Mientras se espera que el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) presente ante el Tribunal de Primera Instancia una moción para desistir de la expropiación de Costa Serena, los residentes del área de Piñones en Loíza denuncian irregularidades en el proceso.
A pesar de que el DRNA había indicado que adquiriría las tierras para su protección aparentemente ahora no puede hacerlo. Así lo dejó saber Milagros Quiñones, portavoz de la Coalición Piñones-Loíza, quien dijo que el secretario de la Agencia, Daniel Galán Kerkadó, indicó que el DRNA no cuenta con los recursos para pagar el nuevo valor de las tierras, luego de haber tasado el terreno por tercera ocasión.
Según Quiñones, anteriormente el terreno había sido valorado en $4.9 millones de dólares y es el precio que la Coalición Piñones-Loíza exige se pague por él.
“Nuestra comunidad vuelve a levantarse en lucha ante la indignación y suspicacia que levantan las recientes acciones del secretario del DRNA, Daniel Galán Kerkadó, y de la administración de Luis Fortuño al prestarse a inflar el valor de estos terrenos para entonces proceder a desistir del proceso de expropiación y devolverle los terrenos a la familia Katz”, expresó Quiñones.
Por su parte, la asesora legal de la Coalición, Carmen Guerrero, explicó que aunque originalmente los terrenos fueron valorados por $4.9 millones tras su segunda tasación, ahora se estiman en un valor de $32 millones.
Ante este panorama, los residentes exigieron ver la nueva tasación pues temen se eleve el precio de los terrenos. Añadieron que esperan que la familia Katz acepte la tasación por la cantidad antes acordada y que no se page un centavo más.
“Si luchamos contra sus proyectos por más de 40 años estamos listos para luchar por 40 años más”, expresó Yolanda Pizarro, residente del sector Monte Grande de Piñones.
La Coalición también expresó su preocupación respecto a que el caso de Costa Serena no esté cerrado ante el Tribunal Supremo y se habra una brecha para que vuelvan a concederle los permisos.
El proyecto de Costa Serena lleva años tratando de erradicarse. Éste proponía crear un complejo de edificios con el propósito de atraer más turismo a la Isla, pero se enfrentó a denuncias de los ciudadanos que reclamaron la protección de sus tierras.
Esto, debido a que Costa Serena estaba planificado construirse en áreas del mangle más grande de Puerto Rico.