hay quienes están atravesando una crisis, en busca de respuestas que los ayuden a comprenderla y resignificarla. No creo que se pueda encarar un estudio tan movilizante como este sólo por la salida laboral, aunque luego se convierta en tal”, reafirma la especialista. ¿Prestigio prestado? Hasta aquí, la psicoastrología –así se llama la combinación entre estas dos disciplinas- parecería funcionar como una alternativa seria para resolver conflictos personales. Es como si la psicología, una disciplina más respetada en nuestro país en las artes de “desconflictuar” seres, le hubiese prestado a la astrología un poco de su prestigio. Y también, parecería que está bien lejos de los clásicos horóscopos que se ven en las revistas dominicales. Al respecto, Nietzschmann opina: “Como en nuestro país la astrología no es considerada un estudio de nivel terciario – como sí sucede en Europa e incluso en EEUU – cualquiera se autotitula astrólogo y especula con la ingenuidad de la gente, sobretodo desde los medios de comunicación. Por lo tanto, genera poco respeto y escepticismo, ya que lo que se difunde – incluyo los horóscopos de las revistas e Internet – es poco serio y meramente especulativo. A esto se suma la desinformación sobre un tema de tanta complejidad como es la astrología”. Al ser la psicoastrología un abordaje holístico hacia la búsqueda y la expresión de la individualidad -llamada “Sí Mismo” por Carl Jung-, dice Nietzschmann, cada persona hará su propio recorrido, que incluye facilitaciones pero también dificultades. Y remata: “Convertirse en un Individuo se trata de la integración consciente de todas nuestras capacidades y del desarrollo de nuestras potencialidades, incluyendo la plena expresión de nuestro género”. Para acceder al texto original puede visitar: http://www.alrededoresweb.com.ar/notas/respuesta-astro.htm
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