El primero de marzo de 1954, mientras se iniciaba en Caracas, Venezuela, la Conferencia Interamericana en que Estados Unidos llevaría la voz cantante, un grupo de cuatro puertorriqueños fueron noticia en todos los periódicos norteamericanos al efectuar disparos en el Capitolio de Washington DC. Los que reclamaban la independencia del País hirieron a cinco congresistas y desplegaron la bandera nacional de Puerto Rico en la baranda del balcón de la galería gritando “Free Puerto Rico now”.
Esos cinco nacionalistas fueron condenados inicialmente a la pena capital, pero luego se modificó la sentencia a cadena perpetua. Después de 25 años fueron liberados por un indulto del presidente Jimmy Carter. Sus nombres: Rafael Cancel Miranda, Andrés Figueroa Cordero, Irvin Flores Rodríguez y Lolita Lebrón. Hoy, cincuenta y cinco años después, Lolita tiene 89 años e ingresó al hospital Auxilio Mutuo de Hato Rey, para luego ser trasladada a una sala de cuidado intensivo el pasado sábado por la noche, debido a una afección cardiorrespiratoria. Esta mujer, nacida en Lares y quien es definitivamente un personaje histórico puertorriqueño, volvió a ser noticia en el año 2001 cuando fue arrestada nuevamente al ingresar junto con otras cinco personas a lo que entonces eran terrenos restringidos de la Marina de Estados Unidos en la isla de Vieques, como parte de la campaña de desobediencia civil para que el cuerpo castrense abandonara la ínsula. Su nombre es un símbolo asociado con la lucha independentista puertorriqueña y como tal, sus compañeros pidieron a los puertorriqueños una oración para su pronta recuperación. “Rogamos encarecidamente a nuestro pueblo que eleve sus oraciones por el pronto restablecimiento de Lolita”, exhortó Rosa Meneses Albizu, presidenta del Partido Nacionalista. La nieta del reconocido Pedro Albizu Campos también declaró: “exhortamos a la gente que tanto la ama que no vayan al hospital. No solamente van, sino que se meten sin uno poder controlarlo al área de intensivo y eso le hace daño a ella”, y luego añadió: “esta es una situación muy delicada y ella está luchando, pero si ponemos de nuestra parte ella va a echar hacia delante”. Algunos independentistas esperan que la agraviada condición de salud de Lebrón no sea símbolo del decaimiento de la lucha en contra del estatus colonial de la Isla y el anexionismo. Por otra parte, Rafael Cancel Miranda dijo que todo aquel que tenga orgullo de ser puertorriqueño debe sentir “una pena grandísima” por lo que le ocurre a su compañera, pero también expresó con mucho sentimiento: “ella está pasando por algo natural, como me pasará a mí. El asunto no es morir, es como se vive. Y ella debe sentirse orgullosa de la vida que vivió. Por eso debemos celebrar la vida Lolita”.