“Hay un tango que dice que ‘20 años no es nada", pero si 20 años sí lo son imagínate lo que son 70. Son cambios que tienen que ver tanto con la institución, con el País, con el mundo, con la educación, con los saberes y esos cambios también van transformando la Facultad que no ha sido sorda de los mismos”, así describió la catedrática del Departamento de Literatura Comparada, Malena Rodríguez Castro, la evolución que ha experimentado la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras, una de las instituciones más emblemáticas de la Universidad de Puerto Rico (UPR), que este año celebra su septuagésimo aniversario.
Y es que en esas siete décadas, la facultad de Humanidades ha tenido un rol protagónico en el desarrollo intelectual y cultural de la Isla a través del desempeño de grandes figuras que han dejado una huella indeleble en el País.
En el Departamento de Estudios Hispánicos, por ejemplo, reposó por mucho tiempo el prestigio de la Universidad misma, cuando acogió intelectuales de la talla de Juan Ramón Jiménez (premio Nóbel de Literatura de 1956) Pedro Salinas y Sebastián González García, Margot Arce de Vázquez, Concha Meléndez y en años más recientes las hermanas Luce y Mercedes López Baralt, Luis Rafael Sánchez, Edgardo Rodríguez Juliá, Ana Lydia Vega y Juan Antonio Ramos, entre muchos otros.
Humanidades también fue el hogar de Francisco Vázquez “Compostela”, un distinguido artista español que contribuyó al desarrollo de la escultura en Puerto Rico; Leopoldo Santiago Lavandero (uno de los fundadores del Teatro Rodante Universitario) y de Carlos Marichal, destacado dibujante, escenógrafo e ilustrador.
Por otro lado, muchos profesores del Departamento de Historia, fueron parte del movimiento que impulsó la nueva historiografía puertorriqueña. Destacándose entre ellos, los historiadores Gervasio García, Guillermo Baralt y Fernando Picó.
Asimismo, resalta las aportaciones del Centro de Investiaciones Arquelógicas y las aportaciones al desarrollo de la cultura efectuada por el Museo de Historia, Antropología y Arte.
Los estudiantes de la Facultad de Humanidades también se han destacado en diversos aspectos. Sobresalen, entre ellos los logros del emblemático Coro de la UPR, que este año celebró su 75 aniversario. Igualmente, resaltan los éxitos de Coralia, que conquistó este año el primer lugar en la competencia Florilège Vocal de Tours, en Francia. De igual forma, el grupo se presentó en el International Chamber Choir Competition en Alemania el pasado mes de mayo. Allí logró el segundo lugar como Mejor Coro Internacional.
El Teatro Rodante del Departamento de Drama también ha traído brillo a la Universidad en distintos momentos. En el 2012 se presentó por primera vez en el Festival Fringe de Edimburgo en Escocia. También tuvo la oportunidad de lucirse en las competencias regionales del Kennedy Center American College Theater Festival (KCATF) el pasado mes de febrero en Georgia.
La facultad ha generado “mucha productividad al servicio del País, muchos logros que han puesto a Puerto Rico en el mapa cultural e intelectual en todos los departamentos”, aseguró la decana interina de esa legendaria dependencia universitaria, María de los Ángeles Castro Arroyo. Cada generación ha marcado un modo diferente de acercarse a sus respectivas disciplinas pero manteniendo siempre una posición vanguardista.
La Decana Interina resaltó el compromiso que tiene la facultad de mantener latentes las siete décadas de recuerdos siempre agarradas de la mano de la innovación. “Fíjate, por ejemplo, si uno podría decir que en aquel momento [1943, cuando se fundó Humanidades] los departamentos claves eran Historia y Estudios Hispánicos porque de acuerdo a la ideología de la modernidad es lo que colma el espíritu, sin embargo, en las últimas décadas la facultad ha dado la bienvenida a otras disciplinas como: la lingüística y la traducción”, observó. En este último grupo también figura la maestría en Gestión y Administración Cultural.
Además, Humanidades se ha ocupado de cultivar la semilla de sensibilidad. “Nosotros pensamos en la música, por ejemplo, no solo que Coralia gana año tras año los premios máximos en los conciertos de los principales coros del mundo sino lo que significa la música para el espíritu, para aliviar tensiones. Yo creo que esa combinación de las distintas disciplinas como la filosofía, la historia y esa integración de los saberes que se aporten en una facultad como la nuestra abre caminos y ayuda a abrir caminos en las demás profesiones”, explicó Castro Arroyo.
Por otro lado, observó que aunque la UPR ha vivido momentos muy difíciles, la facultad de Humanidades se encuentra en una coyuntura histórica ahora en el 2013, en el que la universidad es más participativa y abierta intelectualmente.
“Yo creo que estamos en un momento de una mayor globalización. Hay una conciencia sobre eso y veo en todas las disciplinas una integración, una apertura a lo que está sucediendo en todo el mundo sin abandonar lo nacional. Lo vemos en las personas que se invitan como profesores visitantes, lo vemos en los currículos de los cursos e incluso en las actitudes de los estudiantes”, manifestó.
¿Qué necesita la Facultad?
El tiempo no pasa en vano y trae consigo cambios positivos y negativos. “Nosotros somos el único departamento que está en el mismo sitio desde el 1943", aeguró la Decana Interina.
Luego de 70 años en el mismo espacio, la facultad necesita renovar su planta física. Según la decana interina, en este momento tienen cuatro profesores que comparten una oficina. También señaló el problema de la falta de mantenimiento en la infraestructura. “El problema en el Recinto es que no le dan mantenimiento a nada”, reclamó. La plaza Antonia Martínez, por ejemplo, la favorita por los estudiantes de Humanidades, tiene el pavimento desnivelado y necesita reparación.
Otra de las preocupaciones más importantes es la falta de profesores. Los programas de Lenguas Extranjeras y Traducción no cuentan con los suficientes profesores para satisfacer la demanda de todos los estudiantes que solicitan.
“Es que nosotros recibimos estudiantes de todo el Recinto. Yo creo que somos la facultad que más estudiantes recibe junto con la Facultad de Estudios Generales. Y no recibimos más porque no podemos atender la demanda por nuestros cursos. Lo que yo quisiera es ver crecer la Facultad de Humanidades y hacia esa dirección vamos”, añadió la Decana Interina.
¿Hacia dónde se dirige?
La Facultad de Humanidades está comprometida con el fortalecimiento de sus programas graduados. Actualmente ofrece 11 bachilleratos, ocho maestrías y tres doctorados.
“Nosotros nos estamos moviendo a que nuestros programas de bachillerato tengan sus programas graduados. Filosofía va añadir un nuevo programa graduado en Filosofía y Bioética junto con el Recinto de Ciencias Médicas. El programa de Lingüística ya sometió la propuesta para un doctorado en Lingüística Aplicada. El Departamento de Bellas Artes sometió un programa graduado en Bellas Artes y la facultad lo aprobó”, informó la Decana Interina.
Otro de los enfoques es motivar a los estudiantes para que tengan una experiencia de intercambio con otras universidades fuera de Puerto Rico. Para Castro Arroyo es primordial el intercambio de culturas entre los estudiantes.
¿Cómo sería una universidad sin humanidades?
Y después de estos 70 años de historia, ¿se podrían imaginar a una universidad sin música, literatura, danza, teatro y pintura?
“No sería una universidad, no puede haber una universidad sin una Facultad de Humanidades. No puede haber una universidad sin un Departamento de Filosofía por pequeño que sea. No puede haber una universidad sin el trabajo intelectual que se hace en una Facultad como la de Humanidades. En todas las facultades se hace un trabajo intelectual en términos de sus disciplinas pero la Facultad de Humanidades es la que se ocupa directamente de la formación del hombre en todos sus sentidos”, declaró la Decana Interina.
Por su parte, la catedrática Rodríguez Castro, señaló que una institución de educación superior sin una facultad como esa sería “una universidad chata, desmemoriada e inanimada”.
“Cornel West en su conferencia magistral del 26 de septiembre en el Teatro de la Universidad hacía la distinción entre educar para ser inteligente o para tener sabiduría. Y las humanidades aspiran a lo segundo, que no es una sabiduría meramente abstracta sino de vivir a plenitud”, puntualizó.