El mundo no logrará erradicar la pobreza para 2030 si continúa la actual tendencia de crecimiento económico, concluyó un grupo de estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La Fuerza de Trabajo Interagencia, integrada por 50 instituciones internacionales, elaboró un informe sobre el avance de la Agenda de Acción de Adís Abeba, un marco mundial sobre financiación para el desarrollo con el fin de ayudar a implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), acordados por la comunidad internacional el 25 de septiembre de 2015.
Hubo algunos avances en materia de financiación para el desarrollo, pero el lento crecimiento económico mundial y la disminución del aumento del comercio y las inversiones, desde la crisis económica y financiera de 2008, obstaculizan los avances hacia los ODS, incluida la erradicación de la pobreza.
“A pesar de las expectativas de que este año y el que viene mejore el crecimiento, el actual entorno mundial no presagia nada bueno con respecto al cumplimiento de los ODS”, reconoció el secretario general adjunto de Asuntos Económicos y Sociales, Wu Hongbo.
En 2016, la economía mundial registró el ritmo de crecimiento más bajo desde la crisis y las proyecciones indican que el producto interno bruto mundial crecería a un ritmo inferior a tres por ciento en los próximos dos años, lo que dejaría a casi siete por ciento de la población mundial extremadamente pobre para 2030.
Los países menos adelantados (PMA) son los que quedarán más rezagados, alertó Hongbo.
El número de personas que viven con menos de $1.25 al día disminuyó enormemente en las últimas décadas, pero se debió principalmente al fuerte crecimiento económico en los países en desarrollo, precisa el informe.
El menor crecimiento económico también es responsable del aumento del desempleo. La Organización Internacional del Trabajo estima que habrán 3.4 millones más de desempleados en 2017, respecto del año anterior, una tendencia que se prevé continúe en 2018.
El director de la división de globalización y estrategias de desarrollo de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad), Richard Kozul-Wright, explicó que esas tendencias se deben en parte a la incapacidad de crear estrategias de crecimiento sostenible.
“Muchas personas esperaban que en el período posterior a la crisis financiera se hiciera una reflexión seria sobre los tipos de estrategias de crecimiento forjadas antes de la crisis, las que claramente no eran sostenibles ni inclusivas, pero eso no fue lo que ocurrió”, indicó.
La falta de inversiones es otro gran desafío para el logro de los ODS y, por ende, para el crecimiento, añadió.
Se necesita entre uno y cinco mil millones de dólares más en inversiones solo para infraestructura, un elemento clave para ayudar a mantener el crecimiento en las naciones en desarrollo.
La infraestructura de transporte permite desarrollar el comercio y la economía, lo que es particularmente importante en países sin salida al mar o sin litoral, mientras que la vinculada al sector energético es fundamental para las medidas de adaptación y mitigación del cambio climático.
Sin embargo, las inversiones en infraestructura, privadas y públicas, disminuyeron en todo el mundo. Y a pesar de que la asistencia oficial al desarrollo aumentó casi nueve por ciento en 2016, respecto del año anterior, las crecientes necesidades humanitarias generaron falta de fondos a corto y largo plazo.
La incertidumbre que pesa sobre algunas políticas clave de algunos de los países grandes no hace más que elevar los riesgos para la economía, como la propuesta de Estados Unidos de recortar la asistencia al extranjero y los fondos para el clima.
Hongbo también señaló que es fundamental la creación de políticas nacionales ajustadas a los ODS, así como la cooperación internacional para impulsar un crecimiento sostenible e inclusivo.
“Muchas de las dificultades que afrontan los países, como el lento crecimiento económico, el cambio climático y las crisis humanitarias, tienen repercusiones transfronterizas o mundiales, que no pueden ser atendidas por un solo actor”, observó.
La presentación del informe coincide con el segundo foro anual sobre financiación para el desarrollo, que reunió a países miembros y a organizaciones internacionales para discutir sobre los asuntos acuciantes presentados en el informe y sobre sus posibles soluciones.
Los participantes llegaron a un acuerdo sobre la financiación para los ODS, llamando a los gobiernos a aumentar y a cumplir con sus compromisos en el marco de la asistencia oficial al desarrollo y a mejorar las políticas impositivas, como los esfuerzos internacionales para luchar contra la evasión fiscal, y urgiendo a los bancos de desarrollo y a actores privados a ayudar a movilizar recursos catalizadores.
“Alzaremos nuestra voz cuando podamos, hablaremos fuerte por los PMA y los países vulnerables y sus pueblos”, puntualizó Hongbo.