
Washington, D.C.– El autor de Faceboom, el primer libro sobre Facebook escrito en español, es un usuario activo de esta red social que describe en tono sarcástico las bondades y mentiras que interpreta de esa experiencia. Desde Argentina, Juan Faerman le contó a ConcienciaNews detalles del texto que ya circula en países como Uruguay y Chile, mientras es adaptado al inglés para llegar a Estados Unidos. Hace dos años que Faerman se mueve en esta red social y nunca imaginó que las actividades que realizaba allí terminarían siendo el sedimento de un libro. “Para mí es una nueva manera de comunicarse, donde los usuarios vuelcan la necesidad que tenemos de exponernos a la aprobación del otro. Algunas personas tienen mayor dependencia de eso que otras; les importa en cierta medida lo que piensen los demás”, dijo Faerman, guionista de radio y televisión dedicado actualmente a la publicidad. El libro critica las referencias técnicas más conocidas, como la que ofrece Wikipedia. “Con eso y un par de monedas podemos viajar en colectivo, ya que esa definición jamás podría explicar -ni remotamente- lo que en realidad hay detrás de esa página, tan amada y odiada por partes iguales”, se lee en el primer capítulo. ¿Cómo entender entonces a Facebook? La estrategia de evolución tecnológica es la parte más inteligente de Facebook para conservar a sus adeptos. Faerman la define como “paulatina”, pues el usuario no la percibe. Esto explica por qué cada vez que ocurre un cambio en la plataforma, se conforman grupos para debatir “cuán insoportable pudo ser el proceso”. No obstante, afirma que la interactividad sigue siendo el motor de popularidad. Y así lo confirman algunos usuarios. En Washington, Jared Barker dice: “me gusta porque puedo estar conectado con personas a lo largo y ancho del país. Pero si no existiera, no me importaría”. En Costa Rica, Daniella Fernández destaca la “conectividad integral que ofrece. Escribes lo que haces como en Twitter, chateas como en MSN, subes fotos como en Flicker y mandas correos, etc.”. Otros, como María Victoria Correa, en Colombia, critica que “se publiquen fotos sin permiso. Me da susto que me vean en una situación incómoda”. Faerman aconseja a los usuarios hacer un alto en el camino y reflexionar sobre conceptos del mundo real que se han transformado en la cotidianidad ligada a Facebook. “No puede creerse que el amigo de Facebook va a reemplazar al amigo real. Los conceptos son diferentes. Por ejemplo, en el MSN, donde tú tienes a los amigos reales que conocen tu voz y saben cómo eres, ellos no se llaman amigos, sino contactos”, dijo. Esto puede inferirse tras analizar las actividades más comunes de los usuarios. “Pasa muy seguido. Cuando haces la invitación a un evento, la mayoría de la gente da clic en ‘asistiré’, a sabiendas que no lo harán. Eso subestima el valor de la palabra. Son otras formas de mentiras y que en Facebook son aceptadas”. Asegura que Facebook está pensado para promover sentimientos positivos, lo cual genera adicción en el usuario. Una prueba de ello es el link ‘me gusta’, donde se opina sobre el estado actual de los contactos. Está el pulgar hacia arriba, no hay un pulgar hacia abajo, “es lo que mucha gente se pregunta y la razón es muy sencilla. Si publico algo y 100 personas me dicen que es una estupidez, y yo soy muy susceptible, me sentiré mal y echaré la culpa a Facebook”. Esta red social tiene grupos con más usuarios que población en muchos países del planeta. Un ejemplo es Causes, una aplicación que impulsa movimientos con objetivos de impacto locales o mundiales. Hoy tiene 30, 903,777 de participantes activos por mes. “Yo evalué la tasa de crecimiento de Facebook entre enero y abril del presente año, y eso daba un promedio de medio millón de personas que diariamente se hacen usuarios”. Sin embargo, cree que algún día ese crecimiento tendrá un tope, aunque falta mucho tiempo. “Todavía hay países muy poblados donde Facebook no tiene una participación significativa. Por ejemplo Brasil, el más grande de Latinoamérica, tiene sólo el 2 por ciento del mercado; igual sucede en India, donde no hay una participación significativa. Hay muchas variables, pero una vez que una red se divulgó en un país, es difícil que haya otra que la desbanque”, concluyó Faerman. Más información sobre Faceboom en www.faceboomlibro.com. El artículo original fue publicado en: www.conciencianews.com.