Dicen que el amor entra por la cocina, pero quién diría que el deseo sexual haría su entrada triunfal por el mismo lugar. Antes de que existiera la “famosa” pastilla azul, conocida por todos como Viagra, entre otros estimulantes sexuales, el ser humano había utilizado todas las herramientas que tenía a su alcance para poder despertar la pasión desenfrenada que por naturaleza habita en su ser. Inventos naturales o químicos de antaño eran capaces de lograr reflejar a flor de piel la furia erótica que silenciosamente se mantenía oculta en el interior de hombres y mujeres. Pero, quién diría que los alimentos serían el enlace principal entre el cuerpo y el placer sexual. Es por esta razón que a nadie le sorprende que el chocolate, las fresas y hasta los mariscos sean tan famosos en cuanto a sexo se refiere. La escena acaramelada ha sido recreada en novelas, películas, anuncios y ha sido puesta en práctica en la intimidad de miles de parejas a través del mundo a la luz de las velas y acompañadas de un buen vino, música romántica y pétalos de rosa. Estos son los clichés que ha conocido el mundo, los cuales han sido explotados en un sin número de ocasiones por diferentes personas y diferentes escenarios. Sin embargo, ¿qué hay más allá de las fresas y el inmortal cacao? A lo largo de la historia, diversas generaciones a través de todos los tiempos han utilizado diferentes remedios caseros para despertar su deseo sexual. Por ahí dicen que el vocablo “afrodisíaco” proviene de Afrodita, la diosa del amor y el sexo en la mitología griega. Es así como el término afrodisíaco, ha sido definido a lo largo de la existencia humana como aquellos elementos que predisponen al amor, pero al amor carnal. Elementos que sirven de antesala al encuentro sexual entre dos seres con el propósito de que los participantes calienten motores antes de comenzar la sesión apasionada. Según el portal electrónico www.solomujer.cl, el amor físico se divide entre el deseo y la respuesta sexual que implica la capacidad del disfrute sexual que eventualmente conduce al organismo hacia el “tan aclamado” orgasmo. Se supone que los afrodisíacos despiertan el apetito sexual y preparan a la pareja para moverse hacia la segunda base que terminaría en una carrera orgásmica. Sin embargo, la clave de un encuentro sexual fructífero descansa en las ganas que disponga una persona de erotizarse hasta el delirio. Científicamente hablando el portal Solo Mujer informó, que desde la antigüedad los afrodisíacos han obtenido poder por las diferentes reacciones químicas que provocaban en el organismo. Y es que este “website” reseñó, que el deseo sexual aparece cuando el centro emocional del cerebro es activado a través de los estímulos provocados a los cinco sentidos. Es así como, al poner en marcha la excitación sexual, los ovarios y los testículos segregan hormonas que provocan la aparición en el cerebro de la oxitocina y serotonina, que son las sustancias químicas responsables del orgasmo. Es así como las delicias estimulantes empiezan por el gusto, el olfato, el paladar y el estómago. Pero entre los alimentos que poseen una doble función de alimentar y erotizar no sólo se encuentra el chocolate y los mariscos, sino que existe una extensa lista de manjares que incrementan la intensidad del deseo sexual. Entre estos comestibles responsables de excitar a hombres y mujeres está el maní, los frutos rojos, el uso moderado de alcohol para lograr la desinhibición del ser humano, los testículos de animales como los toros, tiburones y gorilas; el ajo y la cebolla, los pinchos de caimán y algunos aromas determinados que podrían provenir de flores u otros alimentos. A esta extensa lista de manjares exóticos se les une el aguacate, el plátano y el espárrago por su apariencia similar a los genitales masculinos; y las especias como el clavo y la canela por su aroma peculiar. Increíble pero cierto, el portal Sólo Mujer indicó que en algunos países como Suiza el olor natural de las axilas emana una fragancia que incita al sexo. Inclusive los hombres realizan rituales en los cuales, sin ponerse desodorante, bailan hasta sudar y les regalan sus paños “oloros” a las damas que estén presentes; las cuales caen rendidas a sus pies cual si fuera la reacción del “famoso” AXE. ¿Será que en esta Isla tropical habrá que desprenderse del desodorante para excitar a su pareja? Así como hay alimentos efectivos en la sexualidad, también existen comestibles contraproducentes al deseo carnal. Entre estos anti-afrodisíacos se encuentran la calabaza, la sandía, la lechuga y el pepino. Sin embargo, profesionales de la sexología explicaron, en el portal “Solo Mujer”, que el mejor afrodisíaco de todos es la “compatibilidad energética” que produce nada más y nada menos que el amor entre pareja. Por su parte, el portal cibernético www.perspectivaciudadana.com trae a colación una práctica oriental conocida como el Tantra o el Tantrismo que es una modalidad del Yoga cuyo objetivo clásico, en la cultura oriental, es el de lograr la trascendencia a través de la prolongación de los orgasmos, tanto en el hombre como en la mujer. Sin embargo, esta modalidad oriental posee como afrodisíaco extremo la mezcla de sangre menstrual, vino y azúcar para que la mujer pueda seducir y atraer al hombre de sus sueños. ¿Será que ya le encontraron una función positiva a la visitante mensual? Pero cabe preguntar, ¿son realmente efectivos los afrodisíacos o su existencia es sólo un mito? Aunque no se hayan encontrado estudios que demuestren la credibilidad y viabilidad de los alimentos como estimulantes sexuales, profesionales de la salud les recomiendan a sus pacientes que se aseguren de que los productos que utilicen o ingieran no sean perjudiciales para su organismo. No obstante, los afrodisíacos mencionados en este artículo son alimentos saludables que en el peor de los casos podrían no tener la reacción esperada. Pero, una fruta, un vegetal o un orgasmo ¿a quién le hace daño? Haya sido Eva con su manzana prohibida o Afrodita con su palpable sensualidad mitológica, los afrodisíacos han acompañado al ser humano a lo largo de toda su historia. Además, han demostrado ser una escapatoria de la vida rutinaria de millones de relaciones de pareja. Por lo que mientras exista el deseo que, como la sed, no se agota nunca, habrá afrodisíacos de ayer, de hoy y de siempre. De manera que si quieres conquistar a tu pareja y tener un encuentro sexual inolvidable, empieza por la cocina, haz alarde de tus artes culinarias y prepara una cena romántica para él o para ella. Ya sea a la luz de la luna o de las velas, pon un poco de música suave y deja que la noche se encargue del resto. Deja que una conversación fluida, un pequeño masaje o un baño de burbujas se conviertan en un afrodisíaco natural que podría llegar a ser mucho más efectivo que los mismos alimentos.