Hay discusiones sociales que llegan desde el movimiento. Para el bailador David Morales, importa narrar con el cuerpo la vida personal de Federico García Lorca como importa visibilizar las cotidianidades de los miles y miles que, en pleno siglo 21, no pueden correr hacia quien aman, sin pensar en las repercusiones discriminatorias de la corrida. Bajo esta consigna, se presentará hoy, 17 de septiembre, el musical “Lorca muerto de amor” a las 8:00 p.m., en la Sala de Festivales del Centro de Bellas Artes de Santurce.
Suele la corriente flamenca denominarse como conservadora, quizá por eso Morales describe este espectáculo, que protagoniza, como uno valiente. La propuesta escénica explora la homosexualidad y la masculinidad del poeta andaluz desde un lente en el cual no solo cabe la lágrima sino también el llanto y el abrazo.
“Intentemos aportar un pequeño granito en un océano grande sobre toda la homofobia que existe el día de hoy contra las personas (…) Contamos una historia de amor libre, una historia de dos personas que se quieren y que quieren seguir juntas, pero por circunstancias de la vida, no pudo ser”, explica el bailarín español.
Antes de armar las coreografías del musical, Morales inundó su casa de libros, recorrió los caminos narrados por el dramaturgo, lo estudió. Se miró frente al espejo durante unos seis meses, y desde allí, desde un puntual deseo por plasmar con su cuerpo el sentido de complejidad que definió la vida de Lorca, conceptualizó el proyecto.
“Soy heterosexual, pero tenía mucha inquietud en ver qué ocurría en ese mundo. Muchas de las canciones que se hicieron muy popular durante todo ese tiempo [el siglo 20], la mayoría de la gente no sabe que eran de hombre para hombre”, dice, tras puntualizar que “en el mundo del flamenco hay una vinculación importante con todo lo que Federico García Lorca hizo”.
En este 2016, se conmemoran 80 años de la muerte del laureado escritor. En este enmarque, esta producción, compuesta por una decena de cantantes flamencos, bailadores y músicos españoles y dirigida por Daniel Casares y Juan Estelrich, se suma a otros esfuerzos en el país por rememorar la obra y figura del autor.
El Departamento de Drama de la Universidad de Puerto Rico, por ejemplo, se prepara para estrenar el próximo viernes, 23 de septiembre La casa de Bernarda Alba, el primero de tres montajes lorquianos a presentarse durante este semestre en el recinto riopedrense como parte de su Ciclo Trágico Lorquiano.
Distintas formas y velocidades del compás lento o rápido que puede ser el sentir hilvanan la obra de Lorca con su vida. David Morales lo sabe, y esta noche transitará el espacio en obediencia a su cuerpo, para rendir su homenaje al poeta.
“Es un espectáculo fuerte, por la fuerza del flamenco, apasionado, por el amor, romántico y atrevido”, adelanta el bailarín. Para eso también sirve el baile, para defender “la libertad del amor”.